El quinto principio del evangelio

Noel B. Reynolds

Habiendo sido presidente de estaca, de misión y de templo, con este artículo continúa una serie de estudios sobre los distintos elementos del evangelio de Jesucristo.

Noel B. Reynolds (noel_reynolds@byu.edu) es profesor emérito de ciencias políticas en BYU.

Por varias generaciones, el discurso de los Santos de los Últimos Días ha privilegiado cuatro principios y ordenanzas básicos del evangelio. Sin embargo, en el año 2004, la presentación histórica de un manual misional comprehensivo, en la lección sobre el evangelio de Jesucristo, presentó cinco principios y ordenanzas. [1] Esto fue secundado en el año 2010 con un manual de instrucciones para los líderes de la Iglesia, que, bajo el encabezado “El Evangelio de Jesucristo” enlista los mismos cinco principios: [2]

  1. Fé en Jesucristo
  2. Arrepentimiento
  3. Bautismo en el agua
  4. El don del Espíritu Santo
  5. Perseverar hasta el fin

Este quinteto de principios básicos ahora se refleja sistemáticamente en todos los materiales curriculares preparados por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Parece ser que el quinto principio fue introducido sin fanfarrias o sin anuncio.

Aunque los comentarios eruditos sobre este quinto principio en los círculos Santos de los Últimos Días se remontan al menos hasta 1991, [3] los miembros durante más de un siglo se han confiado de forma universal a la declaración de los cuatro principios y ordenanzas básicos en el cuarto artículo de fe, y que primeramente se ordenaron en la carta de José Smith al político y editor del Estado de Illinois John Wentworth con un relato de “las leyes y ordenanzas del evangelio” : “Creemos que estas ordenanzas son: Primero, Fe en el Señor Jesucristo; segundo, Arrepentimiento; tercero, Bautismo por Inmersión para la remisión de los pecados; cuarto, Imposición de manos para comunicar el don del Espíritu Santo.” [4]

Primeras Fuentes Mormonas para el Cuarto Artículo de Fe

Aún antes de que se escribiera la Carta a Wentworth, los primeros misioneros mormones, según lo ha documentado David J. Whittaker, usaban este tipo de declaración resumida para explicar el mensaje de los Santos de los Últimos Días. [5] Whittaker descubrió que estas declaraciones se podían compartir con los periódicos y se publicaban en anuncios al costado de los caminos cuando los misioneros llegaban a una nueva área para facilitar su contacto con los pobladores locales. Durante la primera década, la revelación que ahora se conoce como la sección 20 de la Doctrina y Convenios (y que en esa época se conocía como los “Artículos y Convenios” de la Iglesia) se usaba con frecuencia de esta forma. Con el tiempo varios misioneros escribieron sus propias declaraciones más analíticas.

Una de las primeras de éstas, aparentemente fue escrita por José el hermano de Brigham Young en el año 1836, y publicada en Boston en una compilación de los credos religiosos americanos y claramente reconocía el requisito del Libro de Mormón de que los seguidores de Cristo deben perseverar hasta el fin: “para asegurarse la vida eterna, se debe mostrar una obediencia estricta a todos los mandamientos de Dios, hasta el fin.” [6] De mayor influencia fueron los escritos de Parley P. Pratt. En su Late Persecution of the Church publicada en 1840 incluyó el material anterior, pero presentó una nueva introducción que enumeraba y explicaba brevemente cinco principios de la “Teología Sostenida por esta Iglesia.” Los primeros cuatro de estos principios se han conservado en el actual cuarto artículo de fe. Al explicar el cuarto principio, Pratt enlista todos los deberes pertenecientes a un miembro nuevo: “en pocas palabras, continuar fiel hasta el fin en todos los deberes que se exigen en la Ley de Cristo.” [7]

Un mes después, cuando Parley preparó una versión de cuatro páginas de estos principios en lo que se ha llamado “el primer folleto corto que delinea los fundamentos del mormonismo,” [8] él siguió otra vez las cuatro “condiciones básicas del evangelio,” en la cual cita Hechos 2:38, con un párrafo que enlista todas las formas en los que los conversos deben dirigir sus vidas “para andar sin culpa en todas las ordenanzas de Dios” y “para guardarse sin mancha del mundo” —pero esta vez sin hacer mención directa del lenguaje del Libro de Mormón de continuar fieles hasta el fin—. [9] De igual modo, ese mismo año, su hermano Orson enlistó las mismas cuatro “primeras condiciones del evangelio” en un folleto que publicó en Edinburgh en 1840 y agregó explícitamente, al igual que Joseph Young and Parley, que es necesario “continuar fielmente hasta el fin, en todos los deberes impuestos sobre ellos por la palabra y el espíritu de Cristo.” [10] Sin embargo, estas listas de cinco principios no resultaron muy atractivas para otros de los primeros escritores mormones. Parece que es posible que estos escritores no reconocieron que perseverar hasta el fin fuera un principio separado—aunque siempre lo incluyeron conceptualmente en sus presentaciones del evangelio restaurado—y al hacerlo, generalmente usaron el lenguaje del Libro de Mormón.

Eventualmente, las trece declaraciones de creencias en la carta a Wentworth de 1842 fueron extractadas por Franklin D. Richards e incluidas en su “Perla de Gran Precio” como “Los Artículos de Fe,” y recibió la condición de canónica en un voto de la conferencia general de la Iglesia en el año 1880. Aunque perseverar hasta el fin no fue reconocido como un principio básico del evangelio en el artículo 4, si se mencionó implícitamente en el artículo 13: “hemos sufrido muchas cosas y esperamos poder sufrir todas las cosas.”

Aunque una tradición que se desarrolló posteriormente le da crédito a José Smith por la autoría directa de los trece Artículos de Fe, éstos claramente representan una evolución de los esfuerzos de varios escritores Santos de los Últimos Días de la década anterior. Parece ser que su forma final se debe a la mano de Orson Pratt, quien continuó re-escribiéndolos y re- formulandolos en los años subsiguientes. [11] José Smith siempre mantuvo una posición anti-credo y parece ser que nunca se refirió a estos trece artículos en sus propios discursos o escritos para las audiencias de los Santos de los Últimos Días. [12] Al compilar estas listas de enseñanzas, Orson Pratt y los demás se basaron extensamente en los esfuerzos de Parley P. Pratt al escribir folletos ya que “algunas frases en ellos aparecieron en la posterior edición de “Los Artículos de Fe.” [13]

Enseñanzas de Cristo Originadas en el Libro de Mormón

El intenso estudio del Libro de Mormón durante las últimas cuatro décadas ha contribuido directamente al desarrollo de la comprensión de la doctrina. [14] En tres pasajes claramente definidos en el Libro de Mormón, Jesucristo enseña personalmente su evangelio y su doctrina a uno o más nefitas. En cada pasaje enfatiza de diferentes maneras la necesidad de perseverar hasta el fin. [15]

Puede ser de utilidad el describir brevemente cada uno de estos pasajes para que sirvan de base a los comentarios posteriores.

2 Nefi 31

En 2 Nefi 31: 3-21, Nefi da una ampliación, en 19 versículos, de 1 Nefi 11:27, en el cual había descrito brevemente el bautismo de Jesús según lo había visto en una visión. En esta versión ampliada aprendemos que Nefi quizás había reservado la parte más espectacular de su visión para usarla para terminar sus escritos doctrinales. Ahora aprendemos que en este segmento de la visión, el Padre y el Hijo le enseñaron directamente a Nefi (y posiblemente antes a Lehi) los principios básicos del evangelio o la doctrina de Cristo. Nefi cita tres veces a cada uno de ellos. Debido quizás a la forma en que Nefi separó este relato detallado (de su relato anterior de la visión) la mayoría de los lectores no captan la importancia del significado de la experiencia de Nefi que se reporta en 2 Nefi 31.

En el versículo 14, Nefi cita al Hijo diciendo que si una persona, después de haberse arrepentido, ser bautizada y recibido la bendición del Espíritu Santo, niega a Jesús, “mejor os habría sido no haberme conocido.” En este punto del relato, el Padre interviene para afirmar y recalcar este punto: “Aquel que persevere hasta el fin, éste será salvo” (2 Nefi 31:15), dejándonos la forma principal del lenguaje que se usa en el resto del Libro de Mormón. Reconociendo la suprema autoridad de quien habla, Nefi inmediatamente declara su propio entendimiento de este principio como un requisito básico del evangelio: “por esto sé que a menos que el hombre persevere hasta el fin, siguiendo el ejemplo del Hijo del Dios viviente, no puede ser salvo” (2 Nefi 31: 16).

En este punto, Nefi presenta una poderosa imagen visual—posiblemente creada por él— a fin de ayudar a los lectores a entender el proceso completo del evangelio. Él describe la puerta que se abre a un camino estrecho y angosto que lleva a vida eterna. Entonces nos dice que “la puerta por la que debéis entrar es el arrepentimiento y el bautismo en el agua; y entonces viene una remisión de vuestros pecados por fuego y por el Espíritu Santo” (2 Nefi 31:17). El principio restante, perseverar hasta el fin, parece que corresponde a la tarea de toda la vida de caminar por este camino estrecho y angosto hasta que uno califique para la vida eterna (versículo 18). También se hace claro que Nefi ve la imposición divina del Espíritu Santo como un requisito esencial para todos los seguidores de Cristo en el proceso de perseverar hasta el fin. No solamente trae la remisión de pecados, sino que también “da testimonio del Padre y del Hijo.” y que también nos “mostrará todas las cosas que deb[emos] hacer” (2 Nefi 31: 18, 32:5).

Los siguientes dos versículos se enfocan en este quinto principio al preguntar retóricamente si al entrar en “esta estrecha y angosta senda” es suficiente para la salvación. La respuesta es rotundamente negativa. El converso ahora debe “seguir adelante con firmeza en Cristo”—la misma “fe inquebrantable en él” que lo ha traído hasta aquí—. Junto con “un fulgor perfecto de esperanza y amor por Dios y por todos los hombres” uno puede seguir en la senda y “perseverar hasta el fin,” y recibir la vida eterna (2 Nefi 31: 19-20). El perseverar hasta el fin se describe aquí como: vivir con fe, esperanza y caridad; seguir al Espíritu Santo en todas las cosas; y, según las palabras del Padre, como el camino a la vida eterna.

3 Nefi 11-15

Los mismos cinco principios básicos del evangelio los define Jesús a los nefitas cuando se les apareció la primera vez, según lo reporta Mormón en 3 Nefi 11. En ese capítulo, se presentan y se repiten los primeros cuatro principios pero sin hacer referencia directa al quinto principio—perseverar hasta el fin—(3 Nefi 11: 31-39). En vez de eso, tenemos la versión del Libro de Mormón sobre el Sermón del Monte, que se presenta como una enseñanza sobre la forma en que deben vivir quienes han sido bautizados y han recibido el Espíritu Santo. Creemos que la presentación en los capítulos 12-14 debe entenderse como un discurso sobre el perseverar hasta el fin, el cual se confirma poderosamente al final, cuando la tensión retórica se resuelve y Jesús anuncia el quinto principio, y para mayor énfasis lo hace dos veces: “He aquí, yo soy la ley y la luz. Mirad hacia mí, y perseverad hasta el fin, y viviréis; porque al que persevere hasta el fin, le daré vida eterna” (3 Nefi 15: 9).

3 Nefi 27: 13-22

En esta presentación final de su evangelio a sus discípulos nefitas, Jesús se enfoca en el juicio y en la necesidad de que perseveren hasta el fin todos los que reciban su evangelio si es que han de ser “enaltecidos en el postrer día” (3 Nefi 27: 22). Tres veces se indica que quienes sigan a Jesús al creer en él, arrepentirse, y ser bautizados serán llenos del Espíritu Santo. Entonces él los juzgará. Tres veces se enfatiza que serán juzgados de acuerdo a sus obras. Al igual que en 2 Nefi 31:14, quien no persevere hasta el fin será “cortado y echado en el fuego” (3 Nefi 27:17). Perseverar hasta el fin también se define como “fidelidad hasta el fin” (verso 19).

Otros Profetas del Libro de Mormón

Por todo el Libro de Mormón se mantiene consistentemente el entendimiento de que quienes han perseverado fielmente en guardar los mandamientos de Dios recibirán la vida eterna. Contrario a las enseñanzas promovidas a lo largo de la historia cristiana, el sólo tener una profunda experiencia espiritual ni recibir las ordenanzas requeridas serán suficientes. Una muestra de las enseñanzas de los profetas nefitas en diferentes épocas lo aclara:

Nefi

“Y bienaventurados aquellos que procuren establecer a mi Sión en aquel día, porque tendrán el don y el poder del Espíritu Santo; y si perseveran hasta el fin, serán enaltecidos en el último día y se salvarán en el reino eterno del Cordero” (1 Nefi 13:37).

“Para ninguno de estos puedo tener esperanza, a menos que se reconcilien con Cristo y entren por la puerta angosta, y caminen por la senda estrecha que guía a la vida, y continúen en la senda hasta el fin del día de probación” (2 Nefi 33:9, ver también el versículo 4).

Jacob

“Y si no se arrepienten, ni creen en su nombre, . . . ni perseveran hasta el fin, deben ser condenados”. . . (2 Nefi 9:24, ver también el versículo 18).

“¡Oh amados hermanos míos, arrepentíos, pues, y entrad por la puerta estrecha, y continuad en el camino que es angosto, hasta que obtengáis la vida eterna” (Jacob 6: 11).

Omni

“. . . Sí, venid a él y ofrecedle vuestras almas enteras como ofrenda, y continuad ayunando y orando, y perseverad hasta el fin; y así como vive el Señor, seréis salvos” (Omni 1: 26).

Rey Benjamín

“. . . Llegara la salvación a aquel que pusiera su confianza en el Señor y fuera diligente en guardar sus mandamientos, y perseverara en la fe hasta el fin de su vida”. . . (Mosíah 4: 6).

Alma, padre

“. . . haz hecho convenio de servirle hasta que mueras en cuanto al cuerpo mortal”. . . (Mosiah 18: 13).

Alma, hijo

“. . . Y he aquí, fueron fieles hasta el fin; por tanto, fueron salvos” (Alma 5:13).

“Y el que hiciere esto y guardare los mandamientos de Dios de allí en adelante. . . tendrá la vida eterna” (Alma 7: 16; ver también los versículos 23-25).

“Teniendo fe en el Señor; teniendo la esperanza de que recibiréis la vida eterna; siempre teniendo el amor de Dios en vuestros corazones para que en el postrer día seáis enaltecidos y entréis en su reposo” (Alma 13: 29).

“Sí, el que verdaderamente se humille y se arrepienta de sus pecados, y persevere hasta el fin, será bendecido” . . . (Alma 32: 15).

“. . . por tu firmeza y tu fidelidad para con Dios; porque así como has empezado en tu juventud a confiar en el Señor tu Dios, así espero que continúes obedeciendo sus mandamientos; porque bendito es el que persevera hasta el fin” (Alma 38: 2)

“. . . Si se ha arrepentido de sus pecados y ha deseado la rectitud hasta el fin de sus días, de igual manera será recompensado en rectitud” (Alma 41: 6, comparar con el versículo 14).

Mormón

“. . . y si hacéis esto, y perseveráis hasta el fin, de ninguna manera seréis desechados” (Mormón 9: 29).

“. . . el cual Consolador llena de esperanza y de amor perfecto, amor que perdura por la diligencia en la oración, hasta que venga el fin, cuando todos santos morarán con Dios” (Moroni 8: 26).

Moroni

“Y bendito es aquel que sea hallado fiel a mi nombre en el postrer día, porque será enaltecido para morar en el reino preparado para él desde la fundación del mundo” (Eter 4: 19).

“. . . sino que sean persuadidos a hacer el bien constantemente, a fin de que vengan a la fuente de toda rectitud y sean salvos” (Eter 8:26).

Moroni va más allá al citar las prácticas de la iglesia entre los nefitas. La ordenación al sacerdocio incluía estas palabras: “. . . te ordeno para que seas presbítero. . . para predicar el arrepentimiento y la remisión de pecados, por medio de Jesucristo, mediante la perseverancia en la fe en su nombre hasta el fin” (Moroni 3: 3). También incluyó el requisito para los candidatos al bautismo: “Y a nadie recibían para el bautismo, a menos que tomara sobre sí el nombre de Cristo, teniendo la determinación de servirle hasta el fin” (Moroni 6: 3) También enseñó que “. . . Jesús, que por su infinita bondad y gracia te conserve mediante la perseverancia en la fe en su nombre hasta el fin” (Moroni 8: 3). También, “¡. . . porque mueren en sus pecados y no pueden ser salvos en el reino de Dios!” (Moroni 10: 26). Mil años después de la gran visión concedida a Lehi y Nefi en la cual se les dio el principio de permanecer hasta el fin, seguía teniendo un uso prominente por la iglesia nefita y los profetas.

La Enseñanza en la Biblia de Perseverar Hasta el Fin

Aunque el lenguaje de perseverar hasta el fin aparece en el Nuevo Testamento, ese concepto se presenta con mas frecuencia en otras formas. En Mateo 10: 22 (véase también Mateo 24:13; Marcos 13:13) Jesús les advierte a sus discípulos que: “seréis aborrecidos por todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” Con menor claridad, podemos ver este principio usando otro lenguaje. Unos cuantos ejemplos de los evangelios podrían incluir los siguientes:

“. . . angosto el camino que lleva a la vida”. . . (Mateo 7:14).

“Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego” (Mateo 7:19; ver también Lucas 3: 9).

“Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí no es digno de mí” (Mateo 10:38; ver también Marcos 8: 34-35).

“. . . y si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” (Mateo 19: 17).

“. . . sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor” (Mateo 25:21).

“. . . Ninguno que pone su mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el reino de Dios” (Lucas 9: 62).

Aunque estos ejemplos y muchos otros demuestran una clara continuidad entre las enseñanzas del evangelio de Cristo a sus contemporáneos en Palestina y a los nefitas, el principio de perseverar hasta el fin no se ha incluido ni enfatizado consistentemente por los teólogos cristianos como lo hicieron los profetas nefitas.

Predicad Mi Evangelio

En su historia de Predicad Mi Evangelio, publicada recientemente, Benjamin White mencionó brevemente la inclusión de perseverad hasta el fin en la tercera lección (sobre el evangelio de Jesucristo); sin embargo, no parece haber notado que es una expansión importante de la definición tradicional, y tampoco ofrece la razón que justifica este cambio. [16] Lo que sí sabemos es que Predicad Mi Evangelio fue el resultado de un largo proceso supervisado muy de cerca por el élder M. Russell Ballard debido a su asignación de presidir el Comite Ejecutivo Misional durante esos años. Reportes informales de otros de los participantes indican que la atención primordial y más extensa se le dio a la tarea de formular el propósitos del misionero de: “invitar a las personas a venir a Cristo al ayudarlas a que reciban el evangelio restaurado mediante la fe en Jesucristo y Su expiación, el arrepentimiento, el bautismo, la recepción del don del Espíritu Santo y el perseverar hasta el fin.” [17] Una vez que se estableció este propósito como la guía general, se aseguró la inclusión de perseverar hasta el fin en la tercera lección. Pero hasta hoy no sabemos cual fue el razonamiento que produjo esta importante expansión en esta época. Solamente podemos asumir que la constante inclusión de este importante principio en las enseñanzas del evangelio en el Libro de Mormón, tuvo un papel importante en el proceso que condujo a la expansión de los enfoques tradicionales derivados del cuarto artículo de fe.

Notas

[1] Véase Predicad Mi Evangelio: Guía para el Servicio Misional (Salt Lake City: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos, 2004) páginas 60-70.

[2] Véase el Manual 2: La Administración de la Iglesia (Salt Lake City: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 2010), 1.2.1

[3] Véase de Noel B. Reynolds, “The Gospel of Jesus Christ as Taught by the Nephite Prophets,” BYU Studies 31, núm 3 (1991) páginas 31-50; y “Gospel of Jesus Christ,” en la Encyclopedia of Mormonism, editada por Daniel Ludlow (Nueva York: Macmillan, 1992), 2: 556-560.

[4] Los Documentos de José Smith: Historias, volúmen 1: Joseph Smith Histories, 1832-1844, editado por Karen Lynn Davidson, David J. Whittaker, Mark Ashurst-McGee y Richard L. Jensen (Salt Lake City: The Church Historian Press, 2012), 1: 500.

[5] David J. Whittaker, “The ‘Articles of Faith’ in Early Mormon Literature and Thought,” en New Views of Mormon History, editado por Davis Bitton y Maureen Ursenbach Beecher (Salt Lake City: University of Utah Press, 1987), páginas 63-92.

[6] Joseph Young, según se cita por John Hayward en The Religious Creeds and Statutes of Every Christian Denomination in the United States and British Provinces (Boston: John Hayward, 1836), páginas 139-140; véanse los comentarios en “The Articles of Faith” por Whittaker páginas 68-69.

[7] Parley P. Pratt, Late Persecution of the Church of Jesus Christ of Latter Day Saints. . . with a Sketch of Their Rise, Progress and Doctrine (Nueva York, 1840), página v, http://contentdm.lib.byu.edu/cdm/ref/collection/NCMP1820-1846/id2825; véase también de Whittaker, “Articles of Faith,” página 70.

[8] Peter Crawley, “Parley P. Pratt: Father of Mormon Pamphleteering,: Dialogue: A Journal of Mormon Thought 15, núm. 3 (Otoño 1982): página 16.

[9] Véase de Parley P. Pratt, An Address by Judge Higbee and Parley P. Pratt . . . to the Citizens of Washington and to the Public in General, páginas 2-3, https://archive.org/details/addressbyjudgehi00higb.

[10] Véase “A Interesting Account of Several Remarkable Visions,” ya disponible como un apéndice en Los Documentos de José Smith: Historias, 1: 543-544, y está disponible en http://josephsmithpapers.org/paperSummary/church-history-1-march-1842?p=1.

[11] Una explicación más reciente y detallada de las posibles fuentes para la carta a Wentworth y los trece artículos de fe ahora está disponible en “Historical Introduction” to Orson Pratt’s “A Interesting Account of Several Remarkable Visions.” Los editores ayudan destacando los pasajes de Orson Pratt incluidos en la Carta a Wentworth en 1842. Ver las páginas 520-546.

[12] Whittaker, “Articles of Faith,” página 77.

[13] Véase de Whittaker, “Articles of Faith,” páginas 69-74, en donde el autor se refiere específicamente a la introducción revisada en la versión de 1840 de Late Persecutions of the Church of Jesus Christ of Latter Day Saints. Para comentarios más detallados sobre los primeros escritos de Parley Pratt, ver de Terryl L. Givens y Matthew J. Grow, Parley P. Pratt: The Apostle Paul of Mormonism (Nueva York: Oxford University Press. 2011), páginas 171-173.

[14] Véase de Noel B. Reynolds, “The Coming Forth of the Book of Mormon in the Twentieth Century,” BYU Studies 38 núm. 2 (primavera 1999), páginas 6-47 para hallar un relato de la aparición de este enfoque revisado en el estudio de las escrituras de los Santos de los Últimos Días.

[15] Para un análisis breve de estos pasajes, véase de Noel B. Reynolds, “This is the Way,” Religious Educator 14, núm. 3 (2013): páginas 72-74.Un mayor comentario y análisis técnico se encontrará en “The Gospel According to Mormon” preparado por el mismo autor y que se publicará próximamente en Scottish Theological Journal.

[16] Benjamin Hyrum White, “The History of Preach My Gospel,” Religious Educator 14 núm 1, (2013), páginas 146-147.

[17] Predicad Mi Evangelio, página 1.