El profeta y vidente -- 1834 José Smith y la redención de Sión

Alexander L. Baugh

En el año 1834, la Iglesia todavía era jóven; menos de cuatro años. La membresía era probablemente entre 2000 y 2500, con aproximadamente 1,200 Santos viviendo en Missouri y otros seiscientos a ochocientos viviendo en Kirtland y el noreste de Ohio. Los restantes trescientos a cuatrocientos residían en ramas aisladas principalmente en Pennsylvania, Nueva York, Michigan y Ontario, Canadá.

José Smith mismo era joven; un hombre de 28 años; su esposa Emma, tenía 29. Sus hijos eran pequeños, Julia Murdock Smith, su hija adoptiva, tenía casi 3 años. Joseph III, su homónimo, apenas tenía un poco más de un año.

Cuando empecé a escribir este bosquejo de la vida de José Smith en el año 1834, traté de situarme en el lugar de José Smith. ¿Cuáles pensaría él que fueron los mejores o mayores eventos de su vida durante ese año? Basado en los registros históricos disponibles, sinceramente he tratado de reunir una narración de un año de su vida que sea representativo del Profeta de la Restauración. Hice mi mejor esfuerzo. Espero que José lo apruebe.

Se organizó el Sumo Consejo de la Estaca de Kirtland

Con el crecimiento de la Iglesia y con otros avances vino la necesidad de expandir la organización de la Iglesia y de ampliar su liderazgo. Durante los primeros tres años de la Iglesia (1830-1833), los consejos formados por los élderes, los obispos, y los sumos sacerdotes habían estado atendiendo los problemas en la Iglesia. Pero se necesitaba un cuerpo gobernante superior a fin de “allanar dificultades serias . . . las cuales ni la iglesia ni el consejo del obispo pudiesen arreglar” (Doctrina y Convenios 102: 2). Tales responsabilidades incluían la formulación de políticas y reglamentos y el disciplinar a los miembros que erraran.

El 17 de febrero de 1834, José Smith le dijo a un grupo de hermanos del sacerdocio y otros que se habían congregado que él “les enseñaría el orden de los consejos en los días antiguos según se le habían mostrado en visión” [1] Entonces procedió a organizar un nuevo consejo, conocido como el sumo consejo de la estaca, o en términos mas conocidos, la Estaca de Kirtland.

La creación de la Estaca de Kirtland marcó la primera vez que se estableció una sub-unidad formal de la Iglesia. El consejo debía tener una presidencia de tres sumos sacerdotes con doce sumos sacerdotes adicionales elegidos como consejeros con la responsabilidad de gobernar en los asuntos locales tanto administrativos como judiciales. Significativamente, José Smith, Sidney Rigdon y Frederick G. Williams, que servían en ese tiempo como la Primera Presidencia de la Iglesia, también fueron escogidos para servir como la presidencia de la Estaca de Kirtland. [2] Las minutas de la primer reunión de la presidencia de la estaca de Kirtland y el sumo consejo fueron registradas en el Libro de Minutas del Consejo de Kirtland y después se canonizaron como la sección 5 en la edición de 1835 de la Doctrina y Convenios. Hoy, las minutas forman la Doctrina y Convenios sección 102.

La Revelación del Campo de Sión, el Reclutamiento y la Preparación

Con un cuerpo gobernante establecido en Kirtland, José cambió su atención a un asunto de mayor urgencia. El 25 de noviembre de 1833, llegaron a Kirtland Orson Hyde y John Gould que venían de Missouri y traían noticias de la expulsión forzada de los Santos de los Últimos Días, durante la primer semana de noviembre, del Condado de Jackson. [3]

Mientras tanto, los líderes de la Iglesia en Missouri les informaron a los oficiales del gobierno de los acontecimientos que rodearon a su expulsión y les pidieron ayuda. R. W. Wells el Procurador de Justicia de Missouri, fue el primero en responderles y se mostró comprensivo.. Dos semanas después de la expulsión, les escribió a David Rice Atkinson y Alexander W, Doniphan, dos abogados de Liberty que habían sido contratados por la Iglesia, y les informó que si los Mormones “desean ser reinstalados a la posesión de sus propiedades . . . una fuerza adecuada será enviada con ellos para llevar a cabo ese objetivo”. Es más, él creía que los Mormones tenía el derecho legal de “organizarse en compañías regulares, o una compañía militar ya fuera con voluntarios o de otra forma.” [4] Basados en las conjeturas de Wells, el 6 de diciembre, los principales élderes de Missouri se dirigieron directamente al gobernador Daniel Dunklin, pidiéndole ser restaurados a sus “tierras, casas y propiedades y ser protegidos, cuando estuvieran en ellas, por las fuerzas armadas del estado, si era legal, o por un destacamento de los “Rangers de los Estados Unidos.” [5] Al escribirle a Oliver Cowdery en diciembre de 1833, John Corrill expresó su esperanza de que el gobernador tomaría acciones a favor de ellos. Dijo, “El gobernador ha manifestado su voluntad de instalarnos de vuelta, y lo hará si se lo pedimos, pero esto sería de poca utilidad, a menos que pueda dejar allí una fuerza para ayudar a protegernos.” [6]

Poco después, Dunklin reiteró esta postura en una respuesta formal. Él reconoció completamente que los Mormones tenían el derecho de organizar un cuerpo militar; “en realidad es [su] obligación hacerlo así”, les escribió. Sin embargo, “con respecto a su petición de guardar una fuerza militar para proteger a su pueblo, y prevenir la comisión de crímenes y daños,” él creía que dicha petición no justificaba el uso de tropas estatales puesto que en su opinión esta no era, de acuerdo a las leyes militares, una emergencia.” [7] Con base en lo que los oficiales de Missouri les habían dicho, los líderes Mormones en Missouri creyeron que sucedería lo siguiente: Primero, el estado les daría ayuda al destacar una fuerza militar que ayudaría a reinstalar de regreso en el Condado de Jackson a los Santos desplazados. Segundo, los Santos de los Últimos Días estaban autorizados para organizar su propia fuerza militar independiente, y dicho cuerpo se uniría a la milicia estatal para ayudar a restaurar a los Santos a sus tierras. Y tercero, después de que los Santos de Jackson fueran reinstalados, el contingente mormón se quedaría por un tiempo para brindar protección y mantener el orden hasta que se restableciera la paz.

En una revelación dada al Profeta José Smith en diciembre de 1833 se requería que la Iglesia respondiera a las dificultades en Missouri con un grupo militar organizado. La revelación convocaba a “toda la fuerza de mi casa, mis guerreros, mis jóvenes y también los de edad madura entre todos mis siervos, los cuales constituyen la fuerza de mi casa, . . . e id luego a la tierra de mi viña y redimid mi viña, porque es mía” (Doctrina y Convenios 101: 55-56). El 22 de febrero de 1834 cuando los élderes Parley P. Pratt y Lyman Wight llegaron a Kirtland, después de un largo viaje desde Missouri, a mediados del invierno, los dos hombres le informaron a José Smith de los últimos acontecimientos en relación a los miembros exiliados. Los dos hombres entregaron una carta escrita por William W, Phelps en la que le informaba al Profeta que “el gobernador está dispuesto a devolvernos, pero . . . la constitución no lo autoriza a protegernos cuando regresemos.” [8] Está claro que los miembros de Missouri estaban pidiendo que los miembros de Kirtland vinieran en su ayuda. El 24 de febrero, dos días después de la llegada de Pratt y Wight, José Smith recibió una revelación que reiteraba la anterior (véase Doctrina y Convenios 101), en la que se piden quinientos hombres, pero no menos de cien reclutas, para formar la compañía (véase Doctrina y Convenios 103: 32-34). La revelación instruyó a los Santos para organizarse en compañías de diez, veinte, cincuenta y cien (véase Doctrina y Convenios 103: 30) y pidió que José Smith tomara el mando de toda la operación (véase Doctrina y Convenios 103: 21-22, 35). Siete hombres adicionales — Parley P. Pratt, Lyman Wight, Sidney Rigdon, Hyrum Smith, Frederick G. Williams, Orson Hyde, y Orson Pratt— recibieron instrucciones para reunir abastecimientos y dinero, reclutar a los voluntarios y a organizar las compañías (véase Doctrina y Convenios 103: 29-34, 37-40). Un poco más tarde ese mismo día el Profeta se reunió con el sumo consejo de Kirtland y les informó que iba a Missouri y pidió voluntarios para encabezar la expedición que poco después se conoció como el Campo de Sión. [9] El 1 de mayo de 1834 fue la fecha fijada para la partida de la compañía. [10] Durante ocho meses el Campo de Sión ocupó la atención del Profeta y fue el centro de sus actividades durante los meses previos al viaje (de enero a abril), durante la expedición (de mayo a julio), y terminando con su regreso a Kirtland (en agosto).

Uno solamente puede imaginarse el peso de la responsabilidad que sintió José Smith. La tarea debió haber sido formidable y abrumadora. Era joven, de apenas 28 años de edad, y sin experiencia en las actividades y los asuntos militares. Aún más, la expedición implicaría viajar más de 900 millas (de ida) a través de cuatro estados por caminos ásperos y algunas veces por terreno desconocido. Además, se necesitarían dos meses de alimentos, provisiones y materiales para más de doscientas personas. Sin embargo, quizás, lo más significativo, era el hecho de que él sería el responsable por las operaciones y las actividades diarias y por la seguridad y el bienestar físico de los participantes. Para José Smith, el Campo de Sión puso a prueba sus habilidades de liderazgo en una etapa temprana de su ministerio terrenal.

José Smith no perdió tiempo para seguir adelante con sus planes para organizar el Campo de Sión. El 26 de febrero, solamente dos días después de la recepción de la Doctrina y Convenios sección 103, salió de Kirtland en compaña de Parley P. Pratt para reclutar voluntarios. Los dos líderes viajaron hacia el este, visitando las ramas de la Iglesia reclutando hombres y medios, principalmente en el noreste de Ohio y la parte occidental de Nueva York. El Profeta estuvo fuera de Kirtland por más de un mes, y regresó el 28 de marzo. [11] En esa fecha, su diario incluye la siguiente entrada escrita con su propia mano: “Regresé a casa, encontré a toda mi familia bien y alabado sea el Señor por esta bendición.” [12] Orson Hyde y Orson Pratt fueron por Pennsylvania; Lyman Wight y Sidney Rigdon visitaron las congregaciones en Ohio, en Pennsylvania, y Nueva York; y Frederick G. Williams y Hyrum Smith trabajaron por un tiempo en el este. A fines de abril, Hyrum Smith y Lyman Wight fueron a Michigan para reclutar voluntarios.

Reclutar hombres para el Campo se Sión resultó ser muy difícil. Muchos esperaban que habría conflicto armado y que su seguridad podría estar en peligro. El Profeta les prometió a Brigham Young y a su hermano Joseph: “Si ustedes van conmigo en el campo a Missouri y guardan mi consejo, les prometo, en el nombre del Todopoderoso, que les conduciré de ida y vuelta y ni un cabello de su cabeza será dañado.” [13] La familia y las responsabilidades del trabajo hicieron que otros estuvieran renuentes o no escucharan el llamado. Por otra parte, la oportunidad de participar en una extensa aventura por tierra al oeste de Missouri resultó ser emocionante para los de tipo más aventurero, como el joven George A. Smith, de dieciséis años de edad y primo menor del Profeta. Aunque era menor de edad, se le dio permiso de ir y fue puesto bajo el cuidado y la guarda del Profeta. Sus responsabilidades incluían cuidar las armas de José y ayudar a Zebedee Coltrin, uno de los cocineros del campo. [14] También fueron enlistados otros miembros de la familia Smith, incluyendo al hermano menor de José, William Smith (23 años de edad); Wilkins Jenkins Salisbury (23 años de edad) cuñado del Profeta; y Jesse J. Smith (25 años de edad) otro primo menor.

José Smith vs. Philastus Hurlbut

Abril de 1834 fue una temporada extramadamente ocupada para José Smith ya que estaba uniendo los planes finales para la partida del Campo de Sión. Sin embargo, durante la primera semana de abril, el líder mormón se vio involucrado en una audiencia muy publicitada en la corte contra Philastus Hurlbut (en realidad, su nombre de pila era “Doctor”) , un ex-mormón muy disgustado. Hurlbut se había unido a la Iglesia en Kirtland en marzo de 1833, pero su membresía fue muy corta ya que fue excomulgado por cargos de adulterio el siguiente junio. Siguiendo su expulsión, Hurlbut viajó a Palmyra, Nueva York, en donde reunió dieciséis declaraciones juradas de personas que decían haberse asociado a la familia Smith. Las declaraciones reunidas subjetivamente tenían reportes negativos y despectivos contra José Smith y toda su familia. Las declaraciones de Hurlbut y una serie de nueve cartas escritas por Ezra Booth, también un ex-mormón, se usaron para el primer libro anti-mormón, Mormonism Unveiled, publicado más tarde en 1834 en Painesville, Ohio, por Eber D. Howe, editor del periódico Painesville Telegraph. [15] Pero Hurlbut también había amenazado personalmente la vida de José Smith, lo que resultó en los cargos que culminaron en la audiencia de la corte. La audiencia se reunió en la Corte de Causas Comunes del Condado de Geauga, en Chardon, Ohio, el 2 de abril y concluyó el 7 de abril. Al fin de la audiencia, Hurlbut fue hallado culpable y se le mandó pagar una fianza de doscientos dólares y guardar la paz por seis meses. También se le mandó pagar los gastos de la corte, que ascendieron a $112.59. En su diario fechado el 7 de abril, José Smith anota que la sentencia de Hurlbut “fue en respuesta de nuestras oraciones por lo cual le agradezco a mi Padre Celestial.” [16]

La Conferencia en Medina — La Visión de Adán y Eva

El 18 de abril, el Profeta, acompañado de Sidney Rigdon, Oliver Cowdery y Zebedee Coltrin, salió de Kirtland para asistir a una conferencia en el Condado de Medina, situado a cincuenta millas al sur de Kirtland, cerca del actual Akron, Ohio. El libro de Minutas del Consejo de Kirtland contiene un resumen del discurso del Profeta en ocasión del primer día de la conferencia el 21 de abril. Entre otros temas, relató cómo fue que obtuvo y tradujo el Libro de Mormón; la ocasión en que él y Oliver Cowdery recibieron el Sacerdocio de Aarón y el de Melquisedec, y los acontecimientos asociados con la organización de la Iglesia. Regresando a la importancia del Libro de Mormón les dijo a quienes escuchaban: “Quiten el Libro de Mormón y las revelaciones, y ¿en donde está nuestra religión? No tenemos ninguna.” [17]

Durante el transcurso de la conferencia de dos días, José, Oliver y Zebedee experimentaron una visión poco usual. El Profeta les pidió a Oliver y Zebedee que caminaran con él, recordó Coltrin tiempo después, “A un lugar en donde había un bonito pasto y viñas.”

El Profeta les pidió entonces que oraran por turnos. Después de orar, José dijo: “Ahora hermanos. . . . tendremos algunas visiones.” José se acostó en el suelo, y Oliver y Zebedee pusieron sus cabezas en los brazos extendidos de José. “Los cielos se abrieron gradualmente,” recordó Coltrin, y los hermanos “vieron un trono dorado, en una base circular, algo como un faro, y en el trono había dos personajes de edad avanzada, que tenían el pelo blanco, y vestidos con ropas blancas.” Estos personajes “eran los ejemplos más hermosos y perfectos de la humanidad” que Coltrin hubiese visto. José los llamó “nuestros primeros padres, Adán y Eva.” Coltrin recordó a Adán como un hombre grande ancho de hombros, y a Eva como una mujer . . . en proporción, grande.” [18]

Disolución de la Orden Unida — Doctrina y Convenios 104

El 23 de abril de 1834, dos días después de haber regresado del Condado de Medina, José recibió por revelación la instrucción de disolver la compañía controladora de la Iglesia, llamada la Orden Unida, y distribuír los activos a los directores de la firma. La Orden Unida había sido establecida en 1832 para ayudar a los pobres de la Iglesia (ver Doctrina y Convenios 78), pero debido a las grandes deudas de la orden, era aconsejable su disolución. La revelación que forma lo que hoy es Doctrina y Convenios 104, a menudo es ignorada simplemente porque sus instrucciones minuciosas comentan primordialmente la distribución de los activos de laorden. [19]

Es interesante que el 28 de abril de 1834, cinco días después de recibir Doctrina y Convenios 104, el Profeta recibió otra revelación concerniente a la OrdenUnida. No es muy conocida principalmente porque nunca fue canonizada. Se compone únicamente de tres oraciones, y con un total de ochenta y ocho palabras. [20]

Profecía Concerniente al Tamaño Futuro de la Iglesia

Uno de los que respondieron al llamado al Campo de Sión fue ni mas ni menos que Wilford Woodruff que tenía veintisiete años de edad. El 29 de diciembre de 1833, mientras vivía en Richland, Condado de Onondaga, Nueva York, Wilford y su hermano mayor Azmon oyeron por primera vez el evangelio restaurado que predicaban Zera Pulsipher y Elijah Cheney. Dos días después de haber conocido el mormonismo (el 31 de diciembre), ambos hermanos se bautizaron y llegaron a ser parte de recién formada Rama de Richland. A principios de abril de 1834, Parley P. Pratt visitó Richland reclutando voluntarios para el Campo de Sión. Azmon, que era casado, declinó la invitación, pero Wilford, que era soltero, se enlistó, y el 11 de abril salió de Richland para viajar a Kirtland a donde llegó dos semanas después el 25 de abril. [21] Poco después de su llegada, se encontró con José Smith por primera vez. Los recuerdos de Wilford sobre esa reunión fueron como sigue:

Conocí a José Smith por primera vez en las calles de Kirtland. Traía puesto un viejo sombrero, y una pistola en su mano. Él dijo: “Hermano Woodruff, he estado tirando al blanco, y quería ver si podía darle a algo,” y continuó, “¿Tiene alguna objeción a ello?” “Ninguna” le dije. “No existe ley, que yo sepa, en contra de que un hombre le dispare a un blanco.” Me invitó a su casa. Tenía una piel de lobo, y quería que le ayudara a curtirla; la quería para sentarse en ella al conducir su carromato. Ahora, muchos podrían haber dicho.: “Usted es un profeta muy [interesante]: Le está tirando al blanco y curtiendo una piel de lobo.” Bueno, la curtimos, y la usamos mientras hicimos un viaje de mil millas. Este fue mi primer encuentro con el Profeta José. [22]

El 27 de abril, tres días antes de la fecha programada para la salida del Campo de Sión, Wilford oyó predicar a José Smith por primera vez. La reunión se efectuó en una escuela de troncos en Kirtland. Los comentarios del Profeta causaron una profunda impresión en Wilford, en especial una profecía acerca del tamaño futuro de la Iglesia hecha por el líder mormón ya para finalizar la reunión. Wilford escribió:

El domingo 27 de abril se reunieron los santos y tuvieron un culto de testimonios, y muchos de los élderes hablaron y expresaron su testimonio; entre ellos estuvo . . . José Smith el Profeta que terminó diciendo: “Hermanos, estamos poniendo los cimientos de una gran obra y ustedes no lo saben, tampoco lo entienden. La obra en que estamos comprometidos crecerá y aumentar[á] hasta que llene la tierra; irá de un mar hasta el otro, llenará las Montañas Rocallosas; todas las naciones la oirán; realizará su destino. Es la obra del Dios Todopoderoso, y él la sostendrá y la defenderá.” [23]

Al hablar en la conferencia general en abril de 1898, Woodruff reflexionó acerca de la reunión de abril de 1834 y comentó:

El domingo por la noche el Profeta llamó a todos los poseedores del Sacerdocio a que se reunieran en la escuela de troncos que tenían allí. Era una casa pequeña, quizás unos 14 pies en cuadro. Pero allí estaba todo el Sacerdocio de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que estaban en el pueblo de Kirtland, y que se habían congregado para salir en el Campo de Sión. . . . Cuando nos reunimos el Profeta llamó a los Élderes de Israel a que junto con él dieran su testimonio de esta obra. Cuando terminaron el Profeta dijo: “Hermanos, he sido edificado e instruido grandemente por sus testimonios en esta noche, pero quiero decirles delante del Señor, que ustedes no saben más respecto a los destinos de esta Iglesia y reino que un bebé en el regazo de su madre. No lo comprenden.” Yo estaba muy sorprendido. Él dijo: “Es solamente un pequeño grupo del Sacerdocio que ustedes ven aquí esta noche, pero esta Iglesia llenará tanto Norteamérica como Suramérica; llenará el mundo.” Entre otras cosas dijo: “Llenará las Montañas Rocallosas. Habrá decenas de miles de Santos de los Últimos Días que se reunirán en las Montañas Rocallosas, y allí abrirán la puerta para el establecimiento del evangelio entre los lamanitas, quienes recibirán el Evangelio y sus investiduras y las bendiciones de Dios. Este pueblo irá a las Montañas Rocallosas; allí construirán templos para el Más Alto. Allí levantarán una posteridad, y los Santos de los Últimos Días que moren en esas montañas, estarán en la carne hasta la venida del Hijo del Hombre. El Hijo del Hombre vendrá a ellos mientras estén en las Montañas Rocallosas.” [24]

Nuevo Nombre para la Iglesia

El primero de mayo, la fecha programada para la partida del Campo de Sión, el primer grupo que consistía de veinte hombres salió de Kirtland. [25] José Smith pudo haber demorado a propósito su partida para presidir una conferencia que estaba programada para el 3 de mayo. Parece ser que el tema principal de esta conferencia era comentar y adoptar un nuevo nombre para la Iglesia. Las minutas de la conferencia dicen:

MINUTAS de una Conferencia de los Élderes de la iglesia de Cristo, que fue organizada en el pueblo de Fayette, Condado de Séneca, Nueva York el 6 de abril de 1830 D.C. Se inició la Conferencia, y José Smith, Hijo, fue escogido como Moderador, y Frederick G. Williams y Oliver Cowdery, fueron designados como secretarios.

Después de la oración la Conferencia procedió a discutir el tema de nombres y títulos, con una moción hecha por Sidney Rigdon, y secundada porzz Newel K. Whitney, de que esta iglesia fuera conocida de aquí en adelante con el nombre de LA IGLESIA DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS. Algunos de los miembros hicieron comentarios apropiados, después de lo cual, la moción fue aceptada por el Moderador, y aprobada por voz unánime. [26]

En la reunión de la organización de la Iglesia en abril de 1830. fue llamada simplemente la Iglesia de Cristo (véase Doctrina y Convenios 20: 1). Sin embargo, para distinguirse de otras denominaciones cristianas que tenían títulos semejantes, en particular los Discípulos de Cristo dirigidos por Alexander Campbell, y debido a que los miembros creían que el establecimiento de la Iglesia era una restauración del orden antiguo de la Iglesia Cristiana del Nuevo Testamento bajo el liderazgo de Jesucristo y de sus Apóstoles, los miembros se empezaron a identificar a sí mismos como “Santos” que vivían en los días previos a la segunda venida, o los Santos en los últimos días. Por lo tanto, La adopción del nombre de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días marca el segundo de los tres nombres por los cuales la Iglesia ha sido reconocida oficialmente. Ese nombre duró poco más de cuatro años (de mayo de 1834 a julio de 1838). Por revelación (véase Doctrina y Convenios 115: 4), el 26 de abril de 1838, el primero y segundo nombres de la Iglesia, esencialmente se combinaron para formar el nombre actual de la Iglesia; La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ( aunque se ha agregado un guión entre “Latter” y “Day,” y “Day” ya no se escribe con mayúsculas [en el idioma inglés]).

José Marcha a la Cabeza del Campo de Sión

El domingo 4 de mayo, un día antes de que José Smith y la principal compañía del Campo de Sión salieran de Kirtland, el Profeta dio algunos consejos y comentarios. George A. Smith reportó las palabras de José Smith en esa ocasión:

Les habló de la necesidad de ser humildes, de ejercer la fe y la paciencia y de vivir en obediencia a los mandatos del Todopoderoso, y que no murmuraran ante lo que mandara la Providencia. Dio testimonio de la veracidad de la obra que Dios había revelado por medio de él, y les prometió a los hermanos que si todos ellos vivían como debían hacerlo delante del Señor, guardando sus mandamientos, y no como los hijos de Israel que murmuraron contra el Señor y sus siervos, todos ellos volverían a salvo, y que ninguno de ellos caería debido a la misión que estaban a punto de emprender; y que fueran unidos y ejercieran la fe, que Dios los salvaría de las manos de sus enemigos; pero que si ellos, al igual que los hijos de Israel, se olvidan de Dios y de sus promesas, y tratan a la ligera sus mandamientos, Él los visitaría en su ira, y los afligiría con su enojo doloroso. [27]

El lunes 5 de mayo, la principal compañía del Campo de Sión, que consistió de ochenta y cinco hombres bajo la dirección del Profeta, salió de Kirtland. Los vagones estaban cargados con abastecimientos, provisiones, armamentos, municiones y “ropa y otras cosas necesarias para llevarlos a [quienes] habían sido saqueados de casi todas sus pertenencias.” [28] Casualmente, el mismo día que la compañía del Profeta salió de Kirtland, un grupo más pequeño, que consistía de diecisiete personas salió de Pontiac, Michigan, bajo la dirección de Hyrum Smith y Lyman Wight, con la intención de juntarse con el cuerpo principal en la ruta. [29] Es de importancia saber que, al menos doce mujeres y nueve niños viajaron con ambas divisiones. [30]

Durante un poco más de un mes, se unieron a la compañía hombres y voluntarios adicionales, lo que aumentó sus filas y sus números. El principal reclutador era Parley P. Pratt. Él escribió: “Me ocupé principalmente como oficial de reclutamiento, y, por no haber estado con el campo mucho tiempo, solamente puedo dar un poco de su historia. Visité las ramas de la Iglesia en Ohio, Indiana, Illinois y Missouri, y obtuve todos los hombres y medios que pude, llegué al campo de vez en cuando con hombres, armas, víveres y dinero adicionales.” [31]

El domingo 18 de mayo, a poco menos de dos semanas de viaje, cerca de Richmond, Indiana, José Smith escribió una carta muy sincera para su esposa , Emma. La carta, escrita con su propia mano, muestra el amor por su familia, su preocupación por los demás y su optimismo:

Mi Querida Esposa

Habiendo terminado la reunión me siento en mi tienda para escribirte unos renglones para hacerte saber que siempre estás en mi mente y que estoy consciente de los deber[es] de un Esposo y Padre que estoy bien y le pido a Dios que permita que sus bendiciones descansen sobre ti, los niños y todos los que te rodean hasta que regrese a tu lado las líneas que me escribiste y enviaste por conduct[o] del hermano Lyman [E. Johnson] me dieron satisfacción y consuelo y espero que puedas seguirte comunicando conmigo por tu propia mano ya que es un consuelo para mi en los momentos de soledad que no son fáciles de describir el poder conversar <con>tigo de esta manera Trataré de escribirte cada do[m]ingo si es que puedo a fin de decirte como estoy y el hermano Frederick [G. Williams] le escribirá a Oliver [Cowdery]de vez en cuando y le dirá los nombres de los pueblos por los que pasamos y la historia de nuestro vi[a]je de tal forma que no será necesario que me esfuerce en escribirlas yo pero siento satisfacción de escribir unas cuantas líneas con mi propia mano y de esta manera tengo el privilegio de comunicar algunos de mis sentimientos que no me atrevería a revelar ya que tu sabes que [mi] situación es muy crítica y los hermanos Jinkins [Salisbury] y William [Smith] Jese [J. Smith] y Jeorge [A. Smith] están bien y son humildes y decididos a ser fieles y finalmente todos los Her[m]anos de Kirtland están bien y no pueden fracasar ya debo terminar porque no puedo escribir bien sobre mis rodillas sentado en el suelo Oh que las bendiciones de Dios descansen sobre ti es la oración de tu Esposo hasta la muerte

[José Smith, hijo]. [32]

El Campo de Sión fue una marcha de larga distancia, y la mayoría de los miembros de la compañía caminaron toda la distancia desde Ohio hasta Missouri y de regreso. La mayor parte de los días la expedición cubrió entre veinte y treinta millas; sin embargo, en algunos días viajaron hasta cuarenta. Los días calurosos y húmedos, las lluvias torrenciales, el lodo, las condiciones incómodas para dormir, el equipo que se quebraba y la escasez de alimentos, sumados a los alimentos no saludables, aumentaban sus sufrimientos. Los registros que han sobrevivido indican claramente que la fatiga física, la incomodidad, las enfermedades, el hambre y la sed, fueron sus experiencias mas desafiantes.

Uno podría esperar que José Smith, siendo el oficial al mando, se habría atendido mejor que a los demás. Sin embargo, se tomó, si acaso, muy pocos privilegios. George A. Smith reportó: “El Profeta José Smith llevó su porción completa de las fatigas de todo el viaje; además de la responsabilidad de proveer para el Campo y presidir sobre el, caminó la mayor parte del tiempo y tuvo su proporción completa de piés ampollados, sangrantes y adoloridos.” [33] Heber C. Kimball escribió: “Con frecuencia invité al Profeta a que viajara en mi carromato ya que lo veía cojear debido a sus pies ampollados. En tales ocasiones él nos bendecía a mí y a mis animales con buena voluntad y sinceridad.” [34] George A. recordó además que el Profeta mantuvo un optimismo constante, sin expresar nunca la mínima insatisfacción; “Durante todo el viaje nunca murmuró o expresó una queja, mientras que la mayoría de los hombres se quejaban con él porque sus dedos de los pies estaban adoloridos, por sus pies ampollados, por las largas jornadas, por la escasez de privisiones, por la mala calidad del pan, por la mantequilla rancia, por la miel fermentada, por el tocino y el queso agusanados, . . . ni siquiera un perro les podía ladrar a algunos hombres sin que murmuraran contra José.” [35]

Tristemente, las penurias generaron malos sentimientos, pleitos y frecuentes contenciones entre la compañía. Sylvester Smith fue particularmente contencioso y hablador, y su influencia se esparció a otros miembros del campo. El martes 3 de junio, después de casi un mes de viaje, durante el descanso del mediodía, José se paró en la parte trasera de un carromato y expresó una advertencia y condenación. George A. Smith reportó lo que dijo: “Que el Señor no estaba complacido con nosotros; que nuestras murmuraciones y acusaciones y falta de humildad habían encendido la ira del Señor en contra de nosotros; y que un azote severo vendría sobre el Campo y que muchos morirían como ovejas con la plaga. Él dijo ‘no puedo detenerlo; debe venir; pero por el arrepentimiento y la humildad y la oración de fe, el castigo puede ser reducido pero no puede ser evitado totalmente, porque como vive el Señor este Campo debe sufrir un azote severo debido a su iniquidad y rebelión. Lo digo en el nombre del Señor.’” [36] A pesar de dicho pronunciamiento, algunos siguieron exhibiendo un espíritu contencioso.

El 4 de junio, después de casi un mes de viaje, José dictó una carta para Emma en la cual anota algunas de sus enfermedades, pero aún así no expresa menosprecio:

Mi Querida Compañera,

Ahora dispongo de unos momentos para dictar unas cuantas palabras para que sepas como nos ha ido hasta la fecha.

Llegamos esta mañana a las riveras del río Mississippi, y no pudimos cruzar el río, ya que no había bote en el cual pudiéramos cruzar, pero esperan poner en el río un nuevo bote hoy al anochecer, así que tenemos la esperanza de poder cruzar en la mañana, y continuar con nuestro viaje. Hasta el momento, ha prevalecido un tolerable grado de unión entre los hermanos o el campo, y aparentemente todos estamos en mejores condiciones de salud que cuando salimos de Kirtland. . . . He podido soporta[r] la fatiga del viaje mucho mejor de lo que esperaba, excepto que he sido herido con cojera, he tenido ampollas en los pies, pero ahora ya están bien, y he tenido un poco del dolor en el costado. . . Durante todo el viaje, en medio de una gran compañía social de hombres honestos y sinceros, viajando sobre las planicies de los Nefitas, recordando ocasionalmente la historia del Libro de Mormón, caminando sobre los sepulcros de ese amado pueblo del Señor, recogiendo sus calaveras y sus huesos, como prueba de su autenticidad divina, y contemplando un campo tan fértil, el esplendor y la bondad tan indescriptibles, todo eso sirve para que el tiempo pase inadvertido, y si no fuera porque de vez en cuando en nuestros pensamientos persisten de una manera indescriptible, estar con nuestras esposas y nuestros hijos y con nuestros seres queridos según la carne con quienes estamos entrelazados en nuestros corazones; y también con nuestros hermanos y amigos, todo nuestro viaje hubiera sido como un sueño, y éste sería el período más feliz de toda nuestra vida. Con esta jornada hemos aprendido a viajar y esperamos con ansias el tiempo por venir, en el cual desandaremos lo andado, y hacer este viaje otra vez con el gozo y el abrazo de esta sociedad que tanto amamos. . . . Dile al Padre Smith [José Smith, padre] y a toda la familia, y al hermano Oliver [Cowdery] que se consuelen y vean hacia adelante al día en que terminen nuestras pruebas y las tribulaciones de esta vida, en el que gozaremos los frutos de nuestra labor si nos mantenemos fieles hasta el fin y oro porque ese pueda ser el final feliz para todos nosotros.

Tuyo, en los lazos de la aflicción.

José Smith, hijo. [37]

A pesar de las penurias físicas, el Campo de Sión también fue un tiempo espiritual. Las oraciones en grupo se efectuaban en las mañanas y en las noches. Usualmente, los domingos se dedicaron al descanso, para la adoración propia del día de reposo, incluyendo el participar de los sacramentos, para cantar, para predicar y para expresar su testimonio. La compañía experimentó varias curaciones milagrosas, intervenciones divinas, y a veces dieron poderosas expresiones de fe. Las experiencias y los encuentros a lo largo del camino le dieron al Profeta oportunidades de enseñar los principios del evangelio y lecciones prácticas para llevar una vida más semejante a la de Cristo. El Campo también fue el objetivo de sus regaños duros cuando observaba pecados o errores. Se sabe que profetizó de vez en cuando, y al menos en dos ocasiones les relató las experiencias espirituales que recibió mientras estaba con la compañía. [38]

El 5-6 de junio, a poco más de un mes de viaje a través de Ohio, Indiana e Illinois, aceptando más reclutas a lo largo del camino, el ejército mormón cruzó el río Mississippi cerca de Louisiana, Missouri. El 7 de junio las tropas llegaron a una ramita de la Iglesia conocida como el Salt River o Allred Settlement (nombrada en honor de James Allred, uno de los primeros conversos), situado en el actual Condado Monroe, y allí esperaron a la pequeña compañía de Lyman Wigh y Hyrum Smith que venía de Michigan. Con la llegada de este último contingente el 8 de junio, el Campo de Sión consistió de una fuerza de un poco más de doscientos hombres. Aquí se hicieron los últimos preparativos para el viaje al oeste de Missouri. El 12 de junio el ejército de Israel levantó el campamento y empezaron la travesía por el norte de Missouri. [39]

Mientras estaban en el campamento en el Salt River, el Profeta envió a Parley P. Pratt y a Orson Hyde a la ciudad de Jefferson, la capital del estado, para reunirse con el gobernador Dunklin, esperando recibir las órdenes concernientes al papel que el Campo de Sión tendría junto con las tropas que había reunido el estado. De acuerdo con el élder Pratt, el gobernador se retractó, y rehusó intervenir militarmente, declarando que “no se atrevía a aplicar las leyes al respecto, por temor a inundar a todo el país en una guerra civil y derramamiento de sangre,” pero que creía que los Santos debían continuar sus esfuerzos por medio de las cortes. [40] La postura de Dunklin fue una noticia devastadora ya que sin el apoyo inmediato de las tropas estatales, la reinstalación de los Santos desplazados de Missouri al Condado de Jackson —el objetivo principal del Campo de Sión— no podría efectuarse.

Inmediatamente después de la reunión con el gobernador, los élderes Pratt y Hyde se apuraron para unirse con la compaña a fin de reportarle a José Smith la postura de Dunklin. El 15 de junio los dos hombres llegaron al campo. Al saber la decisión del gobernador de no intervenir, José Smith estuvo muy decepcionado. ¿Qué se podría hacer ahora? ¿ Cómo debían proceder? A pesar de la noticia se tomó la decisión de seguir adelante para cuando menos encontrar y hablar con los líderes de la Iglesia y los miembros que vivían en el Condado de Clay y con la esperanza de que se pudiera recibir una revelación que diera alguna instrucción.

Mientras tanto, sus movimientos no habían pasado desapercibidos, en particular al pasar por Ray rumbo al Condado de Clay. El 19 de junio un gran grupo de unos doscientos hombres de Jackson cruzaron el río Missouri y se reunieron cerca del campamento mormón en el vado del Fishing River, con la intención de terminar el avance mormón. Muy probablemente habría ocurrido una confrontación encarnizada de no haber sido porque sobrevino una fuerte tormenta que causó que los beligerantes se dispersaran. [41]

El 22 de junio, mientras acampaban en un afluente del Fishing River justo en los límites del Condado de Clay, fue recibida la tan esperada revelación. En la revelación, algunas veces conocida como “la revelación del Fishing River,” el Señor le informó al Campo de Sión que debido a las circunstancias actuales, la redención de Sión tendría que esperar (véase Doctrina y Convenios 105: 9). Además, se les informó que su viaje y sus sacrificios no se había hecho en vano. “He oído sus oraciones y aceptaré su ofrenda” dijo el Señor, y entonces indicó que fue necesario que hicieran el viaje “para poner a prueba su fe.” (Doctrina y Convenios 105: 19). Mientras tanto, a la mayoría de los hombres se les instruyó para que regresaran a Ohio, en donde, se les aseguró, que recibirían “una magna investidura y bendición que derramaré sobre ellos” — una promesa que se cumplió en conexión con la bendición asociada al Templo de Kirtland— (Doctrina y Convenios 105: 12). A los Santos de Missouri que habían perdido sus hogares y sus bienes en el Condado de Jackson, el Señor les prometió que encontrarían “paz y seguridad” al vivir entre los ciudadanos de Clay (Doctrina y Convenios 105: 25).

Al día siguiente, 23 de junio, el Campo de Sión avanzó como dos millas al este de Liberty y llegaron al terreno que era propiedad de Algernon Sidney Gilbert y George Burkett, ambos mormones. Gilbert operaba el almacén de la Iglesia en Independence y, mientras vivió en el Condado de Jackson, también fue el agente para la Iglesia y para el obispo Edward Partridge.

Aquí, José Smith y los hermanos de Kirtland tuvieron una gozosa reunión con varios miembros de la Iglesia en Missouri, incluyendo al Obispo Partridge, William W. Phelps, Isaac Morley, John Corrill, Thomas B. Marsh, Lyman Wight, y algunos miembros de la familia Whitmer. Sin embargo, el gozo fue de corta duración. Al día siguiente, 24 de junio, el cólera golpeó al campo. El cólera es causado por una infección bacterial en el intestino. En el caso de los miembros del Campo de Sión, probablemente la contrajeron al beber agua contaminada (no es contagiosa) y se caracteriza por diarrea, vómitos y calambres en las piernas. Las personas con cólera severo sufren una pérdida rápida de líquidos, lo que les causa deshidratación y conmoción, lo que puede causar la muerte en unas horas. El cólera causó estragos en el campo en cumplimiento del “azote” que José Smith había predicho que sobrevendría sobre ellos debido a su comportamiento contencioso. Sesenta y ocho miembros sufrieron, en mayor o menor grado, los efectos de la enfermedad. Cuando empezó el brote, aún José y Hyrum estuvieron enfermos por un corto tiempo. Mientras los hermanos oraban pidiendo ayuda, Hyrum se paró de un brinco y exclamó: “He tenido una visión abierta, en la cual vi a mi madre de rodillas. . . y ella ahora le está pidiendo a Dios, entre lágrimas, que preserve nuestras vidas. . . El Espíritu me testifica que sus oraciones, junto con las nuestras, serán contestadas.” [42] Aunque posteriormente se recuperaron, otros no fueron tan afortunados. Tristemente, para el fin de semana habían muerto quince Santos de los Últimos, trece de los cuales eran miembros del Campo, incluyendo a una mujer, Betsy Parrish. Otros dos del área local también murieron, Algernon Sidney Gilbert y Phoebe Murdock una niña de nueve años (Phoebe era hija de John Murdock y Julia Clapp Murdock y probablemente estaba viviendo con los Gilbert). [43] Los muertos fueron envueltos en sábanas y enterrados en tumbas improvisadas cerca del Rush Creek. [44]

Uno puede sentir la profundidad de la tristeza que experimentó José Smith por la muerte de sus asociados y miembros de la Iglesia. Después de todo, habían hecho todo el viaje sin pérdida de vidas, solamente para que la muerte los venciera al final del viaje. Al regresar a Kirtland, él tomó la responsabilidad, y la carga, de informar a las familias de la muerte de sus seres queridos. Quizás la muerte que más le dolió y que fue más difícil de sobrellevar fue la de su primo Jesse J. Smith. Jesse fue el último que murió a consecuencia del cólera. [45] En febrero del año siguiente, el Profeta recibió algo de solaz con respecto a la muerte de las víctimas del cólera. José Smith les digo a Brigham y Joseph Young: “He visto a los hombres que murieron del cólera en nuestro campo, y el Señor sabe, que si obtengo una mansión tan brillante como la de ellos, no pido nada más.” [46]

El 3 de julio se efectuó una reunión general para los Santos que en ese entonces vivían en Missouri y para los miembros del Campo de Sión. La reunión se efectuó en la propiedad de Michael Arthur, situada como a tres millas al sur de Liberty. Arthur, un no-miembro de la Iglesia, había hecho amistad con los Santos y había empleado a algunos de ellos. Durante la reunión, José Smith, oficialmente disolvió el Campo de Sión y les dijo que eran libres para regresar a sus hogares. Sin embargo, es muy significativo que durante esta misma reunión, el Profeta organizó la Estaca de Missouri, siguiendo los lineamientos de la Estaca de Kirtland, al designar a doce sumos consejeros y designado a David Whitmer como presidente, con William W. Phelps y John Whitmer como presidentes asistentes o consejeros. [47]

Los miembros del Campo de Sión no regresaron a Ohio en un solo grupo grande sino que hicieron su camino de regreso a casa en grupos más pequeños. José Smith pasó unos cuantos días más en el Condado de Clay aconsejando e instruyendo a los líderes antes de comenzar su viaje de regreso. Salió el 9 de julio, y llegó de regreso a Kirltand alrededor del primero de agosto después de una ausencia de casi tres meses. [48]

Lamentablemente, algunos miembros del Campo de Sión apostataron posteriormente porque en verdad esperaban pelear, en tanto que otros perdieron la fe porque los Santos de Missouri no fueron restaurados a sus hogares y propiedades creyendo “Sión no fue redimida.” En pocas palabras, existieron entonces algunos y existen algunos hoy, que podrían ver la marcha al oeste de Missouri en 1834 como un fracaso. Pero para quienes ven mediante el ojo de la fe, el Campo de Sión tuvo éxito de muchas maneras. Al responder al llamado, los Santos de Ohio, Michigan, Pennsylvania y Nueva York demostraron su amor y lealtad hacia los miembros de la Iglesia que vivían en Missouri. Los miembros de la Iglesia en el Este también les brindaron a los santos exilados el dinero, las provisiones, y los materiales necesarios. Además mientras estaba en Missouri, José Smith organizó la Estaca y el sumo consejo de Missouri, fortaleciendo y solidificando aún más la estructura de la organización de la Iglesia. Sin embargo, y más importante que todo, para quienes demostraron su firmeza y lealtad, esta prueba de fe solidificó su fe y compromiso, preparándolos además para sus futuros puestos de liderazgo.

Para hombres como Wilford Woodruff y Brigham Young, el Campo de Sión les brindó la primera oportunidad de estar con José Smith por largo tiempo, y a pesar de sus pruebas, se regocijaron por lo que habían aprendido de él. El élder Woodruff escribió: “Obtuvimos una experiencia que jamás hubiéramos podido obtener de alguna otra manera. Tuvimos el privilegio de . . . viajar mil millas con [el Profeta] y vimos las obras del Espíritu de Dios con él, y las revelaciones de Jesucristo hacia él.” [49]

Brigham Young fue más explícito todavía. “He viajado con José Smith mil millas, mientras él guiaba al Campo de Israel. Lo he observado y ví todo lo que dijo o hizo. . . . Y ni por el pueblo de Kirtland cambiaría el conocimiento que obtuve de José Smith en este viaje; y quizás quieran tomar a todo el estado de Ohio y a todo Estados Unidos, y no los cambiaría por ese conocimiento . . . Ese fue el punto de partida para que yo aprendiera a dirigir a Israel.” [50] En otra ocasión él reportó: “Cuando regresé . . . a Kirtland, un hermano me dijo, ‘Hermano Brigham, ¿que fue lo que ganó con este viaje?’ le contesté, ‘Exactamente lo que fuimos a buscar; pero no cambiaría el conocimiento que he adquirido en esta temporada ni por todo el Condado de Geauga.” [51]

En 1835, poco después de organizar el primer Quórum de los Doce y el Primer Quórum de los Setenta, José comentó: “Hermanos, algunos de ustedes [estuvieron] enojados conmigo, porque no pelearon en Missouri; pero déjenme decirles, Dios no quería que lucharan. Él no podía organizar Su reino con doce hombres para abrir la puerta del Evangelio a las naciones de la tierra, y con setenta hombres que les siguieran . . . a menos que los escogiera de un grupo de hombres que hubieran ofrecido sus vidas, y que hubieran hecho un gran sacrificio tal como Abraham.” [52] Significativamente, nueve de los Doce originales y todos los Setentas originales habían marchado a Missouri. [53]

Finalmente, no debemos pasar por alto a José Smith. ¿ Cómo le afectó el Campo de Sión? ¿Qué influencia ejerció en su vida? Siendo el comandante, él pudo haber ganado y aprendido más de esta experiencia que ninguna otra persona.

Las Audiencias de la Iglesia para Sylvester Smith

Tan pronto como José Smith y la mayoría de los miembros del Campo de Sión regresaron a Kirtland, el gruñón Sylvester Smith, que había causado mucha contención mientras estaba en la expedición, empezó a propagar comentarios negativos acerca de la conducta de José Smith en el viaje de ida y vuelta a Missouri. Sylvester dijo que el Profeta profetizó mentiras, que distribuyó de manera injusta los dineros y los víveres del campo, y que abusó de su [la de Sylvester] personalidad. Los reportes y las acusaciones de Sylvester han de haber causado un revuelo considerable en la comunidad porque los líderes de la Iglesia se vieron forzados a llamar a una reunión para investigar los reclamos de Sylvester.

La reunión del 11 de agosto fue moderada por Newel K. Whitney que era el obispo de Kirtland. También estuvieron presentes varios sumos sacerdotes y élderes. Durante la reunión José habló en su propia defensa, y explicó las circunstancias con respecto a sus “reprimendas y castigos” para Sylvester, y llamó a algunos de los presentes que habían estado en el Campo de Sión para que atestiguaran al respecto, y así lo hicieron. Los diecisiete hombres que estaban presentes hablaron en su defensa, en tanto que el reporte indica que nadie se puso del lado de Sylvester. Después de una discusión considerable, el consejo concluyó que el Profeta “había actuado de manera honorable y apropiada en todos aspectos.” El obispo Whitney propuso que se publicara una declaración en The Evening and the Morning Star que indicara que el consejo había investigado la conducta del Profeta y que se concluyó que él era inocente de cualquier mala conducta. Las minutas indican que Sylvester hizo una confesión parcial y que Whitney le indicó que hiciera una confesión pública que también debía publicarse en The Evening and the Morning Star, lo cual aceptó hacer. [54]

Es importante hacer notar que las minutas de la reunión muestran claramente que ésta no era una audiencia formal en contra de José Smith. Menciono esto solamente porque algunos han concluido equivocadamente que la reunión del 11 de agosto fue en realidad una corte formal o un consejo disciplinario contra José Smith ya que era el acusado. De haber sido así, la audiencia habría sido, en esencia, efectuada contra el Profeta para juzgarlo en cuanto a su membresía en la Iglesia. Pero ese no fue el caso. La reunión se convocó meramente para investigar las acusaciones de Sylvester Smith.

Aparentemente, el arrepentimiento de Sylvester Smith fue de corta duración, porque el 27 de agosto se le envió un citatorio para que se presentara ante el sumo consejo de Kirtland en una audiencia formal por no haber enviado su confesión pública al Star y por seguir acusando a José Smith de conducta impropia. La audiencia que empezó el 28 de agosto, duró casi dos días y no se terminó sino hasta las tres de la mañana del 30 de agosto. Durante las deliberaciones, los doce miembros del sumo consejo hablaron abierta y libremente. Varios de los participantes en el Campo de Sión sirvieron como testigos, y todos ellos hablaron favorablemente en defensa del Profeta. Al terminar la reunión, el consejo emitió una declaración de que si él reconocía públicamente que había fallado al no cumplir con los requerimientos del consejo anterior (o sea, hacer una confesión pública en el Star) y que maliciosamente dijo falsedades contra la persona de José Smith, se le permitiría continuar siendo miembro de la Iglesia. Sylvester cumplió al escribir la siguiente declaración: “Por la presente certifico que los cargos o queja[s] citados son justos y verídicos, y así lo reconozco, según se fijó en las decisiones de este consejo, y firmando sus minutas con mi nombre propio y con mi propia mano. [Firmado] Sylvester Smith.” [55] Sylvester cumplió bien con su palabra, y en el primer número del Latter Day Saints Messenger and Advocate, los editores incluyeron su larga apología:

Es verdad, que surgieron algunas dificultades entre el hno. J Smith, hijo y yo, el verano pasado durante nuestros viajes a Missouri. . . . Pero ahora estoy totalmente satisfecho de que los errores por los cuales acusé [a José Smith] ante el consejo. . . nunca los cometió él; y mi contricción ha sido y sigue siendo profunda, porque acepté pensamientos en mi corazón que no eran correctos en lo que a él se refiere, y porque he sido el medio de que se levanten reportes que han salido fuera, en los cuales se censura la conducta, del hno. J.S. hijo, y dichos reportes no tienen ningún fundamento. Y espero, que esta declaración de la verdad, escrita con mi propia mano, y enviada al mundo, por medio del Messenger and Advocate, pondrá punto final a todos los reportes inicuos y a las censuras, que hayan surgido de cualquier cosa que yo haya dicho o hecho.” [56]

Un epílogo interesante al asunto de Sylvester Smith, se puso unos meses después cuando el Primer Quórum de los Setenta fue organizado por José Smith el 28 de febrero de 1835. Es muy significativo, que en esa ocasión el Profeta llamó a Sylvester Smith a ser uno de los siete presidentes del quórum, un hecho que revela la capacidad extraordinaria de José para dar el perdón hacia alguien que había demostrado una gran animosidad contra él. [57] Tristemente, durante la crisis económica de 1837, Sylvester se volvió contra el Profeta otra vez y fue uno, de cerca de una docena de los élderes principales que se desilusionaron con el liderazgo de José, y fue excomulgado de la Iglesia. [58]

Un Segundo Campo de Sión

A mediados de agosto, tan solo dos semanas después de su regreso del Campo de Sión a Kirtland y durante lo más álgido de la controversia de Sylvester Smith, José Smith dictó una carta para varios de los líderes de la Iglesia en Missouri. Uno de los aspectos más significativos de ese documento es que el Profeta esperaba que en los meses siguientes, los mormones siguieran congregándose en el oeste de Missouri (especialmente en el Condado de Clay), a fin de que llegara el tiempo en que hubiera una cantidad suficiente de Santos allí para que pudieran regresar al Condado de Jackson y reclamar sus tierras. José llegó a fijar una fecha para ello. Fíjense en las palabras en la carta: “Usen todos sus esfuerzos para que las iglesias se reúnan en esas regiones y se preparen para estar listos para ir al Condado de Jackson en dos años a partir del próximo 11 de septiembre, que es la fecha fijada para la redención de Sión.” En otras palabras, el Profeta esperaba que el 11 de septiembre de 1836, la Iglesia hiciera otro intento — un segundo Campo de Sión— para regresar al Condado de Jackson. Les aconsejó además que se estuvieran quietos. “Que no se sepa esto por todas partes, que cada corazón lata en silencio y que todas las bocas estén cerradas.” [59]

Por los siguientes dos años, continuó la emigración mormona al oeste de Missouri y también continuaron las expectativas de que los Santos hicieran otro intento por regresar a Jackson. Sin embargo, para el verano de 1836, algunos de los habitantes de Clay se preocuparon con el creciente número de mormones en la región, lo que dio lugar a algunos brotes aislados de violencia Estas hostilidades hicieron que los líderes de la Iglesia en Missouri a buscaran otros lugares para que se establecieran los mormones. En agosto, W. W. Phelps y John Whitmer compraron terreno, una milla cuadrada, en una porción del Condado de Clay relativamente deshabitada y allí establecieron Far West como el nuevo lugar de recogimiento. En breve, a pesar de las expectativas del Profeta para volver al Condado de Jackson en septiembre de 1836, las condiciones de la época obligaron a que los Santos se reubicaran más que re-ocuparan, y se abandonó el plan de Jackson o el segundo Campo de Sión.

Continua la Construcción de la “Casa del Señor” en Kirtland

La revelación de junio de 1834 en el Fishing River que terminó con el Campo de Sión, cambió la atención del Profeta a otra cosa. La revelación explicaba que el éxito futuro de Sión dependía de la terminación del Templo de Kirtland y de la necesidad de que los élderes purificaran sus vidas a fin de comulgar con Dios en la Casa del Señor, en donde recibirían una investidura de Su poder como preparación de los eventos escatológicos y el reino milenario de Cristo que estaban por venir (véase Doctrina y Convenios 105: 9-13). Como seguimiento de estos objetivos, tan pronto como regresó del Campo de Sión, la meta principal de José Smith fue continuar con la construcción del templo y de preparar a algunos hombres seleccionados para recibir una investidura espiritual. La construcción en el Templo de Kirltand, que había comenzado en junio de 1833, se reanudó a partir de septiembre de 1834 bajo la dirección de Artemius Millet, un converso mormón de Canadá. Mientras tanto, en diciembre de 1834, la Iglesia terminó la construcción de una casa de dos pisos detrás del templo para ser usada como imprenta, escuela y centro de reuniones mientras se terminaba el templo. [60]

Reconociendo la necesidad de preparar a los poseedores del sacerdocio para la obra misional y para el derramamiento de bendiciones espirituales asociadas con el Templo de Kirtland, bajo la dirección de José Smith se reorganizó y reconstituyó la Escuela de los Élderes (conocida anteriormente en 1833 como la Escuela de los Profetas) empezando en noviembre de 1834 y siguiendo hasta marzo de 1835. Los miembros de la escuela salieron principalmente de las filas de los élderes y de los sumos sacerdotes de Kirtland. Sin embargo, varios líderes de la Iglesia de Missouri, que pasaron el invierno 1834-1835 en Kirtland, también asistieron. El Profeta y Sidney Rigdon presidieron en la escuela y fueron los principales instructores y maestros, aunque algunos otros hombres fueron invitados a hablar y enseñar a los hombres. Empezando en diciembre de 1834 y continuando por todo enero de 1835, se preparó y presentó a los participantes una serie de conferencias teológicas formales (tituladas después como Discursos sobre la Fe). Las clases se dieron periódicamente a lo largo del invierno en un cuarto debajo de la oficina de la imprenta situada al oeste del Templo de Kirtland, que como se indicó estaba en construcción. [61]

José Smith como Editor

Los años 1830s presenciaron una erupción de medios impresos por todo Estados Unidos y casi todos los que apoyaban una causa usaron la prensa para promover sus ideas y opiniones. José Smith comprendió el poder de la palabra impresa y la necesidad de diseminar y defender los puntos de vista, las políticas y la doctrina de la Iglesia tanto a los miembros de la Iglesia como al público en general. Por tanto, empezando en 1834, el líder mormón empezó a planificar un rol más activo en los esfuerzos y operaciones de impresión de la Iglesia.

Después de la destrucción, en julio de 1833, de la imprenta de la Iglesia y de la prensa de The Evening and the Morning Star en Independence, Missouri se suspendieron las operaciones de impresión hasta que los líderes de la Iglesia en Ohio pudieron adquirir otra prensa y construir una imprenta en Kirtland. Después de obtenerlos en diciembre de 1833, se publicaron otros diez números del Star, cuyo último número fue en septiembre de 1834. Ese mismo mes se formó un comité de publicaciones, integrado por José Smith, Oliver Cowdery, Sidney Rigdon y Frederick G. Williams, cuyo objetivo principal era publicar por segunda vez un libro con los documentos reveladores del Profeta. Para llevar a cabo esta tarea, W. W. Phelps, que había publicado el Star y un segundo periódico mormón, el Upper Missouri Advertiser, fue reclutado y se mudó de Missouri a Kirtland para ayudar en el proyecto.

En octubre de 1834, apareció el primer número del Latter Day Saints’ Messenger and Advocate que reemplazó al Star como el órgano oficial de la Iglesia. Durante los tres años que duró, sirvieron como sus directores Oliver y Warren Cowdery, W.W. Phelps y John Whitmer, en tanto que los nombres de José Smith, Sidney Rigdon y William Marks aparecieron como los editores. [62] De manera prominente aparecieron en las páginas del periódico artículos, cartas y declaraciones de José Smith, que ilustran su deseo de promulgar sus puntos de vista y su voz profética. Es más, durante este período los líderes de la Iglesia, incluyendo a José Smith, a menudo hablaban abierta y libremente acerca del gobierno, la política y los temas sociales del día.

Revelación para Warren Cowdery

A fines de noviembre de 1834. Warren Cowdery, el hermano mayor de Oliver (le llevaba ocho años), visitó Kirtland. En esa época, Warren estaba viviendo en Freedom, Nueva York, situada en el extremo oeste del estado. Él y su familia se bautizaron en la Iglesia en 1831. A principios de marzo de 1834, mientras reclutaban hombres para el Campo de Sión, José Smith y Parley P. Pratt pasaron tres días (del 9 al 11 de marzo) en el hogar de los Cowdery en Freedom. [63]

Durante la visita de Warren Cowdery a Kirtland en 1834, pidió que el Profeta pronunciara una bendición o revelación en su favor. En la revelación él fue llamado a ser el sumo sacerdote presidente de la rama de Freedom con el encargo de “dedi[car] su tiempo entero a este alto y santo llamamiento.” “Seré misericordioso con él” continúa la revelación, “y no obstante la vanidad de su corazón. . . . Y le daré gracia y confianza para que se sostenga firme; y si continúa siendo un testigo fiel y una luz a la iglesia, he preparado para él una corona en las mansiones de mi Padre.” La revelación se registró en el Libro de Revelaciones de Kirtland y posteriormente fue canonizada como la sección 99 de la Doctrina y Convenios de 1835. Hoy en día, la revelación es parte de Doctrina y Convenios sección 106.

La Designación de Oliver Cowdery como Presidente Asistente

El 15 de diciembre de 1834, se hizo un importante cambio en la organización de la Iglesia. En esa fecha José Smith presidió en la designación y la ordenación de Oliver Cowdery como “Presidente asistente del Santo y Sumo Sacerdocio.” Las minutas de la reunión dicen lo siguiente:

De acuerdo a la dirección del Santo Espíritu, el Presidente Smith, los presidentes asistentes Rigdon y Williams, se reunieron con el propósito de ordenar al primer Sumo Consejero Cowdery al oficio de Presidente asistente del Santo y Sumo Sacerdocio en la Iglesia de los Santos de los Últimos Días.

Es necesario, para beneficio especial del lector, que se le instruya en y con respecto al poder y autoridad del ya mencionado Sacerdocio.

Primero. El oficio del Presidente es el de presidir sobre Toda la Iglesia; el ser considerado como la cabeza; recibir revelaciones para la Iglesia; el ser un Vidente —y Revelador y Profeta poseyendo todos los dones de Dios:— teniendo a Moisés como ejemplo. Tal es el oficio y posición del mencionado Presidente Smith, de acuerdo al llamamiento de Dios, y la ordenación que ha recibido.

Segundo. El oficio de Presidente Asistente es el de ayudar a presidir sobre toda la Iglesia, y el de oficiar en la ausencia del Presidente, de acuerdo a su obra y asignación, por ejemplo: el Presidente Cowdery, primero; el Presidente Rigdon segundo; y el Presidente Williams tercero, tal como fueron llamados. El oficio de este Sacerdocio, también es el de actuar como Portavoz — teniendo como ejemplo a Aarón.—

La virtud del mencionado Sacerdocio es poseer las llaves del Reino de los cielos, o sea la iglesia militante.

El lector podrá entender además, que la razón de por qué el Sumo Consejero Cowdery no fue ordenado anteriormente a la Presidencia, fue como consecuencia de su estadía en Sión, para ayudar a W. W. Phelps en la dirección del negocio de la imprenta; pero que esta promesa le fue hecha por el Ángel cuando estaba con el Presidente Smith en la fecha en que recibieron el oficio del sacerdocio menor. Y además: Las circunstancias y la situación de la Iglesia requirieron que los Presidentes Rigdon y Williams fueran ordenados primero , a fin de ayudar al Presidente Smith. [64]

En esta capacidad, Cowdery fue elevado en autoridad sobre la que tenían Sidney Rigdon y Frederick G. Williams, los dos consejeros en la Primera Presidencia. Su autoridad en el sacerdocio y sus responsabilidades seguían a las de José Smith. Este nombramiento también iba de acuerdo con la designación anterior de Cowdery como “el segundo élder” hecha el día de la organización de la Iglesia (el 6 de abril de 1830). Cowdery continuó en el oficio de Presidente Asistente hasta su excomunión el 12 de abril de 1838.

El 19 de enero de 1841, Hyrum Smith fue designado para ocupar el oficio que tuvo Cowdery. Fíjense en las siguientes palabras: “y desde ahora en adelante, lo nombro profeta, vidente y revelador de mi iglesia, así como mi siervo José; a fin de que también obre de común acuerdo con mi siervo José, y de él reciba consejo, y mi siervo José le mostrará las llaves mediante las cuales podrá pedir y recibir, y ser coronado con igual bendición, gloria, honra, sacerdocio y dones del sacerdocio que en un tiempo se confirieron al fue mi siervo Oliver Cowdery” (Doctrina y Convenios 124: 94-95). Después de la muerte de Hyrum el 27 de junio de 1844, el oficio de Presidente Asistente fue descontinuado.

La Bendición Patriarcal de José Smith

Quizás el evento culminante del año 1834 para José Smith fue el privilegio que tuvo de recibir su bendición patriarcal bajo las manos de su padre que tenía sesenta y tres años de edad. El 18 de diciembre de 1833, José Smith ordenó a su padre al oficio de patriarca, pero debido quizás a su deseo de ser digno de oficio tan sagrado y de la responsabilidad que conlleva de declarar una voz profética, por cerca de un año después de su ordenación José padre, no ofició en su llamamiento y no se confirieron bendiciones patriarcales. Sin embargo, el 9 de diciembre de 1834, José padre, pronunció las primeras bendiciones patriarcales sobre sus hijos y sus esposas en la casa del Profeta. Oliver Cowdery estuvo presento y sirvió como registrador. El orden de las bendiciones fue del mayor al menor, siendo Hyrum el primero, seguido por su esposa Jerusha. Calvin W. Stoddard, el esposo de Sophronia fue bendecido en tercer lugar, seguido por Sophronia. La bendición de José fue la quinta. Aunque no se mencionará aquí toda la bendición, se pueden resaltar algunos pasajes selectos:

El Señor tu Dios te ha llamado por nombre desde los cielos: has oído su voz desde los cielos de vez en cuando, aún en tu juventud. . . .

Has buscado conocer sus caminos y desde tu niñez has meditado mucho sobre las grandes cosas de su ley. . . .

Has sido un hijo obediente: los mandamientos de tu padre y las reprensiones de tu madre, has respetado y obedecido — por todas estas cosas el Señor mi Dios te bendecirá. . . .

Has sido llamado, aún desde tu juventud a la gran obra del Señor: para hacer una obra en esta generación la cual ningún otro la haría como tu . . . .

Te bendigo con las bendiciones de tu padres Abraham, Isaac y Jacob; y con las bendiciones de tu padre José, el hijo de Jacob. He aquí, él vio a su posteridad en los últimos días, cuando serían esparcidos y llevados cautivos por los gentiles, y lloró delante del Señor: él buscó diligentemente saber de donde vendría el hijo que traería la palabra del Señor, por medio de la cual pudieran ser iluminados y traídos de vuelta al redil verdadero, y sus ojos te contemplaron, mi hijo: su corazón se regocijó y su alma estuvo satisfecha. . . .

Vivirás para hacer la obra que el Señor te mandará: poseerás las llaves de este ministerio, aún la presidencia de esta Iglesia, tanto en el tiempo como en la eternidad. . . .

Millares y decenas de millares llegarán al conocimiento de la verdad mediante tu ministerio, y te regocijarás con ellos en el Reino Celestial. [65]

Tales promesas son un tributo muy adecuado para José Smith.

Resumen

Para resumir, 1834 fue un año muy ocupado para José Smith. Él se ausentó de su casa durante casi cuatro meses. Por cerca de un mes viajó por el noreste de Ohio, por Pennsylvania y por el occidente de Nueva York haciendo reclutamientos para el Campo de Sión. A mediados de abril viajó al Condado de Medina para dirigir una conferencia, y ese mismo mes pasó varios días en Chardon, Ohio, para asistir a las audiencias de la corte contra el ex-mormón Philastus Hurlbut. Y por casi tres meses estuvo de viaje con el Campo de Sión.

Eclesiásticamente, organizó el sumo consejo de la Estaca de Kirtland en febrero y el sumo consejo de la Estaca de Missouri en julio y las minutas del consejo de Kirtland que posteriormente se incluyeron como la sección 5 en la edición de 1835 de la Doctrina y Convenios (ahora es Doctrina y Convenios 102). Además, Oliver Cowdery recibió su nombramiento como Presidente Asistente en diciembre. Finalmente, la Iglesia adoptó un nuevo nombre; La Iglesia de los Santos de los Últimos Días.

En su papel de visionario o vidente, continuó experimentado visiones —cuando menos cuatro— que incluyen el modelo y la organización de los consejos de la Iglesia (en febrero), una visión de Adán (en abril), y dos visiones mientras estaba en el Campo de Zión (mayo y junio). También recibió cuando menos cinco revelaciones, cuatro que han sido canonizadas (Doctrina y Convenios secciones 103, 104, 105 y 106), y una revelación no canonizada recibida el 28 de abril de 1834. En su rol profético predijo que la Iglesia experimentaría un gran crecimiento numérico por todo el mundo, pero particularmente en Norte y Suramérica.

Es imposible medir las experiencias de liderazgo o los atributos cristianos que José Smith obtuvo o desarrolló posteriormente a sus experiencias en el Campo de Sión, el juicio de Philastus Hurbut o las audiencias de Sylvester Smith —todas ellas pruebas para su fe personal.— Estas son virtudes espirituales. Sin embargo, en 1839, mientras estaba preso en la Carcel de Liberty, el Señor le reveló el principio de que todos los eventos o sucesos que conforman nuestra vida, tanto positivos como negativos, “te servirán de experiencia, y serán para tu bien” (Doctrina y Convenios 122: 7). Seguramente todo lo que José Smith experimentó en 1834 fue para su bien. Seguramente que aprendió lecciones del evangelio muy valiosas; lecciones referentes a “la fe, la virtud, el conocimiento, la templanza, la paciencia, la bondad fraternal, piedad, caridad, humildad, [y] diligencia” (Doctrina y Convenios 4: 6). En breve, 1834 fue un importante capítulo en la vida de José Smith que lo definió y refinó aún más como profeta-líder para los Santos de los Últimos Días.

Notas

[1] El Libro de Minutas del Consejo de Kirtland, páginas 29-30, Biblioteca de la Historia de la Iglesia, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Salt Lake City.

[2] El 18 de febrero, un día después de la primera reunión del consejo, José Smith le hizo correcciones a las minutas. Entonces, el 19 de febrero, se reunió un grupo más grande de miembros del sacerdocio y por “voz unánime” aceptó las minutas corregidas como la “constitución del sumo consejo de la Iglesia de Cristo” (El Libro de Minutas del Consejo de Kirtland, página 36; véase también Doctrina y Convenios 102: 3, 10, 12).

[3] José Smith, hijo, History of the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, editada por B.H. Roberts, 2ª edición revisada (Salt Lake City: Deseret Book 1971), 1: 446; de aquí en adelante se citará como History of the Church.

[4] De R. W. Wells a Alexander W. Doniphan y David R. Atkinson, 21 de noviembre de 1833, citado en José Smith, History of the Church, 1: 451-452.

[5] “Para su Excelencia, Daniel Dunklin, Gobernador del Estado de Missouri,” citado en José Smith, History of the Church, 1: 451-452.

[6] De John Corrill para Oliver Cowdery, diciembre de 1833, publicado en The Evening and the Morning Star, enero de 1834, página 126.

[7] “Del Gobernador Dunklin a los Hermanos en Missouri,” 4 de febrero de 1834, citado en History of the Church, 1: 476-478.

[8] W. W. Phelps a José Smith, 15 de diciembre 1833, citado en History of the Church, 1: 457.

[9] “Las Minutas”, citadas en History of the Church, 2: 39.

[10] Véase de Milton V. Backman, hijo, The Heavens Resound: A History of the Latter-day Saints in Ohio, 1831-1838 (Salt Lake City: Deseret Book, 1983), páginas 173-174; de Roger D. Launius, Zion’s Camp: Expedition to Missouri, 1834 (Independence: Herald House, 1984), páginas 33-39; y la Autobiography of Parley P. Pratt, editada por Parley P. Pratt, hijo, (Salt Lake City: Deseret Book, 1985), páginas 87-92.

[11] The Papers of Joseph Smith, vol. 2 Journal, 1832-1842, editado por Dean C. Jessee *Salt Lake City: Deseret Book, 1989-1992), páginas 21-27.

[12] Papers of Joseph Smith, 2: 27.

[13] Brigham Young, Manuscript History of Brighm Young, 1801-1844, editado por Elden J. Watson (Salt Lake City: Smith Secretarial Service, 1968), página 8.

[14] Véase de George A. Smith, “My Journal,” Instructor, febrero de 1946, página 78; y George A. Smith, “My Journal,” Instructor, abril de 1946, página 195.

[15] Véase de Eber D. Howe, Mormonism Unveiled: or, A Faithful Account of That Singular Imposition and Delusion, From Its Rise to the Pressent Time (Painesville, OH: por el autor, 1834).

[16] Papers of Joseph Smith, 2: 29. José Smith reportó que a Hurlbut le cobraron casi trescientos dólares por los gastos de la corte History of the Church, 2: 49). Sin embargo, la cantidad real fue de $112.59 (Papers of Joseph Smith, 2: 29 nota 1).

[17] Kirtland Council Minute Book, página 44; véase también History of the Church, 2: 52.

[18] El Libro de Minutas de la Escuela de los Profetas de Salt Lake City, el 11 de octubre de 1833, página 67, Biblioteca de Historia de la Iglesia. El diario de José Smith es la fuente para la fecha de la conferencia que se efectuó el 20-21 de abril de 1834 (Papers of Joseph Smith 2: 30-32; José Smith, History of the Church, 2: 52-54).

[19] Los versículos que se citan más comunmente de la revelación son Doctrina y Convenios 104: 14-18. Para un comentario detallado de la Firma Unida en el contexto de Doctrina y Convenios sección 104, véase “Joseph Smith and the United Firm” por Max H. Parkin, BYU Studies 46, núm. 3 )2007_: páginas 5-66.

[20] La revelación dice: “He aquí, así dice el Señor con respecto a la división y acuerdo de la Firma Unida. Resérvense tres mil dólares para los derechos y reclamaciones de la Firma en Kirtland para que en el tiempo debido, sean herencias, sí cuando el Señor lo desee; y que esta reclamación, se tenga en memoria cuando el Señor lo revele como derecho de heredad, y sois hechos libres de la Firma en Sión; y la Firma en Sión queda libre de la Firma en Kirtland; Así dice el Señor, Amén” (Kirtland Revelation Book, página 111).

[21] Thomas G. Alexander, Things in Heaven and Earth: The Life and Times of Wilford Woodruff, a Mormon Prophet (Salt Lake City: Signature Books, 1993), páginas 21, 28.

[22] Wilford Woodruff, “Discurso de Wilfor Woodruff,” Millenial Star, 5 de octubre de 1891, páginas 627-628.

[23] El Diario de Wilford Woodruff, 27 de abril de 1834, Biblioteca de la Historia de la Iglesia; publicado en Wilford Woodruff’s Jounal, 1833-1898, Typescript, editado por Scott G. Kenney (Midvale, UT: Signature Books, 1983-1984), 1:9. Woodruff anotó además en su diario: “Me pareció que en esa reunión se manifestó más luz con respecto al evangelio y el reino de Dios que lo que yo había recibido de todo el mundo sectario. El Profeta reunió a los hombres que iban a ir a Sión antes de salir de Kirtland [pág. 4] [y los] selló para vida eterna.”

[24] Wilford Woodruff, en Annual Conference of the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints (Salt Lake City: The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 1898), página 57. Es muy interesante darse cuenta de que la conferencia general de abril de 1898 sería la última de Wilford Woodruff (murió el siguiente septiembre) y que se haya sentido inclinado en esa ocasión a compartir sus recuerdos alrededor de la primera vez que oyó predicar a José Smith.

[25] José Smith, History of the Church, 2: 61.

[26] The Evening and the Morning Star, mayo de 1834, página 160. David Whitmer recordó que Sidney Rigdon fue el principal responsable por cambiar el nombre de la Iglesia de Cristo al de Iglesia de los Santos de los Últimos Días (David Whitmer, An Address to all Believers in Christ, [Richmond, MO: por el autor: 1887], página 73). Whitmer dijo también que él se opuso a ese nombre porque no contenía el nombre de Cristo (Whitmer, An Address to all Believers in Christ, páginas 62 y 74.

[27] Autobiografía de George A. Smith, página 18, Biblioteca de Historia de la Iglesia.

[28] “La Historia de José Smith,” Times and Seasons, 1 de enero de 1846, página 1074; también Zion’s Camp, de Roger D. Launius, páginas 51-52.

[29] Ver de Craig K. Manscill, “‘Journal of the Branch of the Church in Pontiac, 1834': Hyrum Smith’s Division of Zion’s Camp” en BYU Studies 39, núm. 1 (2000): páginas 167-188. En Illinois, Charles C. Rich se unió al grupo de Michigan, aumentando el total a dieciocho.

[30] Ver de Andrea G. Radke, “We Also Marched: The Women and Children of Zion’s Camp,” BYU Studies 39, núm. 1 (2000): páginas 147-165.

[31] Autobiography of Parley P.Pratt, página 93.

[32] De José Smith para Emma Hale Smith, Biblioteca-Archivos de la Comunidad de Cristo, Independence, Missouri; en The Personal Writings of Joseph Smith, editado por Dean C. Jessee, edición revisada (Salt Lake City: Deseret Book; Provo, UT: Brigham Young University Press, 2002) páginas 340-341.

[33] George A. Smith, “My Journal,” Improvement Era, mayo de 1946, página 217.

[34] Orson F. Whitney, Life of Heber C. Kimball, (Salt Lake City: Bookcraft, 1979), página 42.

[35] George A. Smith, “My Journal,” Improvement Era, mayo de 1946, página 217.

[36] George A. Smith, “My Journal,” Instructor, abril de 1946, página 184; José Smith, History of the Church, 2:80.

[37] De José Smith para Emma Hale Smith, 4 de julio de 1834, 2º libro de Correspondencia de José Smith, páginas 56-58, Biblioteca de Historia de la Iglesia, publicado en Personal Writings of Joseph Smith, páginas 344-346.

[38] La visión más conocida que recibió José Smith mientras estaba en el Campo de Sión fue la visión de Zelph (“History of Joseph Smith,” Times and Seasons, 1 de enero de 1846, página 1076; e History of the Church, 2: 79-80). Para un examen erudito del incidente de Zelph ver “The Zelph Story,” por Kenneth W. Godfrey, en BYU Studies 29, nú. 2 (1989); páginas 31-56; y “What is the Significance of Zelph in the Study of the Book of Mormon Geography?” por Kenneth W. Godfrey, Journal of Book of Mormon Studies 8, núm. 2 (1999): páginas 71-79. Nathan Tanner reportó otra visión recibida por el Profeta mientras viajaba con el Campo de Sión. Registró: “ Tuve el placer de verlo [a José] cuando tuvo la visión en la que vio el terreno por el cual habíamos viajado en un alto grado de cultivo. Esto sucedió mientras iba cabalgando, y cuando acampó, hizo que colocaran un carromato en el centro del campamento, se subió en él, y le dijo al campo lo que había visto en el Espíritu. Fue algo glorioso, y poder oírlo fue grandioso” (Nathan Tanner, Reminiscences, en John Tanner and His Family por George S. Tanner, [Salt Lake City: Publishers Press, 1974], páginas 382-383).

[39] History of the Church, 2: 87-88.La cantidad total de hombres que formaban el Campo de Sión cuando se unieron las dos compañías es variable. La History of the Church declara que eran 204. Launius da la cantidad de 208 (Zion’s, pág. 103). Milton V. Backman hijo, declara que fueron 207 (The Heavens Resound: A History of the Latter-day Saints in Ohio, 1830-1838 [Salt Lake City: Deseret Book, 1983], pág. 185, vése también el Apéndice A, pág. 377).

[40] Autobiography of Parley P. Pratt, pág. 94; véase también History of the Church, 2:24.

[41] José Smith, History of the Church, 2: 102-105.

[42] Lucy Mack Smith, Biographical Sketches of Joseph Smith, the Prophet, and His Progenitors for Many Generations (Londres: S. W. Richards, 1853), pág. 201.

[43] Véase de José Smith, History of the Church, 2: 114-120. El número total de muertes causadas por el cólera que se mencionan en la mayoría de las historias acerca del Campo de Sión es de catorce que incluyen a Gilbert, aunque, como se indicó en el texto, no era miembro del campo. La muerte de Phoebe Murdock elevó a 15 el número total de víctimas del cólera.

[44] En 1958, Boyd Park, propietario de una granja en Rush Creek, encontró tres esqueletos humanos que habían sido descubiertos por sus vacas. Reportes anatómicos hechos por la Universidad de Missouri, confirmaron posteriormente que los restos eran de los del Campo de Sión. El 25 de de marzo de 1976, los esqueletos fueron sepultados en el Cementerio Mound Grove en Independence, Missouri (LaMar C. Berrett y otros, editores de Sacred Places, vol. 4: Missouri [Salt Lake City: Deseret Book, 2004], páginas 200-201).

[45] José Smith, History of the Church, 2: 120.

[46] Joseph Young, “History of the Organization of the Seventies,” tal como se cita en History of the Church, 2: 181 n.

[47] José Smith, History of the Church, 2: 122-124.

[48] José Smith, History of the Church, 2: 139.

[49] En Journal of Discourses (Londres: Latter-day Saints’ Book Depot, 1854-1886), 13: 158.

[50] Sal Lake High Council Record 1869-1872, páginas 83-84, Biblioteca de Historia de la Iglesia, según se cita en Brigham Young: American Moses, de Leonard J. Arrington (Nueva York: Alfred A. Knopf, 1985), páginas 45-46.

[51] En Journal of Discourse, 2: 10.

[52] Joseph Young, “History of the Organization of the Seventies,” como se cita en Jose Smith, History of the Church, 2: 182 n.

[53] Los tres que no eran miembros del Campo de Sión fueron: Thomas B. Marsh, David W, Patten y John F. Boynton. Marsh y Patten estaban viviendo en el Condado de Clay, lo cual explica el por qué no participaron. Boynton estaba cumpliendo una misión en Maine en la fecha de partida del Campo de Sión.

[54] “Minutes of a Council Held in Kirtland, el 11 de agosto de 1834," José Smith, History of the Church, 2: 142-143. La declaración o el reporte hecho por el Consejo se publicó poco después como “Conference Minutes” en The Evening and the Morning Star, agosto de 1834, pág. 182; véase también History of the Church, 2: 147-149.

[55] Las minutas de la audiencia del 28 de agosto están publicadas en History of the Church, 2: 151-159.

[56] De Sylvester Smith a Oliver Cowdery, 28 de octubre de 1834, en Latter-day Saints’ Messenger and Advocate, octubre de 1834, páginas 10-11.

[57] José Smith, History of the Church, 2: 203. Para un análisis de la relación de José Smith con Sylvester Smith, véase de Arnold K. Garr, “Joseph Smith: Man of Forgiveness,” en Joseph Smith: The Prophet, the Man, publicado por Susan Easton Black y Charles D. Tate hijo (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 1993), páginas 127-132.

[58] Milton V. Backman, Heavens Resound, pág. 328.

[59] Carta de José Smith para Lyman Wight, Edward Partridge, John Corrill, Isaac Morley y otros, 16 de agosto de 1834, Joseph Smith Letter Book 1, página 85, Biblioteca de Historia de la Iglesia; History of the Church, 2:145.

[60] Milton V. Backman, Heavens Resound, pág. 156.

[61] Milton V. Backman, Heavens Resound, páginas 268-270.

[62] Ver de Peter Crawley, A Descriptive Bibliography of the Mormon Church (Provo, UT: Religous Studies Center, Brigham Young University, 1997, 2005), 1: 32-34; 47-49.

[63] Para un breve análisis de la visita de José Smith y Parley P. Pratt a Freedom, Nueva York en marzo de 1834, véase de Mark A. Steele, “Finding Saints: Mormon Conversions in Freedom, New York.” en Mormon Historical Studies 8, números. 1-2 (Primavera/Otoño 2007); págs. 42-43.

[64] Manuscript History of the Church, A-1, 17, Biblioteca de Historia de la Iglesia. El documento está en la letra de Oliver Cowdery; véase también Papers of Joseph Smith, 1: 20-22; 2: 36 e History of the Church, 2: 176.

[65] La bendición de José Smith padre a José Smith hijo, Patriarchal Blessing Book 1, páginas 3-4, Biblioteca de Historia de la Iglesia.