La discusión de temas difíciles: el matrimonio plural
Andrew H. Hedges, Rachel Cope, Gerrit J. Dirkmaat, and Thomas A. Wayment
Andrew H. Hedges (andrew_hedges@byu.edu) es profesor asociado de la doctrina e historia de la Iglesia.
Rachel Cope (rachel_cope@byu.edu) y Gerrit J. Dirkmaat (gerrit_dirkmaat@byu.edu) son profesores asistentes de la doctrina e historia de la Iglesia.
Thomas A. Wayment (thomas_wayment@byu.edu) es profesor de escrituras antiguas en BYU.
Nota del Editor: Esta entrevista se efectuó para comentar dos ensayos recientes sobre el matrimonio plural que se publicaron en:
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Wayment: ¿Podrían comentarnos algún antecedente general para esos dos ensayos sobre la poligamia y cuál fue la intención al prepararlos? Por supuesto, ustedes no están dando la posición oficial de la Iglesia, pero ¿qué es lo que los ensayos quieren tratar?
Hedges: Como yo lo entiendo, estos ensayos se escribieron para ayudar a la membresía general de la Iglesia a entender algunas de las razones para que se instituyera el matrimonio plural y también para explicar la forma en que funcionó, al inicio en Kirtland y Nauvoo, y posteriormente en Utah. Y en el proceso de comentar su funcionamiento, estos ensayos tienen la intención de contestar algunas de las preguntas más sensibles y agitadoras que andan por ahí, especialmente en cuanto a la participación de José Smith. La gente tiene muchas preguntas acerca de cuando comenzó, quienes participaron en el matrimonio plural, cuántos participaron, las edades de las mujeres y si ellas tuvieron dos o más esposos. Así que esos temas se mencionan conforme avanza el primer ensayo.
Dirkmaat: Y estos son parte de una serie de ensayos acerca de temas del evangelio; así que éste no es un intento aislado para hablar de la poligamia. Hay un contexto. Y hay otros temas que se van a tratar—para los que ha habido pocas fuentes disponibles para quienes se enfrentaron a preguntas—por ejemplo, la traducción del Libro de Mormón. Esto es algo en lo cual los antagonistas de la Iglesia han sido los principales proveedores de información detallada. Por tanto, si a un miembro promedio de la Iglesia le presentan una declaración como: “¿Sabes que José Smith usó una piedra y un sombrero para traducir el Libro de Mormón?” y eso es algo que el miembro de la Iglesia nunca había oído antes, su reacción natural será ir a investigar. Por supuesto, ojalá, el primer lugar en que esta persona querría buscar sería lds.org. Pero hasta ahora, si el miembro hubiera ido a buscar allí, no habría encontrado nada, o probablemente no habría encontrado algo lo suficientemente detallado.
Por tanto, yo creo que en parte, el rango total de estos ensayos está tratando de dar una explicación segura, bien investigada, para alguno de estos temas históricos que los enemigos de la Iglesia han usado para destruir el testimonio de las personas. Tratan una variedad de temas; desde la violencia en el principio de Utah y la Masacre en Mountain Meadows hasta los negros y el sacerdocio.
Wayment: Rachel, hablamos sobre la forma en que estos ensayos tratan de atender una necesidad creciente de información. ¿Cuál diría usted que es la necesidad principal que se atiende en estos ensayos?
Cope: Yo creo que se enfocan en el matrimonio plural en Kirtland y Nauvoo porque los miembros de la Iglesia quieren saber, el cómo, el cuando y en donde se originaron estas prácticas. Por mi experiencia, esos son los detalles en los que los estudiantes en BYU, y los miembros de la Iglesia en general, tienen más preguntas. Quieren entender la participación de José Smith en la poligamia.
Wayment: El período de José Smith.
Cope: Exactamente. Todos saben que Brigham Young practicó la poligamia. Y se sienten bien con ello porque están familiarizados con el hecho. Pero mucha gente no siempre ha sabido, y pocos lo mencionan, la participación de José Smith. Por tanto, parece ser que ésta es el área que asusta a la gente. El mayor problema es la falta de familiaridad. Cuando la gente escucha una referencia a la poligamia durante el período de José Smith, tratan de hallar una respuesta. A menudo leen cosas en fuentes poco confiables o antagonistas. Así que estas declaraciones son un intento de poner a la poligamia en contexto; de darle a los miembros de la Iglesia el conocimiento de los primeros días de esa práctica.
Dirkmaat: Este tema puede ser muy controversial. Cuando usted lee la estadística de que en el año 1857 casi la mitad de los miembros de la Iglesia habían participado en la poligamia de una forma u otra, eso es muy distinto de lo que hemos oído con frecuencia: “Apenas el uno o dos por ciento.” Históricamente, ha existido el intento de minimizar el nivel al cual se practicó el matrimonio plural, y creo que hay muchas razones para ello. Pero el problema es que eso transmite el mensaje: “Esto es algo que estaba equivocado, y debido a que estaba mal, no lo hicimos mucho.”
A menudo, cuando hablamos de la poligamia, la intención es minimizarla. Desafortunadamente, este tipo de explicación, de manera implícita, también reduce los números. “Bueno, no lo practicaron mucho.” Estos nuevos ensayos desenmascaran muchos de esos mitos, o al menos, ayudan a la gente a re-evaluarlos.
Wayment: ¿Así que este ensayo trata el tema de que los matrimonios plurales continuaron aun después del Manifiesto del Presidente Wilford Woodruff que los abolió en el año 1890?
Cope: Sí. El fin del matrimonio plural fue un proceso más que un evento. Yo creo que el ensayo habla de los matrimonios plurales posteriores al Manifiesto. Está dando el contexto para que los miembros de la Iglesia comprendan que el Presidente Wilford Woodruff expidió el Manifiesto en el año 1890 y que no se acabó el matrimonio plural. Es algo mucho más complicado, así que es muy importante el conocer esa historia.
Wayment: Todos ustedes enseñan la Doctrina y Convenios y la Historia de la Iglesia durante el período de Nauvoo y quizás hasta el principio de la era mormona, y tienen estudiantes que están luchando con preguntas acerca de la poligamia. ¿En que forma se están integrando estos ensayos a los cursos de estudio?
Dirkmaat: En lo que se refiere a la integración a los cursos de estudio, yo creo que estos ensayos los están utilizando las diversas instituciones que están preparando el curso Foundations of the Restoration [Los Fundamentos de la Restauración], así que afectarán tanto a los Seminarios e Institutos como a las escuelas de la Iglesia.
Wayment: ¿Así qué, estos ensayos serán documentos fundamentales?
Dirkmaat: Cuando menos van a ser parte de las lecciones. No se si a cada estudiante se le requerirá que los lea, pero creo que son cosas a las que se pueden referir, y un instructor debe conocerlos para poder contestar mejor las preguntas que le hagan. Puedo decir que estarán más integrados a medida que pasa el tiempo, dado el hecho de que están en el sitio web de la Iglesia.
Wayment: ¿Sería ideal que todos los estudiantes en BYU en cierto momento encontraran estos ensayos o que al menos supieran de su existencia?
Dirkmaat: Definitivamente. Y no solamente los ensayos sobre el matrimonio plural, sino en todos los temas del evangelio. En el mundo de hoy, la principal forma de ataque anti-mormón no es de naturaleza teológica—es un anti-mormonismo de engaño—. Consiste en decirle a un miembro de la Iglesia algo que es “verdad” pero colocado en un contexto negativo, que cree que debería saber porque ha ido a la misión, o porque es estudiante en BYU, pero que nunca lo ha escuchado. Cuando usted está en la posición en que alguien le dice algo que usted no conoce, esa persona tiene la ventaja moral porque usted no tiene la menor idea. Otra vez, con el ejemplo sobre la traducción del Libro de Mormón, la otra persona le dice que José Smith “ponía una piedra en su sombrero mágico.” Tienen que establecer los términos del contexto para crear la primera impresión—la cual es muy negativa—y luego tienen que hacer la pregunta de seguimiento, que es el verdadero asesino: “¿Por qué la Iglesia te lo ha estado ocultando?” Es un plan para engañar. Pero el conocer estos ensayos puede eliminar ese factor de “engaño” y puede cambiar la conversación. La mayoría de las personas que hacen estas cosas antagónicas no las conocen; las acaban de leer en un blog un par de horas antes de comentárselas. Así que cuando vienen con usted y le dicen: “José Smith practicó el matrimonio plural,” la respuesta ahora puede ser: “Sí, lo aprendí en mi clase de religión en BYU,” o “lo aprendí en la Iglesia,” o “ leí sobre eso en lds.org.” Ahora, la otra persona ya no tiene mucho más que decir.
Rachel Cope, Andy Hedges y Gerrit Dirkmaat
Hedges: Ese es el mayor beneficio. Estos ensayos presentan información que será nueva para muchas personas hoy día, pero que será algo “conocido” al paso de los años.
Dirkmaat: Encontramos muchos documentos relativos a la poligamia mientras trabajábamos en The Joseph Smith Papers: Journals, Volumen 2.
Hedges: El mayor beneficio es que esa información ya salió, ahora está disponible, y que viene oficialmente de la Iglesia. Eso elimina la pregunta: “¿Qué es lo que nos ha estado ocultando la Iglesia?” El hecho de que se esté hablando del tema elimina la falta de credibilidad. He encontrado que en muchos casos, no es la información lo que asusta a los miembros de la Iglesia, sino el no tener dicha información.
Dirkmaat: Me gusta poder decirles a mis estudiantes que vayan e investiguen en lds.org y que tecleen poligamy. Me agrada que estos ensayos son las primeras cosas que van a salir. Y si el resultado de esta primera búsqueda son estos ensayos, ¿como podríamos pensar que la Iglesia está tratando deliberadamente de ocultar su pasado? Si usted entra a lds.org y teclea poligamy, si teclea Book of Mormon Translation, o si teclea Mountain Meadows Massacre, esos ensayos serán el resultado de la búsqueda. Así que alguien que busque información sobre la Iglesia, la va a encontrar en el sitio web de la Iglesia.
Wayment: Rachel, usted está enseñando estos temas como mujer. ¿Podría mencionar alguna idea que pudiera ser diferente? Al hablar de la poligamia, las mujeres podrían oír cosas diferentes. ¿Usted que diría?
Cope: Sí, creo que si oyen otras cosas. Este puede ser un tema especialmente difícil para las mujeres estudiantes. No estoy diciendo que no sea difícil para los hombres, pero es un tipo de dificultad diferente. Muchos hombres se acercan al tema pensando “eso es muy raro.” Pero las mujeres piensan en las mujeres participantes y con frecuencia se ponen en su lugar—y reconocen que ser la persona cuyo esposo se casa con otras mujeres—es una experiencia muy diferente. Así que se acercan al tema de la poligamia pensando “no creo que yo podría compartir a mi esposo.” También es muy importante reconocer que los comentarios sobre la poligamia también pueden relacionarse con las malas experiencias que hayan tenido las mujeres—y con eso me refiero a experiencias negativas con los hombres—particularmente en situaciones donde hubo abuso. Eso complica todavía más el tema para las mujeres. El material del tema puede ser muy devastador para alguien que ha sido lastimado. Ese es el por qué yo creo que el tener de maestra a una mujer es útil para algunas estudiantes. Cuando una mujer aborda el tema, muchas estudiantes pensarán: “ella si lo entiende, y muchos maestros no.” Escucharlo de una mujer que puede hablar sobre ello y que puede tratar el tema abiertamente ayuda a muchas estudiantes con dificultades para entenderlo a que cuando menos desarrollen cierto sentido de confianza. Quieren aprenderlo de alguien que sea honesto y que se sienta bien al hablar del tema, a la vez que reconoce que el tema no es confortable, aunque constantemente la respuesta sea “no lo se.” Y “no lo se” debería ser la respuesta más frecuente al hablar de la poligamia.
Es importante que los estudiantes tengan la oportunidad de escuchar el tema de una mujer, alguien que sea académica, y de alguien que sea miembro de la Iglesia y a quien, en realidad, no le gusta la poligamia; porque se pueden identificar con esa persona. No me gusta la poligamia; hay cosas en ella que me hacen sentir mal, pero puedo hablar de ella y tener un testimonio. Puedo pensar en ella y sentirme cómoda con lo incómodo que pueda ser el tema, y el ver eso hace una gran diferencia para las estudiantes.
Obviamente, no todos los maestros son mujeres. Pero todos pueden ser mas sensibles, y todos podemos tratar de ver el material del tema desde diversas perspectivas. Yo creo que el leer relatos hechos por mujeres ayuda, como lo hace el compartir con los estudiantes los relatos de mujeres. Cuando usted lee las palabras escritas por una mujer que fue parte de un matrimonio plural— como el relato en que declara que su familia y amigos ya no la considerarán nunca más una mujer decente—las cosas se ponen en una perspectiva diferente. El lector comprende que tomar esa difícil decisión fue, para muchas mujeres, un sacrificio y una muestra de fe. Aunque entender eso no puede quitar todo el estigma, si ilumina la importancia de ver el matiz tejido a través de la experiencia humana.
También es importante que los maestros no le teman a las preguntas de los estudiantes. Cuando se hagan las preguntas el maestro nunca debe evitarlas. Yo no descarto nada, aun si alguien hace una pregunta no adecuada al tema. No puede ignorarla.
Dirkmaat: Ella acaba de tocar un aspecto muy importante de esto. Es un hecho que cuando la gente trata de minimizar a la poligamia, lo que en realidad están descartando es la fe de las mujeres que la practicaron. Siempre les pido a mis alumnos que lean las declaraciones juradas de algunas de las mujeres que la practicaron. Por ejemplo el relato de Lucy Walker Kimball, hecho en el año 1902, es el relato perfecto porque ella habla de lo que sintió cuando escuchó sobre el tema por primera vez. [1] Se rebeló ante la idea. Toda su vida le habían enseñado que la poligamia era algo malo, que lo monogamia era lo correcto, y esa es la misma reacción de los estudiantes. Viven en la misma cultura, en donde se les ha dicho que la poligamia es mala y la monogamia es lo correcto. Ahora, los estudiantes casi están en la misma posición que Lucy Kimball. Y luego leen que José Smith le dijo que ella podría obtener su propio testimonio sobre el tema. Así que ella fue y oró, y dio su testimonio de que el Señor le manifestó la veracidad del principio, y desde entonces ya no tuvo dudas.
Los estudiantes pueden aprender de esto. Ella tuvo una reacción negativa, Pero Dios le manifestó, mediante el poder de la revelación, la veracidad de este principio. Y así, como estudiante, puede ser que tenga una falta de conocimiento sobre la poligamia. Puede ser que no la entienda por completo, o puede ser que me diga a mi mismo que no creo que yo lo haría. Pero esto sí puedo hacer; no puedo decir que a Lucy Kimball no se lo tuvo que decir Dios. Debemos tener mucho cuidado de no negar, en el intento de no hablar sobre algo difícil para nosotros, la fe de la gente que participó en ella.
Cope: Me he dado cuenta de que muchas mujeres en la Iglesia, ya sea que tengan dieciocho u ochenta años de edad, tienen la misma preocupación. “¿Debo aceptar la poligamia o participar en un matrimonio plural para poder entrar en el reino celestial?” En lo personal, creo que es muy importante el realmente ayudar a los estudiantes a reconocer que tales preguntas son un disparate. No puede regresar en el tiempo y ponerse en un contexto diferente y preocuparse sobre si podría hacer lo que hizo la gente del pasado. No debería preguntarme si podría sacrificar a mi hijo en el altar o decapitar a alguien. No podemos basar nuestros testimonios en si personalmente podríamos o no, hacer las cosas que a otros se les pidió que hicieran.
Dirkmaat: Porque ¡nadie le está pidiendo que lo haga!
Cope: A las personas de tiempos pasados no se les preguntó: “¿Puede refrenarse de ver pornografía en la internet?” Eso no encaja en su contexto. Seremos juzgados de acuerdo a lo que se nos pide que hagamos, y no debemos preocuparnos sobre mandamientos y pruebas pasadas, porque no vivimos en esa época. Es irrelevante.
Recuerdo que en mi primer año como maestra, vino una estudiante a mi oficina., Había leído un libro acerca de la poligamia—realmente un buen libro—y pensó que le había ayudado mucho, pero dijo: “al leerlo, lloré todo el tiempo.” Parecía que se avergonzaba de admitirlo—como si pensara que sus lágrimas eran muestra de un testimonio débil—. Simplemente le respondí: “Yo también lo hice.” Eso cambió todo. Se sintió cómoda desde allí en adelante; tuvimos una buena plática y ella pudo continuar trabajando en resolver sus preocupaciones.
Como maestros, no podemos suponer que para preservar la fe se requiera evitar las genuinas preocupaciones y los sentimientos crudos. No necesitamos usar una máscara o pedirles a los demás que lo hagan—no podemos pretender que los temas difíciles no lo son—. No creo que eso ayude a alguien. Por supuesto, no debemos decir intencionalmente cosas que pongan a prueba la fe de las personas, porque las cosas se pueden llevar muy lejos. Simplemente creo que el tener una plática abierta, honesta y, si es apropiado, personal, puede hacer una gran diferencia.
Al comentar con los estudiantes los temas delicados, debemos ver las necesidades individuales y reconocer de donde provienen. Por ejemplo, Casi siempre puedo decir, a partir de las preguntas o comentarios que cierto estudiante hace en la clase al tratar estos temas, si es que necesito buscar a esa persona para que podamos hablar más sobre ello. Es importante estar alerta para encontrar a las personas que necesiten esa plática de seguimiento.
Wayment: Excelente, tengo dos preguntas más. Todos ustedes han hablado sobre un efecto tranquilizador, que este sentimiento ayuda a responder las preguntas. Uso una analogía. Me imagino que voy al mecánico, revisa el auto y me dice: “Esta muy mal la transmisión.” Y me retiro más tranquilo porque ya se que es posible arreglar mi auto, pero ahora se que necesito una transmisión nueva. Cuando leí estos ensayos sobre la poligamia, tuve la misma sensación. “Bueno, ya lo se, pero ¿cómo lo voy a tomar? Ahora necesito encontrar la forma de cambiar la transmisión.”
Cope: Su pregunta indica exactamente el por qué esos ensayos son importantes. Si le requiere a sus estudiantes que los lea, lo cual yo hago, llegan a la clase con un poco de antecedentes y de contexto. Entonces, se les puede enseñar a como procesar las cosas que no conocen, y en el proceso, enseñarles a manejar la ambigüedad. Obviamente, no podemos resolver todas las preguntas o hablar de todos los detalles relacionados con la poligamia contenidos en esos ensayos, porque es muy complicado y enredado. Pero podemos hablarlo, contestar las preguntas y las preocupaciones. Contextualizar aun más los eventos, y dar información adicional que pueda ayudar a los estudiantes a empezar a pensar y entender las circunstancias complicadas. El tener este tipo de información y tener a alguien que les ayude a meditarla es muy útil, porque parece ser que nadie les ha enseñado antes a enfrentar los desafíos históricos. Necesitamos aprovechar las oportunidades de enseñanza que nos dan esos ensayos. Ciertamente, no deberíamos suponer que es suficiente el hacer que los estudiantes lean las declaraciones. Los vacíos se deben llenar dentro del contexto del salón de clases.
Hedges: Este es el principio de las conversaciones, no el fin del tema. Trato de ayudarles a entender que hay una diferencia entre nuestra historia y nuestra doctrina. Aquí estamos estudiando la historia, no necesariamente la doctrina en el sentido en que se nos aplica hoy en día. Y les digo: “Es posible que no tengan un testimonio del matrimonio plural como lo tuvo Lucy Walker.” Y agrego: “Y es posible que no lleguen a tenerlo—porque, por supuesto, logran el testimonio de un principio del evangelio al vivirlo. Obtienen un testimonio sobre los diezmos, al pagarlos, y obtienen un testimonio del ayuno, al ayunar. No se preocupen si no pueden sentirse tranquilos y cómodos con ello.” Sin embargo, trato de enfatizarles que pueden saber que José Smith fue un profeta, y que reveló, instituyó y practicó el matrimonio plural, como profeta. Y les digo que yo tengo ese testimonio. Sí, tengo muchas preguntas sobre el tema. Hay muchas cosas que no entiendo. Pero se que eso fue dirigido por el Señor por medio de un profeta, y que no fue un error. Pero el solo darles de esa manera un poco de distancia—de que estamos estudiando el pasado—les ayuda a navegar a través de algunas de sus preguntas y sentimientos personales.
Thomas Wayment y Rachel Cope
Dirkmaat: Realmente, el peso principal cuando se habla acerca de quitar el peso es el nunca haber tenido antes una conversación sobre el tema. Se encuentra lo mismo, al hablar con grupos de personas de menor edad que un estudiante de BYU.
Se levanta el peso mayor por el hecho de que vamos a hablar de eso. Como lo dijo Rachel, si tiene problemas, probablemente seguirá teniendo problemas. ¡No le estamos pidiendo que practique la poligamia! Le estamos pidiendo que, mediante la fe, acepte a José Smith como profeta, que acepte que la recibió como una revelación. Y nos decimos a sí mismos, como en muchas otras cosas, no voy a saber todas las razones del por qué. No voy a entender por completo la Resurrección. No voy a entender completamente la Expiación. Hay demasiadas cosas que no entendemos por completo y nos sentimos a gusto con eso.
Wayment: La pregunta con la que me gustaría terminar es un poco complicada. Si tuviera la oportunidad, en forma respetuosa, de decir: “Esto es lo que los ensayos no dijeron y que quería que dijeran.” ¿Qué mencionaría?
Dirkmaat: Yo diría que es importante entender las limitaciones que se tienen en un ensayo de cinco o seis páginas sobre un tema que literalmente podría generar miles de libros. La gente que lea estos ensayos, o los maestros que los utilicen al enseñar, necesitan estar conscientes de que ciertamente no todas las fuentes sobre la poligamia se encuentran en esos ensayos. Si el ensayo fuera cincuenta páginas más grande, podría estar más matizado al comentar los asuntos de los que trata. Y si tuviera doscientas páginas se matizaría aun más. Pero a fin de ser eficaz y totalmente útil, debe ser relativamente corto. Así, la brevedad relativa que lo hace útil, también lo limita en su alcance. Cualquiera que use estos ensayos debería estar bien consciente de que la erudición que informó estos ensayos, el pensamiento que informó estos ensayos, podría ser mucho más extenso si fuera un formato diferente. Obviamente, pudieron ser más amplios, pero no hubieran sido tan eficaces.
Cope: Yo creo que eso muestra la importancia de que los maestros estén familiarizados con el material del tema más allá de estos ensayos. Debemos conocer la erudición del tema de manera de que cuando los estudiantes traigan preguntas, y las traerán, podamos atender el problema. No debemos detenernos pensando: “No tengo la menor idea de lo que está hablando, nunca lo había oído.” Debemos estar informados en ambos lados del tema. Necesitamos saber lo que la gente está diciendo. Necesitamos saber lo que los estudiantes están leyendo y enfrentando. Necesitamos poder atender las diversas cosas que salgan en los ensayos en una forma que esté informada históricamente y que sea espiritualmente sensible. El sólo dar el testimonio no va a contestar algunas de las preguntas que tengan los estudiantes. Necesitamos conocer las fuentes principales por nosotros mismos. También necesitamos conocer la historiografía.
Hedges: Yo esperaría que cada maestro, que va a pedir que sus estudiantes lean estos ensayos, también haya visto las fuentes que los respaldan. Que vean el libro de Kathyrin Daynes More Wives Than One. Que vean la investigación de Brian Hales. Que vean lo que Los Documentos de José Smith han mostrado en fragmentos. Si un maestro ha hecho su tarea en estos asuntos, estará en posición de poder contestar mejor esas preguntas. Por eso, otra vez digo que éste es el principio de la conversación, no el final. Y parte de que sea el principio de la conversación es que el maestro se prepare más allá de lo que está en el informe.
Cope: Sea cual sea nuestra formación, cualesquiera que sea nuestra formación académica, debemos conocer la historiografía cuando enseñemos algo relacionado con la historia SUD. Algunos de nosotros deseamos evitar los artículos y los libros cuyas conclusiones no estén de acuerdo con nosotros. Necesitamos recordar que no tenemos que estar de acuerdo con todo lo que leemos, De hecho, si usted está de acuerdo con todo lo que lee, está haciendo algo equivocado. Es bueno pensar “Esa fuente está totalmente equivocada.” Pero usted tiene que saber lo que dice, para que si sus estudiantes tienen preguntas particulares, pueda atenderlas de una manera informada. Los estudiantes son muy perceptivos. No queremos que piensen: “Ese maestro le tiene miedo a esto.” o, “Esa maestra no sabe de qué está hablando.” o “Ella tampoco lo había oído antes.” Necesitamos saber lo que se ha dicho para que no perpetuemos la idea de que éste es material del cual no habla la Iglesia.
Notas
[1] - Lucy Walker, declaración jurada fechada el 17 de diciembre de 1902, MS 3423, Biblioteca de Historia de la Iglesia en Salt Lake City.