Discípulos de Jesucristo—Defensores del Matrimonio
Russell M. Nelson
El Presidente Russell M. Nelson era miembro del Quórum de los Doce Apóstoles de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cuando dio este discurso en la graduación de BYU el 14 de agosto de 2014.
Presidente Russell M. Nelson
Algunos de ustedes continuarán con su educación para obtener títulos de posgrado. Otros empezarán a trabajar de tiempo completo. Muchos de ustedes se han casado o se casarán y empezarán sus familias. La vida familiar les brindará recompensas más duraderas. Como socios, usted y su cónyuge trabajarán juntos para lograr objetivos comunes y disfrutar de los frutos de su trabajo. A propósito, hermanos, sería útil que tengan en mente esto: Detrás de cada hombre de éxito hay una suegra sorprendida. ¡La mía lo estuvo!
Hay gran poder en una vida conyugal fuerte. Los cónyuges pueden lograr mucho más que la suma de sus esfuerzos separados. Con dos compañeros unidos, uno más uno es mucho más que dos. Por ejemplo, el doctor Will Mayo y su hermano, el doctor Charles Mayo formaron la Clínica Mayo. Los abogados y otros profesionistas forman importantes asociaciones. En el matrimonio, un esposo y su esposa pueden formar la sociedad más importante de todas; ¡una familia eterna!
En cualquier empresa, las mejoras sustentables dependen de la colaboración y de los acuerdos. Los grandes líderes y sus socios desarrollan la habilidad de compartir ideas y esfuerzos y el modelo para la creación de consensos. Los grandes socios son completamente leales, Suprimen su ego personal a cambio de formar parte en la creación de algo más grande que ellos mismos. Las grandes sociedades dependen de que cada individuo desarrolle los propios atributos de su carácter personal.
Cada uno de nosotros ha nacido como un individuo y ha sido educado como un individuo. Ustedes han pasado por exámenes y pruebas para satisfacer las normas que las han sido impuestas por otras personas. Han estado brincando vallas educativas muy altas, todas puestas por otras personas. Durante años han estado orientados a las tareas, preparándose para lo que quieren hacer en la vida.
Eso es esencial. Pero ahora es el momento para un cambio significativo. Ahora es el momento de que ustedes definan sus propias metas y cumplan sus propias expectativas. De ahora en adelante ¡ustedes deciden! En lugar de concentrarse en lo que deben hacer, ya es tiempo de enfocarse en quién deben ser —o sea la persona en que todavía tiene que convertirse—tal como lo explicó el presidente Whorten. Ahora es el tiempo para que se enfoquen en desarrollar grandes atributos de carácter.
Parece que ahora es mi época de asistir a muchos funerales. He visto a muchas familias decir adiós, por una temporada, a los que aman y con quienes han sido sellados. Con frecuencia salgo de esos funerales preguntándome: “¿que me gustaría que se dijera de mí en mi funeral?”
No es muy temprano en su vida para hacerse la misma pregunta. ¿Qué les gustaría que dijeran de ustedes en su funeral? Ojalá se dijera que usted fue un buen esposo y padre o una buena esposa y madre.
Que usted fue una persona íntegra.
Que usted fue bondadoso y paciente.
O humilde y muy trabajador.
O una persona virtuosa.
El matrimonio y la familia son los mejores protectores de cualquiera y de todas las virtudes. Particularmente en el caso de las virtudes de la castidad y la fidelidad en el matrimonio, ya que se requieren ambas para formar una asociación conyugal y relaciones familiares duraderas y gratificantes.
El hombre y la mujer fueron creados para lo que, juntos, pueden hacer y lo que pueden llegar a ser. Se necesita a un hombre y a una mujer para traer al mundo a un hijo. Las madres y los padres no son intercambiables. Los hombres y las mujeres son distintos y se complementan mutuamente. Los hijos merecen la oportunidad de crecer con una mamá y un papá.
Ahora que salen de BYU, posiblemente se encontrarán con el creciente debate acerca de la definición del matrimonio. Muchos de sus vecinos, colegas, y amigos nunca habrán escuchado las verdades lógicas e inspiradas acerca de la importancia del matrimonio tal como Dios Mismo lo definió. Tendrán muchas oportunidades de fortalecer la comprensión de la parte del Señor en ese debate, como consecuencia de su ejemplo como individuos y como familias.
El Apóstol Pablo previó nuestras circunstancias cuando dijo:
. . . en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.
Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos,
sin afecto natural, implacables, calumniadores, . . . aborrecedores de lo bueno,
. . . amadores de los deleites más que de Dios.
Y luego concluyó “A éstos evita.” [1]
Después de su grandiosa profecía sobre nuestra época, Pablo añadió la siguiente advertencia: “Y también todos lo que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, padecerán persecución.” [2]
Piensen en eso. Significa que durante estos tiempos peligrosos, la vida no será confortable para los verdaderos discípulos del Señor Jesucristo. Pero tendremos Su aprobación, ya que nos dio esta promesa: “Y bienaventurados son todos los que son perseguidos por causa de mi nombre, porque de ellos es el reino de los cielos.” [3]
En breve, como discípulos, cada uno de nosotros será probado. A toda hora, todos los días tenemos el privilegio de escoger entre el bien y el mal. Esta es una batalla histórica que comenzó en un reino pre mortal.. Y dicha batalla se hace más intensa cada día. Su fuerza de carácter individual se necesita ahora más que nunca antes.
Ha pasado el día en que se podía ser un cristiano tranquilo y confortable. Su religión no consiste en solo presentarse en la iglesia el domingo. Consiste en presentarse como un verdadero discípulo desde el domingo en la mañana hasta el sábado por la noche ¡24 horas al día, 7 días de la semana! No hay tal cosa como ser discípulo del Señor Jesucristo de “tiempo parcial.” Jesús invitó a todo el que quiera ser Su discípulo a que tome su cruz y lo siga [4] ¿Están listos para unirse a Sus filas?
¿O se avergonzarán del evangelio? ¿Se avergonzarán del Señor y Su Plan? [5]
¿Se rendirán a las voces de aquellos que quieren que se unan a ellos en el lado popular de la historia contemporánea?
¡No! La juventud de Sión ¡no claudicará! Creo que serán valientes y proclamarán la verdad de Dios con claridad y bondad, aunque !Su verdad sea políticamente impopular! Pablo puso el ejemplo al declarar: “Porque no me avergáenzo del evangelio de Cristo; porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.” [6]
Los discípulos del Señor son defensores del matrimonio. No podemos ceder. La historia no es nuestro juez. La sociedad secular tampoco es nuestro juez. ¡Dios es nuestro juez! Para todos nosotros habrá un Día de Juicio a la manera y en el propio tiempo de Dios. [7]
El futuro del matrimonio y de innumerables vidas humanas se determinará por su disposición de dar testimonio solemne del Señor y por vivir de acuerdo con Su evangelio. Cuando entramos a las aguas del bautismo y tomamos sobre nosotros el nombre de Jesucristo, se pone a nuestra disposición una gran protección. El Rey Benjamín lo explicó de esta manera: “Ahora pues, a causa del convenio que habéis hecho, seréis llamados progenie de Cristo, hijos e hijas de él, porque he aquí, hoy él os ha engendrado espiritualmente; pues decís que vuestros corazones han cambiado por medio de la fe en su nombre; por tanto, habéis nacido de él y habéis llegado a ser sus hijos y sus hijas.” [8]
Agradezco la declaración hecha por la hermana Sheri L. Dew en la reciente Conferencia de Mujeres en BYU. Dijo:
Algo central para ser discípulos es hacer lo que prometemos cada vez que participamos de la Santa Cena, o sea "recordar siempre" al Señor (véase Moroni 4:3; 5:2). Esto significa recordarlo a Él cuando decidimos a qué medios de comunicación vamos a exponer nuestros espíritus. Significa recordarlo a Él al decidir la forma en que pasamos nuestro tiempo y al elegir entre una dieta constante de la cultura pop o la Palabra de Dios. Quiere decir recordarlo en medio del conflicto o cuando llega la tentación, significa recordarlo cuando los críticos atacan a su Iglesia y se burlan de la verdad. Es recordar que hemos tomado Su nombre sobre nosotros (Mosíah 5: 7). [9]
El mensaje de la hermana Dew se relaciona con un mensaje del Presidente Howar W. Hunter (1907-1995) que dijo: “Si nuestras vidas y nuestra fe están centradas en Jesucristo y su evangelio restaurado, nada puede estar mal para siempre. . . .Si nuestras vidas no están centradas en el Salvador y sus enseñanzas, ningún otro éxito podrá ser permanentemente correcto.” [10]
A donde quiera que vayamos, ustedes y yo como discípulos del Señor tenemos la solemne responsabilidad de proclamar la voluntad de Dios a todo el pueblo. Y una de las oportunidades más exigentes en nuestra época es defender la verdad con respecto a la naturaleza sagrada del matrimonio.
Nuestro mensaje está formado con las enseñanzas divinas que se encuentran en la Biblia:
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” [11]
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” [12]
“Y los bendijo Dios y les dijo Dios: Fructificad y multiplicaos; y henchid la tierra. . .” [13]
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se allegará a su mujer, y serán una sola carne.” [14]
“Y llamó Adán el nombre de su mujer Eva, por cuanto ella fue la madre de todos los vivientes.” [15]
Dios es el Padre de todos los hombres y mujeres. Son Sus hijos. Fue Él quien ordenó el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer. El matrimonio no fue creado por jueces o legisladores humanos. Tampoco fue creado por un cuerpo colegiado de expertos ni por el voto popular ni por escritores famosos o por expertos de la opinión pública. No fue creado por los cabilderos. El matrimonio fue ¡creado por Dios!
Los Diez Mandamientos prohíben el adulterio y la codicia. [16] Esos antiguos mandamientos también le fueron dados al pueblo en los tiempos del Nuevo Testamento [17] y del Libro de Mormón. [18] En la revelación moderna el Señor dijo: “Amarás a tu esposa con todo tu corazón, y te allegarás a ella y a ninguna otra.” [19]
La verdadera intimidad, según lo previó nuestro Creador, se experimenta solamente dentro de la sagrada unión de un esposo y su esposa porque se enriquece por la verdad y es ennoblecida por los convenios que un esposo y su esposa hacen entre sí y con Dios. Es importante darse cuenta que la fidelidad total a esos convenios prohíbe la pornografía, la lujuria o el abuso en cualquier forma.
Las presiones y políticas sociales para cambiar las leyes matrimoniales están dando por resultado prácticas que se oponen a la voluntad de Dios con respecto a la naturaleza y los propósitos eternos del matrimonio. Simplemente, el hombre no puede hacer moral lo que Dios ha declarado que es inmoral. El pecado, aunque sea legalizado por el hombre, todavía sigue siendo pecado a la vista de Dios.
Hermanos y hermanas, ceñidos con la verdad incontrovertible, ¡proclamen su amor a Dios! Proclamen su amor a todos los seres humanos “sin malicia para nadie, con caridad para todos.” [20] Ellos, como hijos de Dios, son hermanos y hermanas nuestros. Valoramos sus derechos y sus sentimientos. Pero no podemos aceptar los esfuerzos por cambiar la doctrina divina. El hombre no debe cambiarla.
Dios ama a Sus hijos. Y si ellos lo aman a Él, demostrarán ese amor al guardar Sus mandamientos, [21] incluyendo la castidad antes del matrimonio y la fidelidad total dentro del matrimonio. Las escrituras nos advierten que la conducta contraria a los mandamientos del Señor no solo privará a las parejas de la intimidad divinamente aprobada sino que traerá consigo los severos juicios de Dios. [22]
El anhelo más noble del corazón humano es un matrimonio que perdure más allá de la muerte. La fidelidad completa a los convenios hechos en los santos templos permitirá que el esposo y su esposa sean sellados por toda la eternidad. [23]
Queridos graduados, familiares y amigos, la carga del discipulado es pesada. Como discípulos del Señor ustedes serán los defensores del matrimonio. Y al ser leales y fieles, Él no tan solo los ayudará y los protegerá, [24] también bendecirá a sus familias. [25]
Ustedes son los beneficiarios de la Expiación infinita del Señor. Por Él todos ustedes, eventualmente, serán recompensados con la inmortalidad . Y debido a Él ustedes, y sus familias, podrán gozar de las bendiciones de la vida eterna junto a Él.
Ahora, invocando las llaves del santo apostolado conferidas sobre mi, les bendigo con el deseo ferviente para deleitarse en las palabras de Jesucristo y para aplicar Sus enseñanzas en su vida diaria. Les bendigo con éxito en sus ocupaciones de trabajo o de educación continua. Les bendigo con gozo al guardar los mandamientos del Dios Todopoderoso. Y les bendigo con protección, paz y desarrollo continuos al ser defensores del Señor Jesucristo y de Su evangelio.
¡Dios vive! ¡Jesús es el Cristo! Él está a la cabeza de Su Iglesia, restaurada en estos últimos días para cumplir su destino divino. Así lo testifico, expresando mi amor y gratitud por cada uno de ustedes, en el sagrado nombre de Jesucristo, amén.
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Notas
[1]- 2 Timoteo 3:1-5.
[2]- 2 Timoteo 3:12.
[3]- 3 Nefi 12:10; ver también la TJS de Mateo 5:12.
[4]- Véase Mateo 16:24; Marcos 8:34; D y C [Doctrina y Convenios] 56:2; 112:14.
[5] Véase Mormón 8:38.
[6]- Véase Romanos 1:16; también 2 Timoteo 1:8
[7]- Véase Romanos 2:5; Alma 33:22; Eter 11:20; D y C 88:104; 133:38.
[8]- Mosíah 5:7; véase también el versículo 8.
[9]- Sheri L. Dew, “Sweet Above All That Is Sweet” (Discurso en la Conferencia de Mujeres en BYU el 1 de mayo de 2014); énfasis en el original; se encuentra en: ce.byu.edu/
[10]- Howard W. Hunter, “Fear Not, Little Flock” (Discurso devocional el 14 de marzo de 1989):
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[11]- Génesis 1:1.
[12]- Génesis 1:27.
[13]- Génesis 1:28.
[14]- Génesis 2:24.
[15]- Génesis 3:20; véase también Moisés 4:26.
[16]- Véase Éxodo 20:14, 17; Deuteronomio 5:18,21.
[17]- Véase Mateo 5:27; 19:18; Romanos 13:9.
[18]- Véase Mosíah 13:22-24; 3 Nefi 12:27.
[19]- D y C 42: 22.
[20]- Abraham Lincoln, en su discurso de toma de posesión el 4 de marzo de 1865.
[21]- Véase Juan 14;15, 21; 1 Juan 5:2; D y C 46:9; 124:87.
[22]- Véase Levítico 26:15-20; Salmos 89:31-32; Mateo 5:19.
[23]- Véase D y C 132: 7, 19.
[24]- Véase D y C 84:88.
[25]- Véase Isaías 49:25; D y C 98:37; 105:14.