1842 José Smith, John C. Bennett, y el intento de extradición
Andrew H. Hedges and Alex D. Smith
Andrew H. Hedges y Alex D. Smith son editores de Los Documentos de José Smith
Tal como lo demuestra un estudio cuidadoso del diario de José Smith, los meses entre diciembre de 1841 y marzo de 1843 fueron muy ocupados para el Profeta. Aunque mucho de su tiempo lo utilizó en asuntos eclesiásticos, otros numerosos temas también demandaron su atención. Este documento proporciona un repaso breve de las actividades del Profeta durante este período de quince meses, y le siguen comentarios más detallados de dos temas que dominaron la vida de José durante ese tiempo. Estos fueron: primero, la separación de la Iglesia de John C. Bennett; y segundo, los esfuerzos de José y sus amigos para mantenerse fuera del alcance de los habitantes de Missouri después de que fue acusado de haber sido cómplice del intento de asesinato en mayo de 1842 en contra del antiguo gobernador de Missouri, Lilburn W. Boggs. Este documento se basa principalmente en la investigación efectuada bajo los auspicios del Proyecto de los Documentos de José Smith, y queremos agradecer a nuestros colegas —particularmente a Dean Jessee, Richard Anderson, David Grue, y Kay Darowski y a su equipo de investigadores— por toda su ayuda en reunir gran parte la información presentada aquí.
José en Nauvoo, 1842
Numerosas anotaciones en el diario de José Smith referentes a la compra y venta de tierras, reflejan la naturaleza fronteriza de Nauvoo así como el crecimiento de la Iglesia. Siguiendo la doctrina del “recogimiento,” los miembros de la Iglesia de los estados del este, de Canadá y de Inglaterra se habían instalado en Nauvoo y sus alrededores para 1842; en enero de 1843 José estimó que algunas doce mil personas vivían en el área. Muchos de ellos vivían en las tierras que se le habían comprado a Isaac Galland y a los hermanos William y Hugh White después de la expulsión de los Santos de Missouri en 1839. José también hizo contratos con los especuladores de terrenos de Connecticut Horace R. Hotchkiss, John Gillet y Smith Tuttle para unos quinientos acres adicionales en las “llanuras” cerca del Río Mississippi. Según los términos del contrato, los Santos de los Últimos Días tendrían la posesión inmediata de la tierra, pero no se expedirían títulos sino hasta que se hubiera pagado la tierra. Entre otros métodos, José esperaba hacer los pagos requeridos por la tierra mediante la venta de lotes a quienes se mudaran a la ciudad. Los especuladores también trataron de que José y otros miembros de la Iglesia les compraran terrenos en lugares cercanos como Warren, Warsaw, Ramus y Shokokin, lo cual llevó a efectuar contratos similares en algunos de esos lugares. Sin embargo, otros especuladores que tenían tierras en las “colinas” o en los “riscos” al oriente de las llanuras pudieron vender sus tierras a precios más bajos que José, lo cual amenazó su capacidad de cumplir con los términos de sus contratos de bienes raíces.
José también estuvo muy involucrado en la construcción del Templo de Nauvoo y de la Mansión de Nauvoo; ésta última con la intención de que fuera un hotel en el cual “el forastero que venga de lejos pueda alojarse . . . . [en donde] el viajero cansado goce de salud y seguridad mientras reflexione sobre la palabra del Señor” (Doctrina y Convenios 124: 23). Las donaciones de los miembros de la Iglesia financiaron la construcción del templo, el cual se construyó en un risco desde el cual se pueden ver las llanuras, en tanto que el dinero para la Mansión de Nauvoo debía reunirse vendiendo acciones del proyecto de acuerdo a las directrices recibidas por revelación. Habiéndosele mandado por Dios que construyera las dos estructuras, José las consideró de primordial importancia; también, como el fideicomisario debidamente constituído para la Iglesia, él era legalmente responsable de los fondos de construcción, lo que agregó urgencia a la situación. A pesar de la respuesta entusiasta de muchos de los miembros de la Iglesia, ambas empresas sufrieron por la falta de capital y por algún mal manejo ocasional por parte de los comités que los supervisaban. Ambos proyectos también sufrieron la competencia de los proyectos privados de otros constructores. Los mismos celos financieros entre las Llanuras y las Colinas que abrumaron los esfuerzos de José para liquidar las tierras retrasaron el Templo y la Mansión en Nauvoo. El atender a las preocupaciones de los trabajadores, el mejorar los métodos para recolectar fondos, y mantener ocupados a los Santos en sus tareas en estos proyectos de construcción ocuparon mucho del tiempo y de la energía de José. En más de una vez denunció públicamente a promotores como Robert Foster, Amos Davis, y Hiram Kimball, cuyos proyectos de venta de terrenos y sus empresas de negocios fueron consideradas como impedimentos para lograr las mayores metas de la Iglesia.
Otras preocupaciones reclamaron también la atención de José. Para el fin de 1842, José y Emma tenías cuatro hijos vivos que criar y sostener, fluctuando entre Julia de once años y Alexander que tenía cuatro años. Uno de los medios para proveer para su familia era la tienda hecha de ladrillos rojos. Aunque parece que pasaba relativamente poco tiempo administrando u operando la tienda, las anotaciones en su diario indican que continuamente se encargaba de resurtir la tienda con artículos que eran difíciles de encontrar. De igual manera, aunque le había entregado su granja a Cornelius Lott para que la trabajara, en cualquier día de verano se le podía ver cabalgando las tres millas desde Nauvoo para visitar a Lott y cultivar papas. Ambas empresas— la tienda y la granja— así como otras actividades de negocios de José y los proyectos de construcción que supervisaba como el fideicomisario de la Iglesia, fueron factores muy significativos en la economía global de Nauvoo. Emma le escribió en agosto de 1842 al gobernador de Illinois Thomas Carlin: “Permítame asegurarle que hay muchas familias completas que dependen totalmente para su sostén en la continuación y el éxito de los negocios temporales del señor Smith.” [1]
Una gran parte del tiempo de José lo usaba en atender los detalles de cierto número de empresas. Por ejemplo, la mayor parte del año 1842 sirvió como el editor del periódico de la Iglesia, el Times and Seasons. Como teniente general de la Legión de Nauvoo, José era el responsable principal de reclutar, entrenar, y abastecer a unos tres mil miembros de la milicia de Illinois. Como concejal de la ciudad y luego, después de 1842, como el Alcalde de Nauvoo pasó varias horas cada semana, preparando ordenanzas, comentando y discutiendo propuestas, y asistiendo a las reuniones del concejo municipal. Siendo concejal se requería que sirviera como juez en la corte municipal de apelaciones, y como alcalde, ocasionalmente sirvió como juez en esa corte y como el juez principal de la corte del alcalde. Los casos de difamación, asalto, robos menores, y mala conducta eran lo habitual en esas cortes, aunque ocasionalmente surgían casos más técnicos y especializados, incluyendo la demanda Dana vs Brink por negligencia médica. Las cuarenta y un páginas manuscritas en el diario de José dedicadas al registro de los testimonios gráficos de los testigos en este juicio —que tenía que ver con un alumbramiento— probablemente reflejan el interés profesional de su escribiente en los detalles, más que el de José. El escribiente era Willard Richards del Quórum de los Doce, que había practicado la medicina. Las numerosas referencias, en el diario de José, a los precedentes legales, a la discusión de los testimonios de expertos, y al lenguaje legal, ilustran lo bien versados en la ley que José y sus asociados necesitaban estar, y lo estaban.
Además de todo lo anterior, José continuó dirigiendo y supervisando los avances importantes en la Iglesia. Estos incluyeron: publicar el Libro de Abraham, y las primeras páginas de su historia, así como escribir dos cartas largas en las que se detalla la forma en que deben registrarse los bautismos por los muertos —todo esto ha sido aceptado como parte de los libros canónicos de la Iglesia.— Partiendo de los esfuerzos de Sara M. Kimball para crear una organización caritativa para las mujeres, José Smith organizó en esa época la “Sociedad Femenil de Socorro de Nauvoo.” Asignándole a la sociedad “la búsqueda de los objetivos de la caridad, y . . . . mejorar la moralidad y fortalecer las virtudes de la comunidad femenil,” [2] José Smith nombró a su esposa Emma para presidir la organización. Durante esta época, José también reveló nuevas ordenanzas del templo a unos cuantos asociados de confianza.
Para diciembre de 1841, José ya les había revelado la doctrina del matrimonio plural a sus asociados más cercanos y él mismo lo practicó. Las fuentes de esa época, los relatos de memorias y posteriores declaraciones juradas indican que en el transcurso de los dos años siguientes tuvo varias esposas plurales. Probablemente era inevitable que algunas de las personas a quienes José les reveló la doctrina del matrimonio plural, lo mal interpretaran o lo rechazaran —por ejemplo, varias piezas de información sugieren que esa práctica fue la causa, al menos en parte, de que Sidney Rigdon y George Robinson se distanciaran de José en esa época. Probablemente también era inevitable que algunos de los confidentes de José abusaran de la manera en que José entendía el matrimonio plural. Este abuso con frecuencia consistió en que los hombres seducían a las mujeres diciéndoles que José había aprobado las aventuras extramaritales —una acusación que José negó rotundamente.— Entre quienes “usaron su nombre para sus designios inicuos” [3] estuvo John C. Bennett, un general en la Legión de Nauvoo, un masón prominente, el primer alcalde de Nauvoo, y por un tiempo miembro de la Primera Presidencia. Aunque los diarios de José y otros documentos indican que el Profeta al principio trató de resolver el problema en privado, las crecientes evidencias de las artimañas de Bennett eventualmente involucraron al concejo de la ciudad, a la Legión de Nauvoo y la logia Masona.
Enfrentando la censura desde todos los cuadrantes, Bennett huyó de Nauvoo y empezó una campaña de calumnias contra José en las páginas del Sangamo Journal y otros periódicos. Uno de los más prominentes entre los que tomaron en serio las acusaciones de Bennett fue el élder Orson Pratt, cuya esposa, Sarah, acusó a José de hacerle propuestas indecorosas cuando su esposo estaba ausente.
Junto con la mala interpretación de las intenciones de José con respecto al matrimonio plural, Bennett se juntó con otros para acusar al Profeta de ser el autor intelectual del intento de asesinato, el 6 de mayo de 1842, de Lilburn W. Boggs, quien en 1838 había ordenado la expulsión de los mormones del estado de Missouri. Inicialmente aparecieron como editoriales o cartas en los periódicos, pero eventualmente, dichas acusaciones condujeron a cargos legales que se levantaron contra José y se hicieron peticiones formales a los gobiernos de Illinois y del Territorio de Iowa para que si lograban capturar a José lo extraditaran a Missouri para juzgarlo. Por haber sobrevivido a duras penas su más reciente encuentro con la justicia de Missouri, y sin atreverse a confiarse a sus manos por segunda vez, José pasó una buena parte de los últimos cinco meses de 1842 escondiéndose en Nauvoo y sus alrededores.
La Caída de John C. Bennett
La caída de la gracia de Bennett empezó poco tiempo después de haberse mudado a Nauvoo en agosto de 1840, cuando José recibió una carta de “una persona de carácter respetable” de Ohio que vivió “en el vecindario en donde Bennett había vivido.” [4] La carta les advirtió a los oficiales de la Iglesia que su nuevo converso, que se ostentaba como soltero, era “un mal hombre” que tenía esposa e hijos en McConnelsville, Condado de Morgan, Ohio. José “sabiendo que es muy común que se hable mal de los buenos hombres,” trató de mantener tranquilo el asunto, pero se vio forzado a confrontar a Bennett en cuanto a eso cuando éste empezó a cortejar a una joven de Nauvoo. Sin embargo, solamente hasta después de que José lo amenazara con exponerlo públicamente, Bennett terminó esa relación. [5]
Viendo que José, al menos, sospechaba de su estado civil, Bennett ocultó sus avances amorosos. Habiendo fracasado en sus intentos por convencer a mujeres ingenuas de que la promiscuidad “era una doctrina en la que creían los Santos de los Últimos Días,” Bennett trató de convencerlas de que “las autoridades de la Iglesia” —incluyendo a José— “no solamente la aprobaban sino que la practicaban” ellos mismos. Ese argumento resultó ser eficaz, escribió José, y Bennett eventualmente sedujo a varias mujeres “con ese mismo cuento plausible.” [6]
Mientras tanto, en julio de 1841, José recibió una carta de su hermano Hyrum y de William Law, en donde presentaron evidencia adicional de la esposa y los hijos de Bennett y de todos los “malos tratos” que habían recibido de parte de él. Bennett “reconoció con franqueza” el contenido de la carta, luego intentó suicidarse tomando veneno. Un antídoto le salvó la vida, pero hizo muy poco para lograr la “reforma total de su carácter” que esperaba José. Aumentando la “naturaleza grave de este caso.” escribió José, la declaración de Bennett de que José aprobaba las relaciones ilícitas había convencido a otros hombres “a seguir esa práctica adultera” y a usar “el mismo lenguaje insinuante de Bennett” para convencer a mujeres inocentes de que lo que hacían era apropiado. Frente a un cúmulo de evidencias crecientes tanto de las víctimas como de los perpetradores, y preocupados de que se mencionara el nombre de José para justificar los hechos, y “viendo que no había signos de arrepentimiento en su vida futura,” la Primera Presidencia, nueve miembros del Quórum de los Doce, y el Obispado Presidente, privadamente le retiraron a Bennett la mano de hermandad el 11 de mayo de 1842. [7]
“Algunos cuatro o cinco días” después, William Law le informó a Bennett con respecto a la acción tomada por los líderes de la Iglesia. “Me pidió que intercediera a su favor,” escribió Law, “asegurándome que se volvería de su iniquidad, que nunca más sería culpable de tal crimen. — Dijo que si lo exhibían públicamente, eso le rompería el corazón a su madre— que ya estaba vieja, y que si tales cosas llegaban a sus oídos la enviaría a la tumba con mucha tristeza.” Conmovido por las súplicas de Bennett, Law le pidió a José “que no expusiera públicamente a Bennett para el beneficio de su madre.” [8]
Una escena similar se presentó poco después el 17 de mayo de 1842, cuando Hyrum Smith supo de la perfidia continua de Bennett, incluso evidencias de que él les había prometido a sus víctimas “darles medicinas para que abortaran en caso de que resultaran embarazadas.” “Al enterarme de estos hechos” escribió Hyrum, “me propuse acusarlo y llevarlo ante la justicia.” Al conocer las intenciones de Hyrum, Bennett le suplicó llorando que no lo descubriera, y luego le pidió a José el mismo favor. [9] “Debido a sus súplicas fervientes de que no lo exhibiéramos públicamente ante el mundo,” escribió José posteriormente, “concluímos no hacerlo en esas fechas, sino que dejaríamos en paz el asunto hasta que pudiéramos ver el resultado de lo que ya habíamos hecho.” [10] Sin embargo, preocupado por la forma en que Bennett había estado usando su nombre para convencer por igual a hombres y mujeres de que sus acciones eran correctas, José le exigió a Bennett que hiciera una declaración jurada en el sentido de que él, Bennett, nunca había sabido que José enseñara o practicara algo contrario a las más altas normas de la virtud. Bennett de inmediato fue a Daniel H Wells, el concejal mayor, ante quien y en la presencia de William Clayton y Hyrum Smith, se “paró ante el escritorio” y escribió “que a él nunca se le enseñó algo contrario a los más estrictos principios del evangelio, o de la virtud, o de las leyes de Dios, o del hombre, y que bajo ninguna circunstancia, ya fuera directa o indirectamente, por palabra o por hechos, por José Smith y que nunca supo que el dicho Smith mostrara una conducta impropia en cualquier sentido, ya fuera en público o en privado.” y que José nunca le había enseñado a él o a alquien más que las relaciones ilícitas fueran, “justificables bajo ninguna circunstancia.” José aceptó la declaración y estuvo de acuerdo en guardar silencio. [11]
Bennett renunció a ser alcalde ese mismo día y, por la tarde, también confesó sus pecados en la logia masona. “Parecía estar muy arrepentido y lloró mucho,” escribió Hyrum Smith. “Su arrepentimiento le atrajo simpatías de parte de los hermanos y retiraron los cargos que tenían contra él.” [12] Una confesión semejante sucedió dos días después en el concejo de la ciudad —el mismo día en que José Smith fue elegido como alcalde— cuando Bennett defendió nuevamente el carácter de José, y expresó su deseo de seguir asociándose con los Santos, y esperaba el día en que pudiera “ser restaurado a la hermandad y tener su plena confianza, y a mi posición anterior en la iglesia.” [13]
Sin embargo, mientras Bennett aún estaba proclamando su lealtad a José y a la Iglesia, se estaban acumulando evidencias de que había sido expulsado de una logia masona en Ohio antes de que se cambiara a Nauvoo. Se revisaron las evidencias en una reunión especial en la logia el 16 de junio de 1842, y en ese fecha se determinó que la logia en cuestión era la logia de Pickaway. En dicha reunión, sin embargo, Bennett presentó referencias laudatorias acerca de su carácter de algunos hombres de Ohio y que estaban fechadas alrededor de la fecha de su supuesta expulsión y dijo que nunca se le había informado su expulsión de la logia de Pickaway. Decidiendo errar de lado de la precaución, la logia de Nauvoo pospuso su caso hasta que se pudieran reunir más testimonios. Para el 7 de julio la logia de Nauvoo estaba “convencida por completo” de que él había sido expulsado de Pickaway, y sumariamente lo expulsó como masón por proclamar falsamente que era miembro en Ohio y por ser indigno de la hermandad. Cuando se acumularon cargos adicionales en contra de la personalidad y actividades de Bennett durante el siguiente mes, dicha acción fue confirmada y aumentada, y Bennett fue expulsado de la logia de Nauvoo y “de todos los privilegios de la masonería” por seducción, por adulterio, por usar el nombre de José Smith para justificar actor inmorales, por perjurio, por desfalco, y por seducir a la esposa de uno de los maestros masones. [14]
Sin embargo, mucho antes de que la logia tomara acción contra él, Bennet ya había huido del pueblo y empezado a atacar a José y a la Iglesia por medio de la prensa. En sus cartas, Bennett decía que José, no él, había sido el inmoral y que había dejado la Iglesia debido a la iniquidad de los Santos. Bennett dijo también que las declaraciones que había hecho en las cuales defendía el carácter de José, las había hecho bajo presión y ante amenazas. [15] José contestó tranquilamente las acusaciones de Bennett al principio publicando una corta “Noticia” en la última página del Times and Seasons, correspondiente al 15 de junio de 1842, en el que anunció que los líderes de la Iglesia le habían retirado a Bennett la mano de hermandad el 11 de mayo. [16] En el siguiente número —el del 1 de julio— presentó un largo relato de las artimañas de Bennett y de los esfuerzos de José para reformarlo, de las declaraciones juradas de Bennett, ante el consejo de la ciudad, del 17 y el 19 de mayo, así como extractos de cartas que algunos “caballeros en esta ciudad” habían recibido de varias personas con respecto a la conducta ‘menos que respetable’ de Bennett. [17] Los reclamos de Bennett acerca de haber estado bajo presión cuando defendió el carácter de José y de que había dejado la Iglesia antes de que fuera excomulgado trajeron declaraciones y testimonios adicionales en el número del 1 de agosto del Times and Seasons en los que explícitamente se negaban dichos cargos. [18]
El Intento de Extradición de 1842
Al mismo tiempo que se daba a conocer públicamente el comportamiento de Bennett, se estaban desarrollando eventos de un aspecto mucho mas siniestro. Al atardecer del 6 de mayo de 1842, un asaltante desconocido balaceó a Lilburn W. Boggs, ex gobernador de Missouri, mientras estaba descansando en su casa en Independence, Missouri. [19] Ocho días después, el 14 de mayo, llegaron a Nauvoo las noticias de ese evento, aparentemente junto con el reporte erróneo de que Boggs había muerto en el ataque. [20] Los enemigos de José Smith en ese lugar, de inmediato lo conectaron al ataque. Por ejemplo, el mismo día en que José se enteró del caso, David Kilbourn —un comerciante presbiteriano, especulador en terrenos, y abogado, ligado a John C. Bennett— le escribió al gobernador de Missouri, Thomas Reynolds acusando a José Smith de complicidad en el atentado de asesinato y pidiendo que fuera arrestado. [21] Una semana después, el 21 de mayo, Silvester M. Bartlett, director del Quincy Whig, tocó el mismo tema en las páginas de su periódico: “Circulan ciertos rumores con respecto a ese asunto horrible,” escribió Bartlett. “Uno de los cuales arroja el crimen sobre los mormones —por el hecho, suponemos, de que el señor Boggs era el gobernador en la época y fue instrumento no pequeño al expulsarlos del estado— además Smith, el profeta mormón, según entendemos, profetizó hace mas o menos un año, la muerte por medios violentos. De allí que haya bastante razones para el rumor.” [22] José negó los cargos rápidamente, y se quejó en una carta al director del Whig al día siguiente de la “injusticia manifiesta” que le había hecho. “Él no murió mediante mi instrumentalidad,” escribió José señalando que Boggs simplemente pudo haber sido víctima de una intriga política. “Ya estoy cansado de la tergiversación, de las calumnias y las detracciones que amontonan sobre mí los hombres inicuos,” y José agregó: “deseo y reclamo solamente los privilegios que se garantizan a todos los hombres en la Constitución y las Leyes de los Estados Unidos y de Illinois.” [23]
El asunto pudo haber terminado ahí si John C. Bennett no lo hubiera mantenido vivo en cartas publicadas en el Sangamo Journal el 15 de julio. “En 1841,” reportó Bennett, “Joe Smith profetizó en una reunión pública en Nauvoo que Lilburn W. Boggs, ex gobernador de Missouri, moriría de forma violenta en menos de un año. Uno o dos meses antes del intento de asesinato del gobernador Boggs, el señor O. P. Rockwell salió de Nauvoo con rumbo desconocido por los ciudadanos de Nauvoo en lo general. Entonces yo tenía una amistad cercana con Joe Smith, y le pregunté acerca de ¿a donde había ido Rockwell? ‘Se fue,’dijo él, ‘SE FUE A CUMPLIR LA PROFECÍA!’” Bennett presentó declaraciones de otros individuos acerca del mismo tema, y reconociendo abiertamente su “determinación. . . . de excitar la indignación pública” en contra de José “si es que todavía queda algo de virtud y valor en el hombre.” [24]
Las autoridades no pudieron hacer nada con base en los rumores y las pruebas circunstanciales presentadas por Kilburn, Bartlett, Bennett y otros. Pero cuando Boggs mismo — que se había recuperado totalmente del ataque— firmó una declaración el 20 de julio acusando a José de ser “cómplice previo al hecho del intento de asesinato” y pidiendo al Gobernador Reynolds que lo extraditara a Missouri para ser juzgado, los oficiales de Illinois y Missouri entraron en acción. [25] Actuando en base a la declaración de Boggs, el 22 de julio Reynolds firmó una petición para el gobernador de Illinois, Thomas Carlin, en la que pedía que entregara a José al estado de Missouri para que fuera juzgado. [26] Preocupados por el bienestar de José, “más de ochocientos” de los ciudadanos de Nauvoo firmaron una petición ese mismo día en que le pedían a Carlin que no expidiera una orden judicial para que José fuera “entregado a las autoridades de Missouri” sino que lo juzgaran en Illinois si él realmente creía que el Profeta pudiera haber cometido el delito. [27] Carlin recibió la petición de los Santos el 26 de julio pero decidió honrar la requisición de Reynolds y el 2 de agosto expidió una orden para el arresto de José. [28]
La requisición de Reynolds, basada en la declaración de Boggs, fue mal redactada. La extradición, según se define en la Constitución, requiere que alguien sea acusado de cometer un crimen en un estado y luego huir a otro. [29] La declaración de Boggs, sobre la cual se basaron los procedimientos para la extradición, acusaba a José de ser “cómplice antes del acto” y lo identificó como “residente o ciudadano del estado de Illinois” pero no lo acusó de cometer un crimen en Missouri y luego haber huido a Illinois. Sin tal acusación, Reynolds no tenía el fundamento legal para pedirle a Carlin que entregara a José Smith a Missouri para ser juzgado — lo que significaba en realidad— que la orden para el arresto de José Smith, no era legal.
Seis días después de que Carlin emitiera la orden de aprehensión, Thomas King del Condado de Adams y otros dos oficiales se presentaron en Nauvoo con la orden en la mano y arrestaron a José Smith y a Orrin Porter Rockwell, “éste último acusado de dispararle al ex gobernador Boggs de Missouri con la intención de matarlo. . . . y a José de ser cómplice.” [30] La Corte Municipal de inmediato giró una orden de “hábeas corpus.” [31] Por no estar seguros acerca del poder de la orden judicial de la corte municipal en este caso particular, King y sus hombres dejaron a José y a Rockwell bajo la custodia de Henry G. Sherwood, el alguacil de Nauvoo, y se regresaron a Quincy con la orden de arresto, para buscar instrucciones de Carlin.
Por no tener en su posesión la orden de arresto, Sherwood no tenía autoridad legal de retener en custodia a José y a Rockwell. A ninguno de los dos hombres se les pudo encontrar en ninguna parte cuando King regresó dos días después. Convencidos, aparentemente, de que “el curso de acción tomado por el Gobernador Carlin era injustificado e ilegal” y que “todo el asunto no era más que otra prueba del prejuicio,” [32] ambos hombres se escondieron —Rockwell regresó al este, a Pennsylvania y Nueva Jersey, y José en varias localidades en Nauvoo y sus alrededores.— [33] King, que sin duda estaba furioso por este nuevo acontecimiento, según los reportes, “se dedicó a alarmar con sus amenazas a la hermana Emma y a las Autoridades, pero no lo logró porque entendían la naturaleza de la Ley en ese caso.” [34] William Clayton reportó que el alguacil y sus hombres se quedaron en el área durante varios días “profiriendo serias amenazas. . . . de que si no podían encontrar a José reducirían la ciudad a cenizas.” “Dijeron que hasta un mes permanecerían en la ciudad pero que lo iban a encontrar.” [35]
José se alojó primero en la casa de su tío John Smith en Zarahemla, Territorio de Iowa, al otro lado del río frente a Nauvoo. Siguiendo las instrucciones de José, el 11 de agosto por la noche, Emma, Hyrum, William Law, Newel K. Whitney, George Miller, William Clayton y Dimick B. Huntington remaron hacia la isla que se encuentra entre Nauvoo y Montrose para reunirse con el Profeta y con Erastus H. Derby. Allí se decidió que José “viviera por una temporada” en la casa de Edward Sayers, a cierta distancia río arriba de Nauvoo en el lado de Illinois. [36]
José permaneció en la casa de Sayers por seis días. Mientras hacía algo de ejercicio en el bosque, accidentalmente se encontró con Martin Henderson Harris, sobrino de Martin Harris, quien le informó haber oído rumores en Nauvoo de que se había descubierto su escondite, después de eso, en la noche del 17 de agosto, José se retiró a la casa de Carlos Granger en la parte noreste de Nauvoo. [37] Aquí permaneció otros seis días, cuando recibió unas “cuantas líneas de la hermana Emma informándole que lo esperaba en su casa esa noche, pues creía que ella podría cuidarlo mejor en casa que en cualquier otro lado.” En consecuencia, José dejó la casa de Granger “poco después del obscurecer” la noche del 23 de agosto y llegó a su casa “sin haber sido visto por nadie.” [38]
José se mantuvo semi oculto por varios días más, aunque se reunía, ya fuera en su casa o en la tienda de ladrillos rojos, con varios miembros de los Doce y con otras personas. [39] Sin embargo, después de otros seis días se sintió lo suficientemente seguro para presentarse sin anunciar en una conferencia especial el 29 de agosto. William Clayton reportó: “Los hermanos se regocijaron al verlo.” “No había sido visto durante tres semanas y su aparición entre los hermanos bajo tales circunstancias les dio mucho ánimo y regocijo a los hermanos ya que no se lo esperaban. Algunos habían supuesto que se había ido a Europa y algunos otros a Washington. . . . Todos se regocijaron al verlo.” Al dirigirse a la conferencia, José pidió voluntarios que pudieran ir a desengañar al público con respecto a su conducta —un llamado al cual de inmediato respondieron algunas trescientas ochenta personas. [40]
Sin embargo, cinco días después, José estaba huyendo otra vez. Ese día comenzó con el Profeta atendiendo en su casa al ex-apóstol John Boynton, cuando le trajeron una nota de David Hollister, quien estaba sirviendo como una especie de informante para José, en el “sentido de que los alguaciles de Missouri otra vez andaban buscándolo.” Poco después del medio día, tres oficiales se presentaron en la casa de José, aparentemente habiendo llegado sin der detectados ya que “subieron por el lado del río y amarraron sus caballos debajo de la Mansión de Nauvoo, y luego siguieron a pie.” Mientras Boynton los entretenía para ganar tiempo, José, que había estado comiendo con su familia, “se salió por la puerta trasera y cruzó el campo de maíz en su huerto” hasta la tienda de ladrillo rojo, en donde vivían Newel K. Whitney y su familia. Para entonces Emma estaba hablando con los oficiales, que insistían en catear la casa, aunque no tenían consigo una orden de cateo. José se quedó en la tienda de ladrillo rojo hasta las nueve de la noche—con lo cual evitó otro cateo efectuado en su casa, “justo después de ponerse el sol”— después de lo cual se retiró a la casa de Edward Hunter, “en donde fue bien recibido por la familia que hizo que se sintiera cómodo.” [41]
Al día siguiente, domingo, José le envió a William Clayton una carta que había escrito el 1 de septiembre, poco después de su aparición inesperada en la conferencia. Siguiendo la petición de José, se leyó la carta —que delineaba los procedimientos para registrar los bautismos por los muertos— a los Santos reunidos en la arboleda cerca del templo. [42]
La semana que José estuvo escondido no fue una de descanso. Varios amigos de confianza, tales como Brigham Young, Heber C. Kimball, William Clayton y Newel K Whitney fueron para recibir instrucciones, George Adams y David Rogers el entregaron varias cartas enviadas por los Santos en el este, incluyendo una de Willard Richards. José dictó una carta extensa para James Arlington Bennet, un simpatizante mormón de Nueva York y dictó “una larga Epístola para los Santos” el 7 de septiembre, en la cual daba instrucciones adicionales acerca del registro de los bautismos por los muertos y que “mandó que se leyera el siguiente domingo.” [43] Emma, Wilson Law, Amasa Lyman y George A. Smith lo visitaron después del obscurecer el 9 de septiembre. [44] El día siguiente era uno de los designados “días de entrenamiento” para la Legión de Nauvoo, y durante el mismo, la ciudad estuvo llena de gente. Después de pasar el día “encerrado y muy tranquilo; para evitar que por haber tanta gente yendo y viniendo fuera descubierto,” José recibió un recado de Emma de que ella “deseaba que volviera a casa esa noche ya que pensaba que estaría más seguro allí que en cualquier otra parte.” Siguiendo el consejo de su esposa por segunda vez, José llegó a su casa después de obscurecer “a salvo y sin ser descubierto.” [45]
José salió de sus escondites poco a poco durante el curso de las siguientes cuatro semanas, aunque la nostalgia persistente por Emma lo hizo estar en su casa una gran parte del tiempo. Sin embargo, al escuchar rumores de que “muchos de los de Missouri iban a venir a unirse con la Milicia de este estado” para buscarlo, salió para la casa de James Taylor —el padre de John Taylor— en la noche del 7 de octubre. [46] Allí permaneció —con excepción de una corta visita a su familia [47]— hasta el 28 de octubre, cuando, “según se presentaban las cosas afuera” se sintió “animado a creer que sus enemigos ya no lo molestarían tanto en el presente” y se regresó a su casa. [48]
El primer triunfo de José en el asunto de la extradición ocurrió varias semanas después, cuando Stephen A. Douglas les recomendó a varios de los amigos de José que él le pidiera a Thomas Ford, el recién elegido gobernador de Illinois, que revocara la orden de arresto, girada por el ex-gobernador Carlin, contra José. Siguiendo el consejo de Douglas, los amigos de José le pidieron a Justin Butterfield, el fiscal del distrito, que preparara la petición, lo cual hizo, y al mismo tiempo recalcando, según el registro de William Clayton, que “el arresto de José se basó en premisas mucho más débiles de lo que había supuesto previamente, puesto que la declaración de Boggs no decía nada acerca de que José hubiera huido de la justicia, . . . . y que la constitución autoriza solamente la entrega de ‘un prófugo de la justicia a la autoridad Ejecutiva del estado del cual huyó.’” [49] No estando seguro de tener la autoridad para revocar una acción del gobernador anterior, Ford consultó el asunto de la petición de José con seis jueces de la Corte Suprema del estado de Illinois. Ford le escribió a José: “los jueces son de la opinión, de forma unánime, que la requisición de Missouri era ilegal e insuficiente para justificar su arresto, pero están divididos por partes iguales con respecto a que sea correcto y justo que yo interfiera con los actos del Gobernador Carlin.” Ford, actuando a la segura, declinó revocar la orden de Carlin y recomendó que José se “someta a las leyes y tenga una investigación Judicial” de sus derechos. [50] En una carta enviada a José, Butterfield confirmó el reporte de Ford del consejo de los jueces y recomendó que José fuera inmediatamente a Springfield, en donde era seguro que los cargos contra él fueran eliminados por medio del hábeas corpus ya fuera por la Corte Suprema de Illinois o por la Corte de Distrito de los EE UU que actualmente estaba en sesión. [51]
José y varios amigos en quienes confiaba cumplieron la solicitud de Butterfield. El grupo llegó a Springfield el 30 de diciembre estando José bajo la custodia de Wilson Law, quien lo había arrestado cuatro días antes de acuerdo con la autoridad de la Proclamación de Carlin — una orden ejecutiva que Carlin había emitido el 20 de septiembre de 1842, que autorizaba a todos los ciudadanos a arrestar a José. [52] No sabiendo donde estaba la orden original girada por Carlin para el arresto de José, y para no dar lugar a que los enemigos de José hicieran un arresto bajo la autoridad de esa orden, al siguiente día, José le pidió a Ford una nueva orden para que lo arrestaran, la cual se concedió prontamente. Entonces José fue arrestado bajo la autoridad de esta nueva orden por William F. Elkin, el alguacil del Condado de Sangamon. [53] Esto lo colocó, por el momento, bajo la custodia de Elkin y de Law y lo protegió de ser arrestado por alguien que tuviera el original de la orden de Carlin.
Entretanto, Butterfield había decidido que, siendo que la audiencia de hábeas corpus tenía que ver con lo de la extradición y como la extradición era un asunto constitucional, que la Corte de Distrito de los Estados Unidos era la sede más adecuada para ello. Haciendo a un lado la recomendación anterior de Ford de que la audiencia de José se efectuara ante la Corte Suprema de Illinois, Butterfield le pidió a Nathaniel Pope, juez de la Corte de Distrito que estaba sesionando en Springfield, que a José se le concediera una audiencia y que quedara libre bajo fianza. Pope estuvo de acuerdo con ambas cosas, señalando el lunes 2 de enero para la audiencia y fijando la fianza de José en $4,000 dólares. [54]
La presencia de José en Springfield no pasó inadvertida para los ciudadanos, ni para los miembros de la legislatura estatal que estaban en sesión. Por ejemplo, cuando José y su grupo llegaron al inicio de las escaleras al dejar al Juez Pope, algunos hombres comentaron: “allí va Smith el Profeta y que bien parecido es, y (dijo otro) es un bribón de los mas condenable que haya vivido. . . . y cualquier que se ponga de su lado es tan bribón como él.” Wilson Law replicó: “Yo soy ese hombre y estoy de su lado.” La confrontación se tornó en una lucha de insultos y descalificaciones y ya iban hacia la calle cuando intervino el alguacil y restauró el orden. [55] Más tarde ese mismo día, la Cámara de Diputados de Illinois efectuó un aplazamiento imprevisto cuando un tiro de caballos se asustó y huyó por el camino y al pasar estrepitosamente por el edificio estatal alguien grito: “Joe Smith está huyendo.” [56]
José pasó el resto del sábado 31 de diciembre, conversando con sus amigos y con nuevos conocidos sobre temas que iban desde la Legión de Nauvoo hasta el Acta Constitutiva de Nauvoo. Una buena parte del domingo se usó en los servicios religiosos que se efectuaron en los pasillos del edificio que usaba la Cámara de Diputados. El siguiente día, lunes, que había sido reservado para la audiencia de hábeas corpus de José, empezó con la petición del fiscal del estado, Josiah Lamborn, en la que solicitó que la audiencia se pospusiera por un día. Pope la programó para el miércoles 4, dándole a José y sus amigos otros dos días de asueto. [57] Pasaron esos días conversando y observando las acciones del Senado estatal. Aunque no se conocen las ideas de José acerca de las actividades del Senado, esta muy claro que esto le brindó a Willard Richards un muy buen entretenimiento. Esto fue así en especial cuando se trató de observar las payasadas de Edward D. Baker, senador del condado de Sangamon. El “senador se asemeja mucho a un mono africano,” registró Richards “en <un> momento está parado junto a una chimenea y al siguiente está del otro lado de la sala, sentándose en todas las sillas de los senadores que encontraba en su camino y nunca se aparta de su camino ya que este está en todas partes y entremete su nariz en los asuntos de todos, comiendo manzanas y apuntando y mirando a todos . . . . un mono sin la gracia de los monos.” [58]
Cuando por fin se pudo efectuar la audiencia, marchó relativamente bien. La única oposición real la dio el fiscal del estado Josiah Lamborn, que argumentó, primero, que la extradición era un asunto estatal y que por lo tanto, esta corte de distrito federal no tenía jurisdicción en este caso; y segundo, que no era correcto que en una audiencia de hábeas corpus —que simplemente es una revisión de los documentos de arresto— se preguntara si José estaba en Missouri cuando Boggs fue herido, ya que eso era ahondar en la evidencia con respecto a la culpabilidad o inocencia y que eso solamente debía tratarse en un juicio. Butterfield contestó las objeciones de Lamborn argumentando que la extradición era un asunto federal, y por lo tanto la corte federal sí tenía jurisdicción, y que comentar acerca del paradero de José no era un intento por definir si era culpable o inocente, sino que simplemente indicaba que José no había cometido un crimen en un estado y entonces huído a otro como lo requiere la extradición. Butterfield entonces mencionó la ilegalidad de los documentos —especialmente la declaración de Boggs— que se usaron para arrestar a José, las cuales no mencionaban que José hubiera huido de la justicia de Missouri. Las impugnaciones de Lamborn fueron muy débiles, registró Richards, ya que el abogado del estado, “aparentemente solo mencionó lo que requería la situación — y no más de lo que sería de utilidad para satisfacer la opinión pública— y que se había hecho una investigación justa de todo el asunto.” [59]
En su decisión dada al día siguiente, el juez Pope estuvo de acuerdo con los argumentos de Butterfield y absolvió a José. [60] El suplicio que duró cinco meses terminó el 7 de enero cuando José y su grupo salieron muy animados de Springfield rumbo a Nauvoo. En el viaje de regreso, Wilson Law, con la ayuda de Willard Richards, compuso una canción alusiva a la ocasión —se cantaba con la música de Auld Lang Syne y posteriormente fue conocida como el Jubileo Mormón— en la cual felicitaba a todos los que habían participado en hacer que el asunto se cerrara satisfactoriamente. “¿Estas seguro que la noticia es verdadera?” era lo que decía la estrofa inicial:
Y ¿estás seguro que está libre?
Entonces, unámonos al acorde,
Y tengamos un jubileo
Coro
Tendremos un jubileo, mis amigos
Tendremos un jubileo
Con el corazón y la voz nos regocijaremos
Pues nuestro Profeta esta libre. [61]
Además de demostrar la resistencia de José y sus amigos, el intento de extradición de 1842 también brinda la oportunidad de ver los talentos y el carácter de Emma. Siendo a menudo un personaje silencioso en la historia de la Iglesia, Emma sale de las sombras después de recibir una carta que José le mandó antes en la cual le daba instrucciones sobre qué hacer en caso de que hubiera la necesidad de mudarse a Wisconsin, como se lo recomendaban varios de sus amigos. Aparentemente como seguimiento a una conversación anterior, José también le aconseja a Emma en esta carta diciéndole que no vaya a Quincy a visitar personalmente a Thomas Carlin: “Le puedes escribir” escribió José a su esposa, “lo que consideres que sea apropiado hacer, pero ir a verlo , no lo apruebo ahora.” [62] Emma contestó que estaba lista para ir a Wisconsin si fuera necesario, pero que aún confiaba en que José pudiera “ser protegido sin tener que salir de este país.” [63]
Emma entonces le escribió una carta larga al gobernador en la que declaraba la inocencia de José y pidiéndole, y hasta suplicándole, que suspendiera las órdenes que había girado para arrestar a José y a Rockwell. “Ya debe saber que el señor Smith no estaba en Missouri, y por supuesto no pudo haber salido de allí,” le escribió, en un esfuerzo evidente de dirigir la atención de Carlin a lo inadecuado de la extradición en este caso. [64] Carlin contestó que él, como gobernador, simplemente estaba cumpliendo con su deber de entregar a prófugos de la justicia a los ejecutivos de otros estados, en tanto que dichos ejecutivos hayan “cumplido con los requisitos del acta del congreso, que en este caso, se hicieron y se dieron.” [65] Emma contestó en otra carta, que ese era precisamente el caso —que los “requisitos del acta del congreso” referentes a la extradición no se habían cumplido en este caso, ya que había evidencia muy amplia de que José “no estaba en Missouri” cuando se cometió el crimen y que por lo tanto, “no es un prófugo de la justicia.”— Emma le dijo al gobernador que “sólo se requiere conocer la constitución de los Estados Unidos y las leyes del Estado de Missouri, y saber de las atrocidades cometidas por algunos de los habitantes de ese estado [Missouri] en contra del pueblo llamados mormones. . . . para saber que no se puede confiar” en Boggs y otros oficiales de Missouri. [66]
Prefiriendo atender otro punto que Emma mencionó —en este caso el de la legalidad de la orden de hábeas corpus de la corte municipal— Carlin eludió el punto de Emma referente a la extradición, cuando le contestó al mes siguiente. Tampoco reconoció las amenazas muy reales que anteriormente se habían hecho contra el Profeta, escribiendo que “no tenía la menor idea de que alguna persona en Illinois, o en Missouri, pensara dañar personalmente al señor Smith de alguna forma violenta.” [67] No se ha encontrado ningún registro de que Emma haya contestado esta segunda carta de Carlin.
Al final, Emma fracasó en su intento de persuadir a Carlin de que suspendiera la orden de arresto que había emitido contra su esposo. Sin embargo, en la correspondencia que rodea ese esfuerzo, uno puede tener una idea de la personalidad y los pensamientos de la esposa de José. Como lo demuestran sus cartas muy bien pensadas y expresadas, era una mujer de temperamento y habilidad extraordinarios y que entendía las puntos más finos de este asunto difícil y que preparó argumentos muy inteligentes. Carlin mismo, nos han dicho, “mostró asombro por el talento y buen juicio que se manifiestan en su forma de expresarse” después de leer su primera carta, [68] y aunque no estaba dispuesto a conceder la petición de Emma, uno puede tener la impresión muy clara de que era sincero cuando terminó su última carta para ella “con respeto y estimación.” [69]
En la breve correspondencia entre José y su esposa en esa época, uno también puede ver hasta qué grado el mismo Profeta dependía del buen juicio y apoyo de ella —un grado de dependencia que quizás muy pocos han podido apreciar a lo largo de los años— por ejemplo, en la carta de José para Emma acerca de que le escribiera a Carlin él se refiere a la recomendación de algunos de sus asociados de que él huyera solo para Wisconsin, y que su familia se le uniera después. “Mi mente se rebelará eternamente a cualquier sugerencia de ese tipo,” le escribió José a su esposa. “Mi seguridad está contigo. . . . cualquier cosa más o menos que esto, del mal procede. . . . Si tengo que ir al Pine County, tu irás conmigo, y los niños; y si tu y los niños no van conmigo, ¡no me voy!” [70] El buen juicio de Emma pesaba mucho sobre José durante esa época tan estresante. Por ejemplo, como ya lo hemos visto, José siguió dos veces el consejo de Emma en lo referente a cuando era más seguro que saliera de su escondite y volviera a casa. El monólogo del Profeta al encontrarse con Emma en la isla es bastante bien conocido y no se repite aquí, pero es una evidencia adicional de lo mucho que dependía de su esposa para apoyo y consuelo.
Conclusión
José empleó a varios secretarios durante los años de Nauvoo, a uno de ellos, William Clayton, ya lo hemos citado más arriba. Terminamos con la larga descripción de José que Clayton les dio a sus amigos de Inglaterra, poco después de que él llegó a Nauvoo en 1840. Se erige como un testimonio importante del llamamiento profético de José durante los útimos años de su vida y refleja nuestros propios sentimientos acerca del profeta de la Restauración. “Es . . . . un hombre de sano juicio y posee abundancia de inteligencia,” escribió Clayton, en respuesta a los reportes negativos que él y sus lectores habían escuchado acerca de José,
y mientras escuchas su conversación recibes inteligencia la cual expande tu mente y causa que tu corazón se regocije. Él es muy sencillo, y se deleita en instruir a los santos pobres. Puedo conversar con él tan fácilmente como lo hago con ustedes, y con referencia a que está dispuesto a comunicar instrucciones, dice “las recibo libremente y se las doy libremente”. Está dispuesto a contestar todas las preguntas que le he hecho y se complace cuando las hacemos. Parece estar muy bien versado en las escrituras, y mientras habla sobre cualquier tema, se revela tal luz y belleza como nunca antes lo había visto. Si hubiera tenido que venir desde Inglaterra con el único propósito de platicar con él durante unos días, me sentiría muy bien recompensado por mis esfuerzos. No es amigo de la iniquidad sino que la corta en donde quiera que la ve, y es inútil tratar de mencionarla en su presencia. Tiene una gran porción del espíritu de Dios y es por ese medio que ha sido preservado de la persecución. Él dice “soy un hombre con pasiones semejantes a las suyas,” pero verdaderamente me gustaría ser tal hombre. [71]
Notas
[1] De Emma Smith para Thomas Carlin, 16 [17] de agosto de 1842, registrada en el Diario de José Smith el 21 de agosto de 1842. Biblioteca de Historia de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en Salt Lake City.
[2] Minutas del 17 de marzo de 1842, Relief Society Minutebook, 1842-1844, página 7, Biblioteca de Historia de la Iglesia.
[3] El Diario de José Smith, 10 de abril de 1842.
[4] “A la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y a todas las partes Honorables de la Comunidad,” Times and Seasons, 1 de julio de 1842, página 839.
[5] “A la Iglesia,” Times and Seasons, 1 de julio de 1842, página 839.
[6] “A la Iglesia,” Times and Seasons, 1 de julio de 1842, página 840.
[7] “A la Iglesia,” Times and Seasons, 1 de julio de 1842, páginas 841-842; “Noticia” Times and Seasons, 15 de junio de 1842.
[8] “Declaración de William Law,” Times and Seasons, 1 de agosto de 1842, página 873.
[9] “Declaración de Hyrum Smith,” Times and Seasons, 1 de agosto de 1842, página 870.
[10] “A la Iglesia,” Times and Seasons, 1 de julio de 1842, página 841.
[11] “Declaración de Hyrum Smith,” Times and Seasons, 1 de agosto de 1842, página 871.
[12] “Declaración de Hyrum Smith,” Times and Seasons, 1 de agosto de 1842, página 871.
[13] “A la Iglesia,” Times and Seasons, 1 de julio de 1842, página 841; véase también el Diario de José Smith del 19 de mayo de 1842.
[14] Nauvoo Masonic Lodge Minute Book, 16 de junio, 7 de julio, y 8 de agosto de 1842. Biblioteca de Historia de la Iglesia.
[15] Sangamo Journal, 15 de julio de 1842.
[16] “Noticia” Times and Seasons, 15 de junio de 1842, página 830.
[17] “A la Iglesia,” Times and Seasons, 1 de julio de 1842, páginas 839-842..
[18] “John C. Bennett,” Times and Seasons, 1 de agosto de 1842, páginas 868-878.
[19] Boggs fue el gobernador de Missouri de 1836 a 1840.
[20] El Diaro de José Smith, del 14 y el 22 de mayo de 1842.
[21] De David Kilburn para Thomas Reynolds, 14 de mayo de 1842, en “Latter Dayism, Num. 1", por David Kilburn y Edward Kilburn, Hawk-Eye and Iowa Patriot, [página 1].
[22] “Assassination of Ex-Governor Boggs of Missouri,” Quincy Whig, 21 de mayo de 1842, página 3.
[23] De José Smith a Bartlett, 22 de mayo de 1842, en Quincy Whig del 4 de junio de 1842, página 2.
[24] Cartas de John C. Bennett del 2 y 4 de julio de 1842, publicadas en el Sangamo Journal del 15 de julio de 1842.
[25] Declaración de Lilburn W. Boggs, Condado de Jackson, Missouri, 20 de julio de 1842. Biblioteca Presidencial Abraham Lincoln, en Springfield, Illinois, copiada también en el Diario de José Smith del 9 al 20 de diciembre de 1842.
[26] Estado de Missouri, Requisición de Thomas Reynolds, Jefferson City, Missouri, 22 de julio de 1842, Biblioteca Presidencial Abraham Lincoln, Springfield, Illinois, copiada también en el Diario de José Smith del 9 al 20 de diciembre de 1842.
[27] Minutas del Concejo de la Ciudad de Nauvoo, 22 de julio de 1842, páginas 95-97, Biblioteca de Historia de la Iglesia.
[28] De Thomas Carlin para José Smith, 27 de julio de 1842. Joseph Smith Letterbook 2, Colección de José Smith, Biblioteca de Historia de la Iglesia; copiada también en el Diario de José Smith el 21 de agosto de 1842. Aunque el original de la orden judicial de Carlin no se ha localizado, una copia de la orden preparada por el secretario James Sloan ante la corte municipal de Nauvoo la fecha el 2 de agosto de 1842, (Thomas Carlin, Writ, Springfield, Illinois, 2 de agosto de 1842, copia de James Sloan, Registros 1841-1845, de la Ciudad de Nauvoo; Biblioteca de Historia de la Iglesia).
[29] Constitución de los Estados Unidos, artículo 4 sección 2.
[30] Diario de José Smith, 8 de agosto de 1842.
[31] El Acta Constitutiva de la ciudad de Nauvoo, que fue ratificada en diciembre de1840 por la legislatura de Illinois, le concedió autoridad a la corte municipal para emitir actas de hábeas corpus “en todos los casos que surgieran bajo las ordenanzas del Concejo de la Ciudad” (“Acta para la Incorporación de la Ciudad de Nauvoo,” sección 17, 55, “An Act to Incorporate the City of Nauvoo,” Times and Seasons, 15 de enero de 1841, página 283). Adelantándose a los intentos de los “enemigos” de la Iglesia para sujetar a los ciudadanos de Nauvoo a “procesos ilegales”, el Concejo de la ciudad de Nauvoo había autorizado en julio una ordenanza en que declaraban que “ningún ciudadano de esta ciudad será llevado fuera de la ciudad en base a orden judicial, sin haber tenido el privilegio de ser investigado ante la Corte Municipal, y el beneficio de una orden de Hábeas Corpus” (Libro de Minutas del Concejo de la Ciudad de Nauvoo, 5 de julio de 1842, páginas 86-87, Biblioteca de Historia de la Iglesia). Junto con la expedición del hábeas corpus, el concejo de la ciudad había aprobado un estatuto en esta fecha en que le concedía a la corte municipal de Nauvoo, el poder para investigar los méritos y si se usaron los procedimientos adecuados para cualquier arresto que se efectuara en Nauvoo. Los estatutos de Nauvoo fueron intentos para codificar las interpretaciones amplias de la aprobación del hábeas corpus incluída en el Acta Constitutiva, con el propósito de evitar que el sistema legal se usara en casos de “persecución religiosa o de otro tipo” (Libro de Minutas del Concejo de la Ciudad de Nauvoo, 5 de julio de 1842, páginas 98-99, Biblioteca de Historia de la Iglesia).
[32] Diario de José Smith, 11 de agosto de 1842.
[33] De Orrin Porter Rockwell, por conducto de S. Armstrong, en Filadelfia, Pennsylvania, para José Smith, en Nauvoo, Illinois, 1 de diciembre de 1842, en la Colección de José Smith, Biblioteca de Historia de la Iglesia; Diario de José Smith, 13 de marzo de 1843.
[34] Diario de José Smith, 10 de agosto de 1842.
[35] Diario de José Smith, 13 de agosto de 1842.
[36] Diario de José Smith, 11 de agosto de 1842.
[37] Diario de José Smith, 17 de agosto de 1842.
[38] Diario de José Smith, 23 de agosto de 1842.
[39] Diario de José Smith, del 24 al 28 de agosto de 1842.
[40] Diario de José Smith, 29 de agosto de 1842.
[41] Diario de José Smith, 3 de septiembre de 1842.
[42] Diario de José Smith, 4 de septiembre de 1842. La carta fue publicada en el Times and Seasons, el 15 de septiembre de 1842 en las páginas 919 y 920, y ahora es la sección 127 de la Doctrina y Convenios.
[43] Diario de José Smith, del 6 al 8 de septiembre de 1842. La carta del 7 de septiembre, que fue fechada incorrectamente como del 6 de septiembre en el manuscrito original y en las fuentes publicadas, es ahora la sección 128 de la Doctrina y Convenios.
[44] Diario de José Smith, 9 de septiembre de 1842.
[45] Diario de José Smith, 10 de septiembre de 1842.
[46] Diario de José Smith, 7 de octubre de 1842.
[47] Diario de José Smith, 20 de octubre de 1842.
[48] Diario de José Smith, 28 de octubre de 1842.
[49] Diario de José Smith, 9 de diciembre de 1842.
[50] De Thomas Ford para José Smith, 17 de diciembre de 1842, está en el Diario de José Smith del 9 de diciembre de 1842.
[51] De Justin Butterfield para José Smith, 17 de diciembre de 1842, está en el Diario de José Smith del 9 de diciembre de 1842.
[52] El Diario de José Smith, 26, 30 de diciembre de 1842, Biblioteca de Historia de la Iglesia; “Proclamación,” Illinois State Register, 30 de septiembre de 1842, página 3, y “Four Hundred Dollars Reward!” Sangamo Journal, 30 de septiembre de 1842, página 3. Con respecto a la autoridad que la proclamación de Carlin le dio a los ciudadanos privados, véase el Diario de José Smith, 5 de octubre de 1842.
[53] Diario de José Smith, 31 de diciembre de 1842.
[54] Diario de José Smith, 31 de diciembre de 1842.
[55] Diario de José Smith, 4 de enero de 1843.
[56] Diario de José Smith, 31 de diciembre de 1842.
[57] Diario de José Smith, del 31 de diciembre de 1842 al 2 de enero de 1843.
[58] Diario de José Smith, 2 de enero de 1843.
[59] Diario de José Smith, 4 de enero de 1843.
[60] Diario de José Smith, 5 de enero de 1843
[61] Notas para la Historia de José Smith, 7 de enero de 1843, Biblioteca de Historia de la Iglesia.
[62] De José Smith para Emma Smith, 16 de agosto de 1842, copiada en el Diario de José Smith el 21 de agosto de 1842. Como se indica abajo, Emma y otros le entregaron en persona una petición al gobernador el 29 de julio en la que le pedían protección para José.
[63] De Emma Smith para José Smith, [16 de agosto de 1842], copiada en el Diario de José Smith el 21 de agosto de 1842.
[64] De Emma Smith, para Thomas Carlin, 16 de agosto de 1842, copiada en el Diario de José Smith el 21 de agosto de 1842.
[65] De Thomas Carlin para Emma Smith, 24 de agosto de 1842, copiada en el Diario de José Smith 3 de septiembre de 1842. Carlin estaba citando de “An Act Concerning Fugitives From Justice.” 6 de enero de 1827, del Revised Code of Laws of Illinois, Enacted by the Fifth General Assembly (Vandalia, Illinois: Robert Blackwell, 1827), páginas 232-234. El “acta del congreso” al que se refería la ley de Illinois es “An Act Respecting Fugitives from Justice, and Persons Escaping from the Service of their Masters,” 12 de febrero 1793, en The Public Statutes at Large of the United States of America, 1789-1799 (Boston: Charles C. Little y James Brown, 1845), 1:302-305.
[66] De Emma Smith para Thomas Carlin, 27 de agosto de 1842, copiada en el Diario de José Smith, 3 de septiembre de 1842.
[67] De Thomas Carlin para Emma Smith, 7 de septiembre de 1842, copiada en el Diario de José Smith 12 de septiembre de 1842.
[68] Diario de José Smith, 21 de agosto de 1842. Carlin leyó la carta en presencia del Juez James A. Ralston, un miembro de la Iglesia que vivía en Quincy.
[69] De Thomas Carlin para Emma Smith, 7 de septiembre de 1842, copiada en el Diario de José Smith 12 de septiembre de 1842.
[70] De José Smith para Emma Smith, 16 de agosto de 1842, copiada en el Diario de José Smith, 21 de agosto de 1842.
[71] De William Clayton para los Santos en Inglaterra, 10 de diciembre de 1840, en James B. Allen, “To the Saints in England: Impressiones of a Mormon Immigrant,” BYU Studies 18 núm. 3 (primavera de 1978): páginas 478-479.