1841 El Templo de Nauvoo

Richard Neitzel Holzapfel

Richard Neitzel Holzapfel es profesor de historia y doctrina de la Iglesia en la Universidad Brigham Young.

Al principio del año 1841, José Smith tenía treinta y cinco años de edad y vivía en Nauvoo, Illinois. [1] En este capítulo se revisarán brevemente algunos de los eventos importantes en la vida del Profeta en ese año y entonces se enfocará en la revelación que recibió el 19 de enero, hoy conocida como Doctrina y Convenios sección 124. [2]

El año 1841 fue muy ocupado para José Smith. [3] En una reunión efectuada el martes 5 de enero, organizó el Nauvoo Lyceum (un grupo de estudio y discusión para adultos que se reunió semanalmente durante un breve período). [4] Dos semanas después, el martes 19 de enero, el Profeta registró una revelación muy larga hoy conocida como la sección 124.

El domingo 24 de enero, de acuerdo con lo que se manda en Doctrina y Convenios 124: 95, el Profeta ordenó a Hyrum Smith como Presidente Asistente y Patriarca de la Iglesia, substituyendo a a Oliver Cowdery como Presidente Asistente de la Iglesia, y a José Smith padre como Patriarca. [5]

El sábado 30 de enero, los Santos sostuvieron al Profeta como el único administrador legal de la Iglesia. [6] Unos días después, José fue elegido al recién formado Concejo de la Ciudad de Nauvoo el miércoles 3 de febrero. Al día siguiente, el gobernador de Illinois designó a José Smith como teniente general en la Legión de Nauvoo. [7]

El lunes 1 de marzo, en una reunión del Concejo de la Ciudad de Nauvoo, José Smith presentó un proyecto de ley para permitir “la libre tolerancia e igualdad de privilegios” a todas las sectas y denominaciones religiosas, incluyendo el cristianismo, el islamismo y otras. [8] A fin de marzo, el Profeta recibió una revelación en que se les manda a los Santos en Iowa que organicen una nueva estaca de Sión (Doctrina y Convenios 125).

El Profeta presidió la colocación de las cuatro piedras angulares del Templo de Nauvoo durante la conferencia general el martes 6 de abril, en el undécimo aniversario de la organización de la Iglesia. [9]

El sábado 3 de julio, José le habló a la Legión de Nauvoo. Las minutas de la legión para esa fecha indican que “José Smith dio un discurso elocuente y patriótico a las tropas, y testificó fuertemente acerca de su preocupación por el bienestar nacional, y su deseo de ofrecer su vida en defensa de este país, y terminó con estas palabras ‘no pediría mayor privilegio, que el de ofrendar mi vida por mi país.’” [10]

El 9 de julio, el Profeta recibió una revelación para Brigham Young, que recientemente había regresado de una misión en las Islas Británicas: “de cierto, así te dice el Señor: Brigham, mi siervo, ya no te es requerido separarte de tu familia como en lo pasado, pues tu ofrenda me es aceptable” (Doctrina y Convenios 126: 1).

Tres días después el lunes 12 de julio, José Smith designó a John Patton para ser uno de los tres registradores de los bautismos por los muertos que se realizaban en el Río Mississippi en el lado de Iowa. [11]

El domingo 25 de julio, el Profeta habló acerca de la resurrección de los muertos en una reunión efectuada en la arboleda cercana al templo. [12] Don Carlos Smith, de veinticinco años de edad y hermano de José Smith, falleció en Nauvoo el sábado 7 de agosto. [13]

El jueves 12 de agosto, el Profeta les habló a cien Nativos Americanos en Nauvoo. [14] Tres días después, el domingo 15 de agosto, falleció el bebé hijo de José y Emma, llamado Don Carlos. [15] Robert B. Thompson, el secretario del Profeta, murió el viernes 27 de agosto. [16]

Los Santos se reunieron para la conferencia después de la ceremonia de la piedra angular para la Casa de Nauvoo (ver Doctrina y Convenios 124: 22-24) el sábado 2 de octubre. [17] El Profeta decidió colocar el manuscrito original del Libro de Mormón en la piedra sureste durante la celebración. Warren Foote recordó después: “yo estaba parado muy cerca de la piedra angular cuando José Smith llegó con el manuscrito del Libro de Mormón y dijo que quería ponerlo allí, pues ya había tenido muchas dificultades con él.” [18]

El domingo 7 de noviembre, José les advirtió a los Santos acerca de los peligros de señalar los pecados y acusar a los demás. El Profeta dijo: “Si ustedes no se acusan el uno al otro, Dios no los acusará a ustedes. Si ustedes no tienen quien les acuse, entrarán en el cielo, y si siguen las revelaciones y las instrucciones que Dios les da por mi conducto, los llevaré al cielo como mi cosecha. Si ustedes no me acusan a mí, yo no los acusaré a ustedes. Si extienden una capa de caridad sobre mis pecados, yo lo haré sobre los suyos —ya que la caridad cubre multitud de pecados—.”[19]

El lunes 8 de noviembre, José asistió a la dedicación de la pila bautismal en el sótano del Templo de Nauvoo todavía inconcluso (ver Doctrina y Convenios 124: 29). [20] Esta primera pila fue hecha de madera, pero fue reemplazada con una de piedra en 1845. [21]

El domingo 28 de noviembre, el Profeta les dijo a los Doce que “el Libro de Mormón era el más correcto de todos los libros sobre la tierra, y la clave de nuestra religión, y que un hombre se acercaría más a Dios por cumplir sus preceptos que los de cualquier otro libro.” [22]

El domingo 5 de diciembre, José empezó corregir una nueva impresión del Libro de Mormón. [23]

José Smith designó a Willard Richards para ser su escribiente personal y registrador para el Templo de Nauvoo el lunes 13 de diciembre. [24]

José Smith cumplió treinta y seis años de edad el jueves 23 de diciembre. Cuatro días después, el lunes 27 de diciembre, José les mostró a los Doce la piedra del vidente, algunas veces llamada el Urim y Tumim. Wilford Woodruff registró en su diario dicho evento: “Los Doce o una parte de ellos pasó el día con José el Vidente y les mostró muchas cosas gloriosas del reino de Dios, los privilegios y las bendiciones del sacerdocio, [etc.] Tuve el privilegio de ver por primera vez en mi vida el URIM Y TUMIM.” [25]

El martes 28 de diciembre José efectuó varios bautismos por los muertos en la pila bautismal de madera en el sótano del inconcluso Templo de Nauvoo. Quienes actuaron como representantes fueron Sidney Rigdon y Reynolds Cahoon. [26]

Doctrina y Convenios 124

La recepción por José Smith de la sección 124, la revelación más larga en la actual Doctrina y Convenios, fue un evento muy importante. Steven C. Harper argumenta, “La Revelación orientó la vida de [José Smith] y la de la Iglesia.” [27]

El 19 de enero de 1841, el Señor le habló a José Smith: “De cierto, así te dice el Señor, mi siervo José Smith, estoy bien complacido con la ofrenda y los reconocimientos que has hecho; porque para este fin te he levantado, para manifestar mi sabiduría por medio de las cosas débiles de la tierra” (Doctrina y Convenios 124: 1).

Es interesante tomar en cuenta que con frecuencia el Señor identificó a sus discípulos, incluyendo al Profeta, como “las cosas débiles de la tierra.” José se describió a sí mismo por ser “como una roca áspera que baja rodando de una montaña; y el único pulimento que recibo es cuando una arista se desprende al chocar con alguna otra cosa.” [28]

Aunque Doctrina y Convenios 124 contiene muchos mandamientos específicos sobre una variedad de asuntos, parece haber cuatro mandamientos generales. Primero, a los líderes de la Iglesia se les mandó preparar una proclamación solemne (ver versículo 2). [29] Segundo, a los Santos se les mandó construir un hotel en Nauvoo llamado la Casa de Nauvoo, para dar alojamiento a los visitantes (versículo 23). [30] Tercero, a los Santos se les mandó construir un templo en Nauvoo (versículos 25-28). Cuarto, la revelación ordenó la reorganización de los quórumes del sacerdocio que se habían reducido por la muerte o la apostasía en Ohio y Missouri (versículos 123-143).

La revelación le mandó al Profeta preparar una proclamación solemne: “te digo que ahora eres llamado para hacer inmediatamente una proclamación solemne de mi evangelio” (versículo 2). La revelación indicó que debía escribirse con el espíritu de mansedumbre y por el poder del Espíritu Santo (versículo 4) y que debería enviarse al presidente electo (William Henry Harrison), a los gobernadores de los estados (por ejemplo , a Thomas Carlin del estado de Illinois), y a los líderes de la tierra (como el rey de Francia Luis Felipe, la Reina Victoria en la Gran Bretaña, e Isabel II en España), anunciando una nueva dispensación del evangelio y el establecimiento de una estaca de Sión en el reino de Dios (véase el versículo 3). [31]

La revelación también enfatizó el llamado para reunirse en Nauvoo: “Y además, de cierto os digo, vengan desde lejos todos mis santos” (versículo 25). También menciona a ciertos individuos a quienes se les mandó apoyar al Profeta. Por ejemplo, a William Law se le mandó específicamente apoyar los esfuerzos de José para publicar la Nueva Traducción de la Biblia conocida hoy en día como la Traducción de José Smith (versículos 82, 89). Law era canadiense y el primer ciudadano no estadounidense que llegó a ser miembro de la Primera Presidencia. [32]

El Señor también mencionó a tres hombres que ya habían fallecido: David W. Patten, el primer mártir apostólico; Edward Partridge, el primer obispo; y José Smith padre, el primer patriarca (versículo 19).

El Templo de Nauvoo

Los Santos de los Últimos Días intentaron construir varios templos durante la primera década de la Iglesia: Independence, Missouri (ver Doctrina y Convenios 57: 3); Kirtland, Ohio (ver Doctrina y Convenios 88: 119); Far West, Missouri (Doctrina y Convenios 115: 8); y aparentemente, Adán-ondi-Ahmán, Missouri. [33]

La pobreza y la persecución impidieron que los Santos terminaran estos templos, con la excepción del Templo de Kirtland (dedicado en 1836). En el Templo de Kirtland, el Señor restauró la autoridad y las llaves del sacerdocio, y ordenanzas importantes (lavamientos y unciones) que prepararon a los Santos para recibir bendiciones adicionales en el Templo de Nauvoo (ver Doctrina y Convenios 110).

En Nauvoo, el Señor les mandó a los Santos: “edificad una casa a mi nombre, para que en ella more el Altísimo” (Doctrina y Convenios 124: 27). Y dijo: “Por tanto, de cierto os digo, que vuestras unciones y lavamientos, y vuestros bautismos por los muertos, y vuestras asambleas solemnes, y memoriales para vuestros sacrificios por medio de los hijos de Leví, y para vuestros oráculos en vuestros lugares santísimos en donde recibís conversaciones, y vuestros estatutos y juicios, para el principio de las revelaciones y fundamento de Sión, y para la gloria, honra e investidura de todos sus habitantes, son conferidos mediante la ordenanza de mi santa casa, que a mi pueblo siempre se le manda construir a mi santo nombre” (versículo 39). Además el Señor le informó a la Iglesia que, si hacían lo que les mandó, revelaría una gran bendición en el Templo de Nauvoo, “a saber, la plenitud del sacerdocio” (versículo 28).

La Plenitud del Sacerdocio

Aunque los sacerdocios de Aarón y de Melquisedec que incluían los oficios de diácono, maestro, presbítero, obispo, setenta, sumo sacerdote, patriarca y apóstol ya habían sido restaurados, en enero de 1841, el Señor quería dar a los Santos otro don y bendición, “a saber, la plenitud del sacerdocio” (versículo 28).

Posteriormente, el Profeta enseñó: “Los que poseen la plenitud del Sacerdocio de Melquisedec son reyes y sacerdotes del más alto Dios, y tienen las llaves del poder y bendiciones.” [34] Se había hecho en febrero de 1832 una alusión a la plenitud del sacerdocio cuando el Señor describió a los seres santificados en el reino celestial: “son sacerdotes y reyes que han recibido de su plenitud y de su gloria” (Doctrina y Convenios 76: 56; énfasis agregado).

Poco después de que se diera la revelación del 19 de enero, el Señor restauró las ordenanzas del templo necesarias para preparar a los Santos para recibir la plenitud del sacerdocio. Con base en un horario designado divinamente, el Señor le pidió a José que empezara esta obra con un pequeño grupo de hombres y mujeres aun antes de que se terminara el templo. El grupo de Santos fieles fue conocido como el “Quórum de los Ungidos” o como la “Orden Santa.” Posteriormente estos Santos ayudaron al cuerpo general de la Iglesia para que recibieran en el Templo de Nauvoo desde diciembre de 1845 hasta febrero de 1846, las mismas bendiciones que ellos habían recibido. El Profeta explicó que hay “ciertas señas y palabras. . . . que no pueden ser reveladas a los élderes, sino hasta que esté terminado el templo. Los ricos solamente las pueden recibir en el Templo. Los pobres las pueden obtener en la cumbre de la montaña como lo hizo Moisés.” [35] En consecuencia, antes de su muerte, José Smith dedicó algunos de los cuartos superiores en Nauvoo (su casa, la Mansión y la tienda de ladrillo rojo) para efectuar estas ordenanzas sagradas con un grupo selecto de hombres y mujeres. Posteriormente, los Santos terminaron el templo para que el resto de los miembros pudiera recibir las ordenanzas.

Los Preparativos

El Señor preparó a los Santos en Nauvoo para que recibieran estas ordenanzas. Por ejemplo, en una reunión de la Sociedad de Socorro, el Profeta “dio un discurso acerca del Sacerdocio, mostrándoles a las hermanas la forma en que llegarían a poseer los privilegios, las bendiciones y los dones del Sacerdocio.” [36] Entonces “exhortó a las hermanas a que siempre concentren su fe y oraciones en sus esposos ya que Dios los llamó para que ellas los honren y que a esos hombres fieles Dios los ha puesto a la cabeza de la Iglesia para guiar a Su pueblo; y que debemos armarlos y sostenerlos con nuestras oraciones; porque las llaves del reino van a ser conferidas sobre ellos [los líderes de la Iglesia], para que puedan detectar todo lo falso.” [37]

José indicó que las “llaves del Sacerdocio” (posiblemente refiriéndose en este caso a la plenitud del sacerdocio) se darían a los miembros de la Iglesia, tanto hombres como mujeres. El élder George A. Smith amplió las minutas de la Sociedad de Socorro que se encuentran en la Historia de José Smith, y que se presentan en cursivas en el siguiente párrafo: “Habló de entregar las llaves del Sacerdocio a la Iglesia, y dijo que las miembros fieles de la Sociedad de Socorro deberían recibirlas junto con sus esposos, para que los Santos cuya integridad ha sido probada y y han mostrado ser fieles, puedan saber cómo preguntarle al Señor y recibir respuesta.” [38]

Seis días después de esta reunión de la Sociedad de Socorro en 1842, nueve miembros de la Iglesia se reunieron en la parte superior de la tienda de José y en una reunión especial recibieron las bendiciones del templo de manos de José. Ellos fueron los primeros en esta dispensación en recibir sus “lavamientos, unción, investiduras y la comunicación de llaves que pertenecen al Sacerdocio de Aarón y siguieron hasta el orden más alto del Sacerdocio de Melquisedec, estableciendo el orden que pertenece al Anciano de Días, y todos los planes y principios por los cuales todos quedan capacitados para asegurar la plenitud de esas bendiciones que han sido preparadas para la Iglesia del Primogénito y puedan subir y morar en la presencia de Elohim en los mundos eternos.” [39]

Poco después de la introducción de estas sagradas ordenanzas del sacerdocio, el obispo Newel K. Whitney, uno de los hombres investidos el 4 de mayo de 1842, habló a las hermanas: “Regocíjense al contemplar las bendiciones que serán derramadas sobre las cabezas de los Santos. Dios tiene muchas cosas preciosas que conferir, aún para nuestro asombro, si es que somos fieles.” La secretaria de la sociedad, anotó que entonces el obispo Whitney se “recocijó por la formación de la sociedad, para que podamos mejorar nuestros talentos y . . . prepararnos para las bendiciones que muy pronto Dios va a conferir sobre nosotros.” [40] Ahora todo estaba listo para que el Señor cumpliera su promesa de restaurar la plenitud del sacerdocio. Los primeros miembros que recibieron esta bendición fueron José y Emma Smith el 28 de septiembre de 1843. [41] Poco después, otros recibieron la misma bendición.

El Sacerdocio y las Llaves

Como ya se mencionó, el Señor mandó que se reorganizaran los quórumes del sacerdocio. Uno de ellos era la Primera Presidencia, así como el Quórum de los Doce Apóstoles, que fue reorganizado con Brigham Young como el Presidente (véase el versículo 127). El sumo consejo de Nauvoo y el quórum de sumos sacerdotes también debían organizarse (ver los versículos 131-136). También se mencionan la presidencia del quórum de élderes, los siete Presidentes de los Setenta, y la presidencia del Sacerdocio de Aarón (ver los versículos 137-142).

En la revelación del 19 de enero de 1841, Hyrum Smith fue llamado a ocupar dos cargos de manera simultánea, como Patriarca y como Presidente Asistente de la Iglesia: “Para que mi siervo Hyrum ocupe el oficio de Sacerdocio y Patriarca que le señaló su padre por bendición y también por derecho; para que desde ahora en adelante tenga las llaves de las bendiciones patriarcales sobre la cabeza de todo mi pueblo; para que cualquiera que él bendiga sea bendecido, y cualquiera que él maldiga sea maldecido; para que lo que atare en la tierra sea atado en los cielos, y lo que desatare en la tierra sea desatado en los cielos” (versículos 91-93).

La Oración

La revelación continúa: “Y desde ahora en adelante, lo nombro profeta, vidente y revelador de mi iglesia, así como mi siervo José; a fin de que también obre de común acuerdo con mi siervo José, y de él reciba consejo, y mi siervo José le mostrará las llaves mediante las cuales podrá pedir y recibir” (versículos 94-95; énfasis agregado). Las llaves de que se habla aquí son las llaves del sacerdocio asociadas con la adoración en el templo. Las llaves de la presidencia ya se habían restaurado, pero en Nauvoo el Señor presentó las llaves que les permitían a los Santos pedir y recibir, y ahora el Señor le mandó a José que se las mostrara a Hyrum. El Profeta hizo esto el 4 de mayo de 1842, cuando José Smith reveló la investidura por primera vez. [42]

Una de las bendiciones, que se reportó, vinieron como resultado de la investidura fue el aumento del poder de la oración. Batsheba W. Smith recordó que José Smith “dijo que no sabíamos orar para hacer que nuestras oraciones fueran contestadas. Pero cuando mi esposo y yo recibimos la investidura en [diciembre de 1843], presidiendo José Smith, nos enseñó el orden de la oración.” [43] En otra ocasión ella dijo, “ [También] nos mostró . . . cómo distinguir a los ángeles verdaderos de los falsos cuando vengan a visitarnos.” [44]

Para fines de diciembre de 1843, algunas cincuenta personas se reunían los sábados y domingos por la noche para orar. Además de orar por los enfermos y necesitados, la mayoría del tiempo lo ocupaban los discursos de José sobre distintos temas del evangelio y las explicaciones acerca de las ordenanzas sagradas. En algunos casos, se administró el sacramento y se dieron testimonios breves. Las reuniones se efectuaron regularmente durante el invierno, y eso trajo mucho gozo y consuelo. Por ejemplo, el 27 de enero de 1844, José se reunió con el grupo. Uno de los participantes escribió: “El [Quórum de los Ungidos] se reunió por la noche en la tienda de José. Tuvimos varias oraciones y exhortaciones sobre el tema de la pureza de corazón. El hermano [Willard] y la hermana [Jennetta] Richards estuvieron presentes. Ambos no habían estado bien durante varios días, pero pudieron asistir esta noche y parecía que estaban disfrutandola bien. Habían recibido bendiciones por medio de la oración de fe.” [45]

Cuatro Mandamientos

De los cuatro mandamientos principales dados en Doctrina y Convenios 124, solamente uno se pudo terminar completamente antes de la muerte de José Smith en junio de 1844. No obstante, con el tiempo, los Doce Apóstoles publicaron la proclamación solemne y dedicaron el Templo de Nauvoo antes de la salida de Nauvoo en 1846. Sin embargo, la Casa de Nauvoo nunca se terminó. Los esfuerzos diligentes del Profeta para cumplir los mandamientos del Señor indican que tuvo que dar prioridad a sus acciones, centrándose primero en lo más importante. La reorganización de los quórumes del sacerdocio, y preparar a los Doce para que fueran sus sucesores, fueron los pasos más importantes al estar por terminar el ministerio del Profeta.

Algunos se han preguntado sobre el significado y las implicaciones del versículo 32: “Mas he aquí, vuestros bautismos por vuestros muertos no me serán aceptables al cabo de este plazo; y si no habéis hecho estas cosas para cuando termine el plazo, seréis rechazados como iglesia, junto con vuestros muertos, dice el Señor vuestro Dios.” Steven C. Harper argumenta que quienes analizan este versículo ponen demasiado énfasis en la terminación del templo. Él cree que la revelación más bien indica hacia el hecho de que el Profeta, antes de que se venciera el plazo, debía poner las ordenanzas en las manos de quienes le sucederían. El registro histórico detalla la forma en que José Smith cumplió con esto antes de su muerte en 1844. [46]

La Misión del Profeta

La sección 124 nos da conocimiento importante acerca de la misión de José Smith en Nauvoo. Primero, el Señor aprobó el sitio para el templo: “Y la construiréis en el lugar donde habéis proyectado, porque es el sitio que os he escogido para construirla. Si trabajáis con todas vuestras fuerzas, yo consagraré ese lugar para que sea santo” (versículos 43-44). Segundo, a los Santos se les prometió que si escuchaban la voz del Señor y la voz de sus siervos, “de cierto os digo que no serán quitados de su lugar” (versículo 45). Tercero, los Santos aprendieron que el Señor se proponía “revelar a mi iglesia cosas que han estado escondidas desde antes de la fundación del mundo, cosas que pertenecen a la dispensación del cumplimiento de los tiempos” (versículo 41). Finalmente, el Señor le dijo a los Santos que la misión de José Smith consistía en ser el instrumento para recibir estas cosas para la Iglesia: “Y le mostraré a mi siervo José todas las cosas concernientes a esta casa [el templo], y su sacerdocio” (versículo 42). Por lo tanto, el año 1841, puso los cimientos para que los Santos recibieran la plenitud del sacerdocio y otras verdades importantes que habían estado escondidas desde antes de la fundación del mundo.

Notas

[1] Para un tratado biográfico de este período, véase de Richard Lyman Bushman , Joseph Smith: Rough Stone Rolling (Nueva York: Alfred A. Knopf, 2005), páginas 403-435.

[2] Mi colega Steven C. Harper ha influído en algunos de los temas principales que se discuten en este ensayo acerca de Doctrina y Convenios 124; véase de Steven C. Harper, Making Sense of the Doctrine and Covenants: A Guided Tour through Modern Revelations (Sal Lake City: Deseret Book, 2008), páginas 455-461.

[3] Para una cronología completa de José Smith, véase BYU Studies 46, núm. 4 (2007).

[4] The Words of Joseph Smith: The Contemporary Accounts of the Nauvoo Discourses of the Prophet Joseph, editado por Andrew F. Ehat y Lyndon W. Cook (Provo, UT: Religous Studies Center, Brigham Young University, 1980), página 82 nota 1.

[5] José Smith, History of the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, editada por B. H Roberts, 2ª. edición revisada. (Salt Lake City: Deseret Book, 1976), 4:286.

[6] José Smith, History of the Church, 4: 286.

[7] José Smith, History of the Church, 4: 295-296.

[8] John C. Bennett, “An Ordinance in Relation to Religious Societies,” Times and Seasons, 1 de marzo de 1841, páginas 336-337.

[9] José Smith, History of the Church, 4: 326-330.

[10] José Smith, History of the Church, 4: 382.

[11] José Smith, History of the Church, 4: 382-383.

[12] Words of Joseph Smith, página 75.

[13] José Smith, History of the Church, 4: 393-399.

[14] José Smith, History of the Church, 4: 401-402.

[15] José Smith, History of the Church, 4: 402.

[16] José Smith, History of the Church, 4: 411.

[17] José Smith, History of the Church, 4: 423.

[18] Warren Foote Autobiography, texto mecanografiado, guardado en la “L. Tom Perry Special Collection” en la Biblioteca Harold B. Lee de la Universidad Brigham Young.

[19] José Smith, History of the Church, 4: 445.

[20] José Smith, History of the Church, 4: 446-447.

[21] Véase de Matthew S. McBride, A House for the Most High: The Story of the Original Nauvoo Temple (Salt Lake City: Greg Kofford, 2007), páginas 233-237; y de Dan F. Colvin, Nauvoo Temple: A Story of Faith (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University, 2002), páginas 184-187.

[22] José Smith, History of the Church, 4: 461.

[23] José Smith, History of the Church, 4: 468.

[24] José Smith, History of the Church, 4: 470.

[25] Wilford Woodruff’s Journal, editado por Scott G. Kenney (Midvale, UT: Signature Books, 1983), 2: 144; véase también de Terry L. Givens, By the Hand of Mormon: The American Scripture that Launched a New World Religion (Nueva York: Oxford University Press, 2003), página 266 nota 91.

[26] José Smith, History of the Church, 4: 486.

[27] Steven C. Harper, Making Sense of the Doctrine and Covenants, página 460.

[28] José Smith, History of the Church, 5: 401.

[29] Jack L. Bushton, “Proclamations,” en Encyclopedia of Latter-day Saint History, editado por Arnold H. Garr, Donald Q. Cannon, y Richard O. Cowan, (Salt Lake City: Deseret Book, 2000), páginas 954-955.

[30] Susan Easton Black, “Nauvoo House,” en Encyclopedia of Latter-day Saint History, páginas 825-826.

[31] Robert B. Thompson comenzó la preparación de la proclamación bajo la supervisión de José Smith en el año 1841, pero sus esfuerzos fueron truncados por su fallecimiento. Aparentemente, el tema no volvió a ser revisado sino hasta 1843, cuando José Smith instruyó a William Richards, Orson Hyde, John Taylor y W. W. Phelps que prepararan un nuevo documento. Sus esfuerzos se interrumpieron debido a otros asuntos. Finalmente, después de la muerte de José Smith en 1844, la proclamación fue escrita principalmente por el élder Parley P. Pratt y fue publicada en 1845 como una Proclamación de los Doce Apóstoles de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, “A todos los Reyes del Mundo; Al Presidente de los Estados Unidos de América; A los Gobernadores de los varios Estados; Y a los Gobernantes y los Pueblos de todas las Naciones” (Nueva York, 6 de abril de 1845). Véase de Peter Crawley, A Descriptive Bibliography of the Mormon Church, Volume One, 1830-1847 (Provo, UT: Religious Studies Center, Brigham Young University 1997), páginas 294-296.

[32] Para más información acerca de William Law, véase de Lyndon W. Cook, “William Law, Nauvoo Dissenter,” BYU Studies 22, núm. 1 (invierno de 1982), páginas 47-72.

[33] Véase de Robert J. Matthews, “Adam-ondi-Ahman” BYU Studies 13, núm. 1 (otoño 1972): páginas 33-34.

[34] Enseñanzas del Profeta José Smith, compiladas por Joseph Fielding Smith (Salt Lake City: Deseret Book, 1954), página 394.

[35] El diario de José Smith, 1 de mayo de 1842; en The Papers of Joseph Smith vol. 2: Journal, 1832-1842, editado por Dean C. Jessee (Salt Lake City: Deseret Book, 1992). Página 379.

[36] José Smith, History of the Church, 4: 602.

[37] José Smith, History of the Church, 4: 602-605.

[38] José Smith, History of the Church, 4: 604.

[39] José Smith, History of the Church, 5: 2.

[40] Minutas de la Sociedad de Socorro, 27 de mayo de 1842.

[41] Scott H. Faulring, editor, An American Prophet’s Record: The Diaries and Journals of Joseph Smith (Salt Lake City: Signature Books, 1989), página 416.

[42] José Smith, History of the Church, 5: 1-2.

[43] “Recollections of the Prophet Joseph Smith,” Juvenile Instructor, 1 de junio de 1892, página 345.

[44] “A Notable Event —The Weber Stake Reunion,” Deseret Evening News, 23 de junio de 1903.

[45] “A Notable Event,” 27 de enero de 1844.

[46] Steven C. Harper, Making Sense of the Doctrine and Covenants, páginas 457- 458.